Archivo de la etiqueta: Tomate

SALSA DE TOMATE

2 Kg. de tomates muy maduros
3 cebollas hermosas picadas
Aceite de oliva
1 pizca de azúcar
Sal

Añadir aceite a una cazuela y sofreír ahí a fuego medio las cebollas ligeramente sazonadas durante unos 35 minutos. Pasados, añadimos el azúcar y los tomates maduros, lavados y troceados. Dejamos que a fuego suave vayan cociendo muy lentamente unas 2 horas o hasta que la salsa de tomate haya evaporado el máximo de agua y esté reducida. La sazonamos y si es necesario por estar ácida, le añadimos un poco más de azúcar. La podemos dejar así, natural o pasarla por un pasapurés para dejarla más fina, teniendo la precaución de volverla a hervir, para que recupere el color encarnado.
(Por cierto, en este caso no no conviene dejarse llevarse por la pereza de usar la batidora en lugar del pasapurés, pues lo que conseguiremos es perder el color rojo de la salsa de tomate. Nos saldría una aproximación anaranjada).

VERDEL FRITO CON TOMATE

8 verdeles pequeños o 4 de tamaño medio
Harina
Sal
Aceite de oliva para freír
2 dientes de ajo
1 l. de salsa de tomate
1 pizca de vinagre de sidra

Que en la pescadería nos los limpien perfectamente, retirándoles las tripas, la cabeza, las espinas laterales y la cola. Si son pequeños, los partimos en dos y si son medianos, en cuatro. Verter en una sartén el aceite de oliva, cubriendo aproximadamente 2 dedos de altura. Poner a fuego suave junto a los ajos para que se empape del aroma y los ajos no se quemen. Entonces, a los pocos minutos retiramos los ajos y subimos la temperatura, introduciendo el pescado sazonado y enharinado ligeramente, teniéndolo 1 minuto por cada lado. Los hacemos en 2 ó 3 tandas, para que no baje la temperatura del aceite. Dorados y crujientes, los escurrimos y los deslizamos en la salsa de tomate caliente, añadiendo la pizca de vinagre, dando un hervor. Los dejamos reposar al menos una noche para que se empapen bien y los comemos, calentándolos en el microondas o donde más nos plazca.

KETCHUP CASERO

2 Kg. de tomates muy maduros
3 cebollas hermosas picadas
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
3 cucharadas de azúcar
5 cucharadas de vinagre de sidra
1 cucharada hermosa de miel
2 granos de comino
2 granos de pimienta
1 clavo de olor
100 g. de mantequilla
Sal

En una cazuela, colocamos el azúcar y la miel, dejando que a fuego lento se caramelice sin quemarse. Entonces añadimos rápidamente el vinagre, dejamos que se evapore ligeramente y añadimos las especias y la mantequilla. Sin tardar para que no se queme el fondo, añadimos las cebollas picadas y el ajo, además de un buen chorretón de aceite de oliva. Sazonamos y dejamos que a fuego muy suave esta vez, la cebolla y el ajo se sofrían unos 45 minutos. Pasado el tiempo, añadimos los tomates maduros, lavados y troceados. Dejamos que a fuego suave vayan cociendo muy lentamente unas 2 horas o hasta que el ketchup haya evaporado el máximo de agua y esté reducido. Lo sazonamos y si es necesario por estar ácido, le añadimos un poco más de azúcar o miel. Lo podemos dejar así, natural o pasarlo por un pasapurés para dejarlo más fino, teniendo la precaución de volverlo a hervir, para que recupere el color encarnado. Si nuestros hijos comen esto con los filetes rusos en vez del ketchup de bote, serán mucho más listos, más altos y más guapos.

