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BUÑUELOS DE VIENTO

80 g de mantequilla
1 cucharada de azúcar
1 vaso de agua
1 pizca de sal
200 g de harina
5 huevos

En un cazo se pone al fuego el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar. Cuando rompe el hervor, añadimos de golpe la harina y vamos mezclando con una cuchara y trabajando al fuego hasta que conseguimos una masa que se despega fácilmente del cazo. Se retira del fuego y se deja enfriar un rato en la misma cazuela. Cuando la masa está templada, se van echando los huevos uno a uno, enteros sin batirlos previamente. No hay que echar un huevo hasta que el anterior se ha integrado en la mezcla perfectamente. Uno tras otro.
Ponemos aceite de oliva en una sartén, abundante, y con una cuchara mojada en aceite, para que no se pegue la masa, vamos pellizcando porciones del tamaño de una nuez y echándolas en el aceite humeante, para que se frían homogéneamente. Hay quienes echan una cáscara de limón al aceite para que aromaticen. Vamos friendo los buñuelos y los vamos escurriendo.
Cuando están templados, los abrimos por un costado con unas tijeras, les retiramos un pellizco de masa del interior para que quepa el relleno que les introducimos.
Si no los vamos a rellenar, bien calientes, los espolvoreamos de azúcar en polvo y canela y los servimos.

MASA DE PROFITEROLES

1/4 l. de agua
1 pizca de sal
60 g. de mantequilla
125 g. de harina
3 huevos

En una cazuela ponemos a hervir el agua, la sal y la mantequilla. Una vez hervido, retiramos del fuego y añadimos de golpe la harina tamizada, dando meneos con una cuchara de madera para hacer un masa lisa. La arrimamos de nuevo al fuego y la trabajamos a fuego suave hasta que se despegue de las paredes de la cazuela. La retiramos del fuego de nuevo y le vamos añadiendo los huevos uno a uno, dejando que se integren perfectamente en la masa, siempre antes de añadir el siguiente huevo.
Entonces metemos la masa en una manga con boquilla ancha y lisa y sobre una bandeja de horno ligeramente untada de aceite de girasol, hacemos mondonguitos del tamaño de una nuez o del tamaño que queramos, teniendo en cuenta que una vez en el horno duplicarán su volumen.
Los untamos ligeramente con una pizca de huevo batido y los horneamos a 190/200ºc. unos 20 minutos, sin abrir la puerta del horno en el transcurso de la cocción, para que no tengamos una catástrofe y de repente los profiteroles se apachurren y no se hinchen bien.
Los dejamos enfriar y los rellenamos como queramos, espolvoreándolos con azúcar en polvo. ¡Ala, todos a engordar, vivan los michelines!

OPILLA DE SAN MARCOS

225 g de mantequilla blanda
280 g de azúcar
1 limón rallado
Un poco de sal
115 g de almendra en polvo
Media cucharadita de levadura en polvo
200 g de harina
3 huevos

Mezclar bien la mantequilla con el azúcar. Añadir a esta mezcla el limón rallado, la pizca de sal, la almendra en polvo y la cucharadita de levadura. Volverlo a mezclar bien pero sin darle muchas vueltas.
Incorporar en tres veces la harina y los huevos, echando 1/3 de los mismos en cada vez. Mezclar sin mover mucho la preparación.
Introducir la masa en un molde de bizcocho de 24 cm. Meter al horno a 175º durante 20 minutos. Desmoldar y dejar enfriar antes de comer.

