Archivo de la categoría: PESCADOS Y FRUTOS DE MAR

PERLÓN MEUNIÈRE

4 perlones hermosos con piel, descamados y limpios de espinas laterales
1 cucharada de aceite de oliva
1 pedazo grande de mantequilla
El zumo de 2 limones
Perejil picado
Harina y sal

Sazonar los perlones por sus dos lados y el interior. Colocar en una sartén amplia el aceite y la mantequilla y arrimarla a fuego suave. Dejamos que la mantequilla empiece a soltar una espumita blanca, pero ojo, sin que se queme. Pasamos los perlones por harina, de uno en uno, conforme los vayamos a freír y les sacudimos el exceso, metiéndolos en la grasa caliente por uno de sus lados. Los dejamos cocinarse a pequeña fritura, para no quemar la grasa, rociándolos por encima. Pasados unos 5 minutos, les damos la vuelta ?los podemos hacer si la sartén es cómoda, de dos en dos- y dejamos que se hagan otros 4 minutos por el otro lado, hasta que veamos que los lomos se despegan fácilmente de la espina. Los retiramos y freímos los otros dos de la misma forma. Una vez hechos ?podemos darles a los dos primeros para atemperarlos un golpe leve de microondas-, añadimos a la grasa de freírlos el zumo de limón y dejamos que se reduzca unos segundos al fuego, ligando y espesando el jugo. Rascamos el fondo para despegar el tostado que pueda haber quedado en la sartén. Añadimos unas nueces de mantequilla fresca, damos un meneo, espolvoreamos con abundante perejil y un poco de sal y con este jugo muy sabroso, rociamos los perlones.
(Dicen los libros de Escoffier y de D.Teodoro Bardají ?imaginamos que la Parabere dirá lo mismo- que la meunière hay que acompañarla con patatas al vapor. Pues nosotros, para fastidiar un poco decimos que cada uno coma la meunière como le venga en gana: ensalada de lechuga, de tomate, patatas frita, bróculi salteado, etc.)

PULPO A LA GALLEGA MAROLA

1 pulpo de 1,5 kg. cocido
2 cucharaditas de pimentón dulce de la vera
1/2 cucharadita pequeña de pimentón picante de la Vera
Sal gruesa
Aceite de oliva virgen extra
1/2 kg. de patatas medianas con piel
Agua

Una vez retirado el pulpo del agua de cocción, lo dejamos templar bien estirado, para que sus tentáculos queden bien derechos. No tiramos el agua. Si está alegremente sazonada, introducimos las patatas a borbotones muy suaves, de forma que en 10-15 minutos queden perfectamente cocidas. Las dejamos templar y las pelamos, partiéndolas en rodajas de 1 cm. de grosor. Las estiramos en una bandeja.
Sobre las patatas estiramos los pedazos de pulpo cortados a cuchillo o con unas tijeras, en gruesos cachos. Los formalismos y la más vieja tradición gallega, indica que las puntas más finas de los tentáculos y la cabeza no deben aliñarse, sino tirarse. Como nosotros no tiramos nada, lo que podemos hacer es o comerlos sin que nadie se lleve las manos a la cabeza, por que están buenísimas o reservarlas para hacer el relleno de una empanada o unas empanadillas.
Añadimos generosamente sobre el pulpo unos granos de sal gruesa y espolvoreamos los pimentones delicadamente sobre el conjunto. Es mejor comer el pulpo tibio.

ESCABECHE DE SALMÓN

800 g de salmón fresco cortado en tacos de 3×3 cm.
2 cucharadas soperas de sal gorda
1 cucharada sopera de pimienta negra
4 hojas de laurel
12 ramas de perejil
4 ramas de tomillo
2 cucharadas soperas de pimentón dulce de la vera
1?2 l. de aceite de oliva virgen extra
600 g de vinagre de sidra o de Jerez

Es importante que nos preparen en la pescadería el salmón cortado en dados. Será mejor que nos retiren la piel antes de trocearlo, puesto que escabechada suele quedar gomosa y desagradable. Es mejor dejar la piel del salmón cuando lo vamos a tostar y queda crujiente.
Colocamos en una cazuela amplia los dados de salmón, de forma que no queden amontonados y estén en mayor número en contacto con el fondo del recipiente. Añadimos la sal, los granos de pimienta, las hojas de laurel enteras, las ramas de perejil, el tomillo y el pimentón dulce. Con ayuda de las manos damos vueltas cuidadosamente al pescado con los ingredientes añadidos, de forma que se entremezclen perfectamente los distintos elementos.
Sobre el pescado ?aliñado?, rociamos el aceite de oliva virgen y el vinagre, momento en el que arrimamos la cazuela a fuego muy suave, para que no se nos agarre al fondo.
En el momento que veamos que surgen los primeros hervores por toda la cazuela, apagamos el fuego y dejamos que los dados de salmón se terminen de escabechar en su propio jugo. Una vez tibios, los podremos rescatar y acompañarlos con unas patatas cocidas y laminadas o con remolacha en dados o sencillamente con una ensalada verde de lechuga o escarola, aliñada con el propio jugo del escabechado.