SALSA ROMESCO

800 g de tomates maduros, lavados y enteros
1 cabeza de ajos
2 cucharadas de avellanas tostadas
1 kuskurro de pan tostado
4 pimientos choriceros
12 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Jerez

Colocar los tomates en una bandeja con la cabeza de ajos. Meterlos en un horno a 200º hasta que los tomates y los ajos estén perfectamente asados. Sacarlos y dejarlos templar. Por otro lado poner a remojo los choriceros en agua tibia, dejándolos así 2 horas. Si queremos acelerar este proceso les damos un hervor rápido en agua y los dejamos así, retirados del agua a remojo, unos 15 minutos. No es lo mismo pero vale.
Pasado este tiempo y cuando la pulpa esté blanda, con ayuda de una puntilla o de una cuchara, extraerles la pulpa, abriéndolos en dos, retirando las pepitas y la piel.
La cabeza de ajos asados cortarla por la mitad y apretar con los dedos para sacar la pulpa de ajo asada. Pelar los tomates quitándoles las pepitas y el pedúnculo. Escurrirlos del exceso de agua y meterlos en el vaso de una batidora junto con el pan tostado, la pulpa de ajo asada, la pulpa de los choriceros y las avellanas. Accionar la máxima potencia, triturar bien y cuando obtengamos un puré liso, añadir el vinagre de Jerez y el aceite de oliva virgen extra, en fino cordón, para que emulsione lentamente. Seguir triturando 1 minuto y colar. Reservar la salsa en un bol bien tapada.

SALSA ROSA

Alrededor de 3/4 l. de aceite de oliva
4 yemas de huevo
3 cucharadas de vinagre de sidra
1 pizca de sal
1 pizca de zumo de naranja
1 cucharada de salsa ketchup
1 cucharada de mostaza
2 cucharadas de salsa de tomate frito
Unas gotas de salsa de soja

La salsa rosa es una salsa comodín, derivada de una buena mayonesa, así que si la mayonesa no es buena, la salsa rosa tampoco. Es el comodín de muchos platos y acompaña bien a mariscos, ensaladas, verduras cocidas, bocadillos, sandwiches, etc.
Si queremos suavizarla aún más, deberemos utilizar aceites muy suaves, incluso llegando a mezclar oliva con girasol o empleando girasol sólo. El vinagre lo podemos sustituir en su totalidad o en parte por zumo de limón. Sea como fuere, procederemos de la siguiente forma.
En un bol introducimos el vinagre, la sal, la mostaza y la salsa de soja. Añadimos las yemas de huevo y el brazo de una batidora, accionando la máxima potencia. Entonces, comenzamos a añadir en fino hilo el aceite, de forma que vayamos levantando y bajando la batidora. Poco a poco hasta que veamos que la salsa comienza a engordar y a estar bien ligada. Es importante no parar nunca el turmix para que la mayonesa no se corte. Si se corta hay un remedio. Colocamos en un bol dos cucharadas de agua caliente y con ayuda de unas varillas batidoras vamos añadiendo la mezcla cortada poco a poco sin dejar de batir, viendo como la mayonesa se va montando y espesando. Es importante que se haga poco a poco y que quede bien espesa. Una vez la mayonesa montada, viene la transformación. Añadimos el zumo, el ketchup y la salsa de tomate. Mezclamos bien y rectificamos el sazonamiento, añadiendo más sal, más zumo, hasta pillarle un punto a nuestro gusto. Guardarla al frío antes de comerla.

HIGADO DE TERNERA CON TOMATE

1 Kg. de hígado de ternera cortado en escalopes y a su vez en pedazos medianos
2 cebollas cortadas en finas tiras
4 dientes de ajo picados
Aceite de oliva
1 pizca de vino blanco
1/2 l. de salsa de tomate
Sal