SALSA HOLANDESA RÁPIDA

3 ó 4 yemas de huevo grandes
125 g. de mantequilla
2 cucharadas de agua
El zumo de ? limón
Sal y pimienta al gusto

Podemos hacer esta salsa de dos formas. O al baño maría o en una batidora con termostato de calor. El caso es que explicaremos la primera opción dejando que la de la batidora la experimente cada uno adaptándola a las posibilidades de cada máquina.
Colocamos un bol al baño maría. Para eso hervimos agua en una cazuela y roto el hervor la sacamos del fuego. Apoyamos un bol que encaje sobre el baño de agua caliente de forma que haga de peana y además de baño maría. Añadimos las yemas de huevo, el agua, el limón y salpimentamos, batiendo la mezcla enérgicamente con unas varillas, de forma que comiencen a esponjar y espesar. En ese momento vamos añadiendo la mantequilla fría en dados para ir montando la salsa, sin dejar de batir. Cuando vemos que la salsa está bien amarilla y espesa la retiramos del fuego y le añadimos si nos apetece un poco de estragón fresco picado, que es la hierba típica de la holandesa. La podemos usar para acompañar pescados o carnes a la plancha o a la parrilla.

PURÉ DE PATATAS CON MANTEQUILLA

1 Kg. de patata cocida (la patata se cuece con piel, después se pela y se pesa 1 Kg.)
600 g de mantequilla fría (No, no nos hemos equivocado).
1/2 vaso grande de leche
1/2 vaso de nata líquida

La patata, bien limpia y sin pelar, la cocemos en abundante agua sazonada, a fuego suave, hasta que podamos atravesarla con el filo de un cuchillo. Coceremos 1 kilo pasado para que una vez pelada, nos quede más o menos 1 kilo de pulpa.
Una vez cocida y pelada ponerla en un bol y echar la mantequilla, accionando la batidora. Para que la patata no tenga un aspecto de goma se debe hacer lo más rápido posible. Después echar poco a poco la nata y la leche hervidas aparte y mezclar hasta que el puré esté bien liso y sin grumos. Poner a punto de sal y comerlo. Si se enfría, podemos darle calor a fuego muy suave o mejor, en el microondas.
La manera más razonable pero engorrosa de hace el puré, es a la antigua, es decir, pasar la pulpa de patata cocida por un pasapurés y volcarla en una cazuela puesta a fuego muy suave. Con una espátula de madera, secar unos minutos la pulpa al fuego, sin dejar de dar vueltas y añadir la mantequilla fría, poco a poco. Pasados unos minutos, cuando esté totalmente absorbida, añadimos la nata y la leche hervidas, también poco a poco y sin dejar de dar vueltas, hasta que el puré que de cremoso y perfectamente ligado. Sazonar.
Algunos añaden nuez moscada al puré. Nosotros preferimos el puré sólo con sabor a patata.

ENSALADA DE PATATAS, MANTEQUILLA MONTADA Y SALMÓN AHUMADO

8 patatas medianas
1 cabeza de ajos
1 trozo de puerro
3 granos de pimienta negra
8 lonchas hermosas de salmón ahumado
5 cucharadas de agua
150 g de mantequilla
1 puñado de cebollino, perejil y eneldo picados toscamente
El zumo de 1 limón
Sal y pimienta
1 pizca de aceite de oliva virgen

En una cazuela amplia con abundante agua salada, la cabeza de ajos, el puerro y la pimienta en grano, introducimos las patatas con piel, lavadas. Arrimamos a fuego suave y las cocemos muy despacito, para que no revienten. Las escurrimos, pelamos y cuando estén templadas las cortamos en rodajas de 1 cm. Hervir en un cazo las cucharadas de agua e ir añadiendo, batiendo sin cesar con unas varillas metálicas, la mantequilla fría en dados, hasta que la salsa espese y obtengamos una mantequilla montada cremosa. Es importante que el hervor sea continuo y que añadamos la mantequilla fría muy lentamente. Fuera del fuego le añadimos el zumo de limón y las hierbas picadas. Salpimentamos. Introducir las rodajas de patata cocida dentro de la salsa de mantequilla caliente, embadurnándolas bien. Colocarlas bien ordenadas en el centro de un plato o una fuente y sobre ellas los escalopes de salmón ahumado, cubriéndolas completamente. Rociamos con un fino cordón de aceite de oliva virgen y si no las hemos empleado todas, con una pizca de las hierbas picadas. Acompañar con pan tostado.