Si no añadimos sal a los escabeches, estos duran más almacenados en la nevera. Cuando los comemos, escurridos, es cuestión de añadirle unos granos de sal.
En el jugo de cocción que nos sobra, una vez terminado el pescado, podemos volver a escabechar de nuevo unos dados de salmón o de jurel o de caballa. Así aprovechamos al máximo la receta.

SARDINAS REBOZADAS

24 sardinas de tamaño mediano, destripadas y descabezadas
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal

Sazonar las sardinas. Si queremos las podemos desespinar o sugerir al pescadero que lo haga. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien las sardinas con la harina y seguidamente sumergiéndolas en el huevo batido. Pescarlas de nuevo y deslizarlas en el aceite caliente. Las volteamos rápidamente y las freímos 1 minuto por cada lado, escurriéndolas sobre papel absorbente. Las vamos friendo de esta forma hasta terminar con la última. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.

ALETAS (HEGALAS) DE PESCADILLA EN SALSA VERDE CON PATATAS

1 Kg. de aletas de pescadilla limpias (hegalas), sin pellejos ni partes negras
10 cucharadas de aceite de oliva
1 vaso pequeño de vino blanco
Caldo de pescado o agua
2 dientes de ajo picados
Perejil picado
3/4 Kg. de patatas pequeñas cocidas, cortadas en láminas gruesas
Sal

En una cazuela baja y ancha colocar las aletas sazonadas con la piel hacia arriba y verter el aceite de oliva y el ajo picado. Colocar a fuego muy suave y hervir muy lentamente, moviendo la cazuela en vaivén, durante unos 4 minutos.
Cuando comiencen a soltar gelatina (lo advertiremos al ir enturbiándose el aceite), añadimos el vino blanco y seguimos moviendo a fuego muy suave. Les damos la vuelta y añadimos la pizca de caldo o agua.
Según la naturaleza de las aletas y su grado de frescura, ligarán mejor o peor. La salsa ha de quedar untuosa, ligeramente espesa, en ningún caso muy consistente. Al final, añadimos las rodajas de patata dando un buen meneo. Espolvoreamos el perejil picado y servimos.
Podemos pasar ligeramente el pescado por harina y sacudirlo bien, antes de comenzar el guiso, para que la salsa quede más ligada. Que cada uno escoja el procedimiento que más le guste.

CARRILLERAS DE RAPE EN SALSA VERDE CON PATATAS

1 Kg. de carrilleras de rape limpias, sin pellejos y deshuesadas
10 cucharadas de aceite de oliva
1 vaso pequeño de vino blanco
Caldo de pescado o agua
2 dientes de ajo picados
Perejil picado
1/4 Kg. de patatas pequeñas cocidas, cortadas en láminas gruesas
Sal

En una cazuela baja y ancha colocar las carrilleras sazonadas con la piel hacia arriba y verter el aceite de oliva y el ajo picado. Colocar a fuego muy suave y hervir muy lentamente, moviendo la cazuela en vaivén, durante unos 4 minutos. Cuando comiencen a soltar gelatina (lo advertiremos al ir enturbiándose el aceite), añadimos el vino blanco y seguimos moviendo a fuego muy suave. Les damos la vuelta y añadimos el chorrito de caldo o agua. Según la naturaleza de las carrilleras y su grado de frescura, ligarán mejor o peor. La salsa ha de quedar untuosa, ligeramente espesa, en ningún caso muy consistente. Al final, añadimos las rodajas de patata dando un buen meneo. Espolvoreamos el perejil picado y servimos.
(Podemos pasar ligeramente el pescado por harina y sacudirlo bien, antes de comenzar el guiso, para que la salsa quede más ligada. Que cada cual escoja el procedimiento que más le guste).

MARMITAKO DE SALMÓN

Para el caldo:
Medio Kg. de pieles y espinas de salmón
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
2 zanahoria en rodajas
1 diente de ajo pelado
1 cebolla troceada
1 puerro troceado
Agua

Para el marmitako:
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 pimiento morrón rojo
2 pimientos verdes
La pulpa de 2 pimientos choriceros remojados en agua
1 cebolleta picada
1 diente de ajo picado
4 patatas hermosas
1 taza de salsa de tomate

Además:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
400 g de dados grandes y limpios de salmón
Perejil picado
Sal

Para hacer el caldo: Rehogar en una cazuela las pieles y las espinas en el aceite, a fuego fuerte e incorporar las verduras. Cubrir sobradamente con agua, sazonar ligeramente y hervir fuerte unos 15 minutos. Colar.

Para seguir con el marmitako: Rehogar durante 5 minutos en el aceite, suave, los pimientos y la cebolleta picados. Añadir el ajo y darle unas vueltas. Pelar las patatas, cascarlas a lo pobre y rehogarlas en el fondo de verduras durante unos minutos. Añadir la salsa de tomate y rehogar unos minutos más. Cubrirlas con abundante caldo hecho anteriormente, sazonar y cocer a fuego lento hasta que la patata esté en su punto y tierna.