En una cazuela amplia introducimos las cebollas, el ajo, sal y aceite de oliva. Arrimamos a fuego suave y las doramos lentamente, 45 minutos al fuego. Entonces añadimos la salsa de tomate y dejamos que hierva el conjunto otros 15 minutos más. Arrimamos al fuego una sartén con una pizca de aceite a fuego fuerte. Sin dejar que se queme en absoluto, introducimos el hígado, de poco en poco y dejamos que se dore en el aceite unos segundos, sin que se seque. Lo vamos volteando, de forma que bajo una costra dorada se esconda una carne sonrosada y jugosa. Deslizamos el hígado dorado en la cebolla guisada con el tomate y echamos una pizca de vino blanco, dejando que hierva unos instantes a fuego suave. Dejamos reposar y servimos. Podemos añadir en el último momento, justo antes de sacar el hígado del fuego, unos dados de patata frita para enriquecer aún más la cazuela.

ENSALADA DE TOMATE CON HABAS CRUDAS

4 tomates maduros
1 puñado generoso de habas desgranadas crudas
2 cucharadas de vinagre de sidra
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Sal

Eliminar el pedúnculo de los tomates y con mucha precaución, ayudándonos de un cuchillo afilado, pelarlos de manera que sólo nos quede el fruto y su pulpa roja. La peladura del tomate, la desechamos. El tomate pelado en ensalada, sabe mucho más rico, aunque tenga un poco más de trabajo que el trocearlo, sin más.
Cortarlos en dos, apoyar su parte plana contra la tabla de la mesa y cortarlos en gruesas rodajas. Disponerlas en un plato o fuente. Salarlas.
Desperdigar por la superficie de los tomates las habas y aliñar la ensalada con el vinagre de sidra y el aceite de oliva virgen.

ENSALADA DE TOMATE CON HÍGADO DE BACALAO EN ACEITE

4 tomates maduros
1 lata de hígado de bacalao en aceite, escurrido
2 cucharadas de vinagre de sidra
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Sal

Eliminar el pedúnculo de los tomates y con mucha precaución, ayudándonos de un cuchillo afilado, pelarlos de manera que sólo nos quede el fruto y su pulpa roja. La peladura del tomate, la desechamos. El tomate pelado en ensalada, sabe mucho más rico, aunque tenga un poco más de trabajo que el trocearlo, sin más.
Cortarlos en dos, apoyar su parte plana contra la tabla de la mesa y cortarlos en gruesas rodajas. Disponerlas en un plato o fuente. Salarlas. Cortamos también en lonchas el hígado de bacalao en aceite. Desperdigarlas por la superficie de los tomates y aliñar la ensalada con el vinagre de sidra y el aceite de oliva virgen.

ENSALADA DE TOMATE CON QUESO DE CABRA

4 tomates maduros
1 queso de cabra fresco en dados medianos
2 cucharadas de vinagre de sidra
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Sal

Eliminar el pedúnculo de los tomates y con mucha precaución, ayudándonos de un cuchillo afilado, pelarlos de manera que sólo nos quede el fruto y su pulpa roja. La peladura del tomate, la desechamos. El tomate pelado en ensalada, sabe mucho más rico, aunque tenga un poco más de trabajo que el trocearlo, sin más.
Cortarlos en dos, apoyar su parte plana contra la tabla de la mesa y cortarlos en gruesas rodajas. Disponerlas en un plato o fuente. Desperdigar por encima los dados de queso. Sazonar muy ligeramente. Aliñar la ensalada con el vinagre de sidra y el aceite de oliva virgen.

ENSALADA DE TOMATE VIUDO

5 tomates maduros
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Sal

Eliminar el pedúnculo de los tomates y con mucha precaución, ayudándonos de un cuchillo afilado, pelarlos de manera que sólo nos quede el fruto y su pulpa roja. La peladura del tomate, la desechamos. El tomate pelado en ensalada, sabe mucho más rico, aunque tenga un poco más de trabajo que el trocearlo, sin más.
Cortarlos en dos, apoyar su parte plana contra la tabla de la mesa y cortarlos en gruesas rodajas. Disponerlas en un plato o fuente. Salarlas. Rociar con el aceite y servir sin demora.