Archivo de la categoría: POSTRES

COMPOTA NAVIDEÑA

2 l. de agua
1 l. de vino tinto de calidad
400 g de azúcar
1 astilla de canela
1/4 Kg. de orejones
1/4 Kg. de ciruelas pasas
1/4 Kg. de higos secos
1/4 Kg. de pasas
800 g. de peras de invierno o de manzana reineta

Poner una cazuela al fuego con el agua, el vino, el azúcar y la canela. Iniciar el hervor, suavemente e ir añadiendo los orejones que tendremos 20 minutos. Pasados, añadimos las ciruelas, los higos y las pasas, que tendremos 20 minutos más. Finalmente añadimos las peras o las manzanas peladas y troceadas, teniendo la compota hirviendo 20 minutos más. La dejamos templar y la comemos con helado o crema inglesa.

MERMELADA DE HIGOS

3Kg. de higos muy maduros y limpios
250 g. de azúcar moreno
12 cucharadas de agua
2 cucharadas soperas de ron añejo

A los higos les retiramos la punta dura que los une al árbol y cualquier resto de hojas o de hierba. Si es necesario los pasamos ligeramente por agua para eliminarles la suciedad. Los partimos en 4 pedazos -si tenemos paciencia, podemos hasta pelarlos, pero es un trabajo de chinos- y los colocamos todos juntos en una cazuela. Añadimos el azúcar y damos unas vueltas. Arrimamos a fuego suave y dejamos que la mezcla hierva suavemente unos 25 minutos, momento en el que apartaremos la olla del fuego. Cuando la mermelada esté bien fría, la rociamos con el ron, damos unas vueltas para que se integre bien y la guardamos en tarros bien cerrados en la nevera.

NATILLAS

1 l. de leche
8 yemas
1 cucharada de harina rasa
5 cucharadas de azúcar

Hervimos la leche con algún aroma que nos guste, canela, cáscaras de cítrico o 1 rama de vainilla abierta en dos y rascados sus granos. Una vez hervida la dejamos templar a un costado. En un bol mezclamos con unas varillas batidoras las yemas de huevo, la harina y el azúcar, debiendo quedar bien lisa la mezcla. Poco a poco, vamos añadiendo a esta mezcla y sin dejar de batir, sobre el bol, la leche recién hervida, pero lentamente, para que no se nos hagan grumos y quede bien liso. Una vez toda la leche añadida a la papilla de yemas, harina y azúcar, volcamos la mezcla a la cazuela en la que hirvió la leche y la arrimamos a fuego muy suave, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera hasta que la natilla espese ligeramente, momento en el que la repartiremos en varios cuencos.
La vieja tradición de colocar encima un galleta y guardarla es macanuda. Así no hace una película superior oscura y la galleta hace de aislante o protector, impidiendo que caigan en el interior mollejas de ternera o criadillas de cordero.

TARTA DE MANZANA TATIN

6 manzanas golden, peladas y en 4 gajos, descorazonados y frotados con zumo de limón
125 g. de mantequilla blanda
150 g. de azúcar en polvo
1 vainilla abierta y rascados sus granos
250 g. de hojaldre estirado en un disco fino, del tamaño del molde de la tarta

Para hornear esta tarta usaremos una sartén de hierro, sin elementos plásticos para poder meterla en el horno y no montar un pifostio que nos queme la casa. La untamos con parte de la mantequilla, abundantemente por el fondo y las paredes. La vainilla la cortamos en dos y rascamos sus granos que meteremos en el vaso de una batidora junto con el azúcar, accionando la máxima potencia para obtener un azúcar vainillado muy aromático. Espolvoreamos parte de ese azúcar por el fondo de la sartén enmantequillada. Apoyamos 12 gajos de manzana en el fondo, bien apretadas y espolvoreamos más azúcar por encima, además de unos trozos de mantequilla, colocando una segunda capa de gajos de manzana hasta acabar con las otras 12. Volvemos a espolvorear, acabando con el azúcar y colocamos otros pedazos de mantequilla. Cubrimos la sartén con papel de aluminio y la introducimos al horno unas 2 horas a 160º, hasta que las manzanas se caramelicen en su propio jugo. Para verificar el punto de cocción bastará con atravesarlas con el filo de un cuchillo que deberá penetrar sin dificultad, además de que las manzanas tendrán un bonito y atractivo color dorado. Le retiramos el papel de aluminio. Si al sacar la sartén del horno vemos que nadan en mucho jugo, la colocamos a fuego suave hasta que reduzca y quede el fondo más seco. Dejamos que la sartén y las manzanas alcancen temperatura ambiente.
El hojaldre tiene que estar cortado del tamaño de la circunferencia de la sartén o un poco mayor. Jamás menor ya que con la cocción se contrae y nos dejaría las manzanas al descubierto. Lo colocamos sobre ellas, introduciendo los bordes hacia abajo, apretando bien para que se deslice alrededor de las manzanas. Lo pinchamos con un tenedor para que salga el vapor que desprendan las manzanas y metemos de nuevo la tarta al horno durante 30 minutos aproximadamente, a 170º Sacar del horno cuando todo el hojaldre este bien dorado y dejarla enfriar. Para desmoldar, colocar la sartén 30 segundos sobre el fuego para que se ablande y se suelten las manzanas del caramelo y voltearla sobre un plato, como si fuera una tortilla. Es una tarta que como habréis visto en la receta se hornea al revés. La podemos hacer también, de la misma forma, con melocotones, albaricoques, ciruelas hermosas o, incluso, con peras.