Para acabar, en una sartén muy caliente con 2 cucharadas de aceite, saltear los dados de salmón sazonados. Realizar esta operación muy rápidamente para que el pescado no se seque. Volcarlo a las patatas guisadas. Rectificar de sal y espolvorear con el perejil. Servir rápido porque si se mantiene demasiado tiempo al calor puede secarse el pescado.

Podemos añadir también cuando rehogamos la verdura, una punta de picante como la guindilla.

TRUCHAS EN ESCABECHE

1?5 Kg. de truchas, limpias y partidas en dos a lo ancho
Harina y aceite para freír
2 cebolletas hermosas en tiras
8 dientes de ajo enteros
1 loncha de jamón serrano muy veteada
1 hoja fresca de laurel
1 ramita de tomillo, romero y salvia
10 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de pimentón dulce de la vera
Media cucharada de pimentón picante de la vera
Medio litro de aceite de aceite de oliva virgen
1 cuarto de litro de vinagre de sidra
1 cuarto de litro de vino blanco
Sal

Las truchas lo mejor es que nos las trocee el pescadero. Las sazonamos, las pasamos ligeramente por harina y las freímos en abundante aceite con unos ajos. Las escurrimos y las reservamos. Poner una cazuela amplia al fuego con las cucharadas de aceite de oliva y añadir las cebolletas, los ajos, la loncha de jamón partida en dos y una pizca de sal, cocinando a fuego suave 10 minutos. Entonces incorporar los pimentones, las hierbas y el laurel, dar unas vueltas y añadir el aceite de oliva virgen, el vinagre de sidra y el vino blanco. Al primer hervor, dejamos hervir 5 minutos para que el vinagre pierda su fuerza y sumergimos en este escabeche el pescado frito, dejando al fuego mínimo unos 5 minutos más, sin hervir esta vez, retirando del fuego y dejando enfriar.
Lo mejor es comerse todo este festival una vez que hayan pasado al menos 12 horas, a temperatura ambiente, de forma que el pescado esté bien empapado. Acompañarlo con unas patatas cocidas y aliñadas con la verdura y el jugo del escabeche, con una pizca de sal.

KOKOTXAS DE PESCADILLA EN SALSA VERDE

850 g de kokotxas de pescadilla limpias de barbas y pieles sobrantes, sazonadas
4 dl. de aceite de oliva virgen
1 pizca de vino blanco
1 pizca de agua
3 dientes de ajo picados
Perejil picado

Calentar el aceite con el ajo y cuando comience a bailar, retirar la cazuela del fuego y colocar las kokotxas ordenadas con la piel hacia arriba. Añadir el vino, moviendo la cazuela para comenzar a ligar la salsa. Volver a colocar la cazuela a fuego suave, hasta que veamos que asoma por la superficie, tímidamente un pilpileo del aceite. Vamos dando vueltas a la cazuela, dulcemente y espesando la salsa con la muñeca, añadiendo una pizca de agua si vemos que espesa demasiado, no debe ser una salsa muy gruesa. Para servirlas las espolvoreamos con el perejil.
La verdad es que no se pueden dar cantidades exactas de agua para aligerar la salsa pues según las kokotxas necesitarán más o menos. Hay kokotxas que sólo con el aceite forman salsas perfectas de espesor y con otras se obtienen salsas demasiado consistentes.
Hay que tener mucho ojo con el tiempo de cocinado de las kokotxas y la temperatura. No hay que hacerlo nunca a fuego elevado para no romper las kokotxas.

HÍGADO DE RAPE ENCEBOLLADO

1 kg. de hígado de rape crudo
Una pizca de harina
6 cebollas cortadas en finas tiras
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 pizca de vino blanco
Sal

Primero pinchamos el hígado de rape con unas ligeras incisiones y lo sumergimos en agua helada ligeramente salada unos 15 minutos. Lo secamos y lo partimos en gruesos escalopes. En una cazuela amplia introducimos las cebollas, sal y aceite de oliva. Arrimamos a fuego suave y las doramos lentamente, 45 minutos al fuego. Enharinamos las tajadas de hígado, sacudiendo el exceso suavemente. Arrimamos al fuego una sartén con 1 dedo de aceite a fuego fuerte. Sin dejar que se queme en absoluto, introducimos el hígado y dejamos que se doren en el aceite unos 2 minutos, según su grosor. Los vamos volteando con una espumadera, de forma que bajo una costra dorada y crujiente se esconda una carne sonrosada y jugosa. Que no se seque. Al sacarlo, lo escurriremos sobre una hoja de papel.
Deslizamos el hígado dorado en la cebolla caliente y echamos una pizca de vino blanco, dejando que hierva unos instantes a fuego suave. Dejamos reposar y servimos.