OPILLA DE SAN MARCOS

225 g de mantequilla blanda
280 g de azúcar
1 limón rallado
Un poco de sal
115 g de almendra en polvo
Media cucharadita de levadura en polvo
200 g de harina
3 huevos

Mezclar bien la mantequilla con el azúcar. Añadir a esta mezcla el limón rallado, la pizca de sal, la almendra en polvo y la cucharadita de levadura. Volverlo a mezclar bien pero sin darle muchas vueltas.
Incorporar en tres veces la harina y los huevos, echando 1/3 de los mismos en cada vez. Mezclar sin mover mucho la preparación.
Introducir la masa en un molde de bizcocho de 24 cm. Meter al horno a 175º durante 20 minutos. Desmoldar y dejar enfriar antes de comer.

MELOCOTÓN MELBA

1 melocotón en almíbar partido en dos
Helado de vainilla
Salsa de frambuesas

Colocamos en el fondo de una copa de cristal de postre medio melocotón en almíbar con la parte plana hacia arriba. Lo rellenamos con abundante helado de vainilla, bien cremoso y lo cubrimos con la otra mitad de melocotón en almíbar, con la parte abombada hacia arriba, apretando para que se pegue bien al helado. Cubrimos con abundante salsa de frambuesas y servimos bien frío.

TARTA DE QUESO TOSTADA

Para el molde:
250 g de harina
175 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 huevos

Relleno:
125 g de nata
3 huevos
2 cucharadas de azúcar
1 terrina entera de queso ?Filadelfia?
Sal y una pizca de Roquefort

Para el molde:
Mezclamos los ingredientes para hacer la masa. En un bol, introducimos la harina y el azúcar, damos unas vueltas y añadimos la mantequilla blanda. Vamos amasando, de forma que se vaya integrando la grasa y al final añadimos los huevos que también deberán integrarse perfectamente. En el momento que la masa se despega de las paredes del bol, la envolvemos en una tira de papel filme y la dejamos reposar en la nevera una media hora. Partimos la masa en dos (hay como para hacer 2 tartas medianas). La estiramos con un rodillo muy fina y forramos un molde que estará previamente untado de mantequilla y espolvoreado con harina. Apretamos bien para que quede bien fijada y cortamos el exceso de masa por arriba. La dejamos reposar así estirada en el molde, al menos 20 minutos en la nevera. Entonces la horneamos unos 15 minutos a 180ºc. habiendo rellenado el interior con alubias secas sobre una hoja de papel sulfurizado, para que la masa no se infle. La sacamos del horno y dejamos reposar hasta que se enfríe. Mientras hacemos el relleno.

Para el relleno:
Mezclamos todos los ingredientes en un bol, batiendo enérgicamente hasta conseguir una crema bien lisa. Para que no se nos caiga la mitad del relleno al suelo, conviene verterlo sobre el fondo de tarta apoyado ya sobre la bandeja del horno, de forma que no tengamos que ir manteniendo el equilibrio desde la mesa hasta el horno, haciendo el bobo. La vertemos en el interior del molde horneado, hasta el ras y con cuidado, empujamos la bandeja de horno con la tarta encima hasta el fondo, cerrando la puerta y dejando que cueza a 200º durante unos 25 minutos. De todas formas es mejor comprobar que el relleno queda cuajado, tembloroso en su interior y ligeramente tostada su superficie. La dejamos enfriar y la servimos.

DULCE DE MEMBRILLO

2 Kg. de membrillo
1?6 Kg. de azúcar
El zumo de 1 limón

Es importante que el membrillo una vez pelado y despepitado de en la balanza los 2 Kg. de peso. Entonces lo colocamos en un bol amplio y lo rociamos con el azúcar y el zumo de limón. Lo dejamos reposar, así, bien tapado en la nevera unas 8 horas. Pasadas, añadimos el contenido del bol a una cazuela bien amplia y lo arrimamos a fuego vivo, de forma que hierva sin que se agarre, unos 60 minutos. Si es necesario, bajamos el fuego con tal de que no se agarre y no dejamos de dar vueltas para que la fruta no se pegue al fondo.
Pasado ese tiempo, pasamos la fruta a través de un pasapurés a un recipiente rectangular de plástico, que nos hará las veces de molde. Lo dejamos enfriar, lo cubrimos y lo almacenamos en la nevera bien tapado. Cuando enfría, cuaja, formando un bloque de apetecible color dorado. Bastará con cortar gruesas láminas para acompañalas con queso, chocolate negro, etc.

SOPA FRESCA DE HIGOS, LIMÓN VERDE Y ALBAHACA

16 higos maduros
3 plátanos maduros
1 l. de agua
160 g. de azúcar
1 rama de vainilla abierta y rascados sus granos
Ralladura y zumo de 4 limones verdes
1 buen puñado de albahaca fresca

Deshojamos la albahaca y cortamos en tiras sus hojas. Reservamos los tallos. Pelamos y picamos el plátano en dados muy pequeños, colocándolo en un bol al que añadiremos las ralladuras, el zumo de los limones verdes y las hojas de albahaca en tiras, reservando esta mezcla en la nevera en el mismo bol. Hervir el agua con el azúcar, la vainilla abierta y rascada y los tallos de albahaca. Nada más roto el hervor, la retiramos del fuego y cubrimos la cazuela, dejando que enfríe. Dejamos que se refresque bien en la nevera o para acelerar el proceso, sumergimos la sopa en un baño de agua helada con hielos. Mezclamos la sopa helada con la fruta del bol y los higos pelados y cortados en cuartos. El éxito de este postre es que nos lo comamos muy, muy frío. Hecho con horas de antelación y en la nevera estará mundial. Si encima espolvoreamos por la superficie al servirlo unas grosellas frescas o moras o frambuesas o fresas o fresitas del bosque, entraremos en un estado placentero de shock traumático. Y si además colocamos en el centro de todo esto una bola de helado de limón o de naranja, se nos aparecerá Santa Catalina de Siena.