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TEJAS DE AVELLANA

1/2 Kg. de azúcar
1/2Kg. de avellana picada
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de praliné, antes de hornear.

SALSA ROMESCO

800 g de tomates maduros, lavados y enteros
1 cabeza de ajos
2 cucharadas de avellanas tostadas
1 kuskurro de pan tostado
4 pimientos choriceros
12 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Jerez

Colocar los tomates en una bandeja con la cabeza de ajos. Meterlos en un horno a 200º hasta que los tomates y los ajos estén perfectamente asados. Sacarlos y dejarlos templar. Por otro lado poner a remojo los choriceros en agua tibia, dejándolos así 2 horas. Si queremos acelerar este proceso les damos un hervor rápido en agua y los dejamos así, retirados del agua a remojo, unos 15 minutos. No es lo mismo pero vale.
Pasado este tiempo y cuando la pulpa esté blanda, con ayuda de una puntilla o de una cuchara, extraerles la pulpa, abriéndolos en dos, retirando las pepitas y la piel.
La cabeza de ajos asados cortarla por la mitad y apretar con los dedos para sacar la pulpa de ajo asada. Pelar los tomates quitándoles las pepitas y el pedúnculo. Escurrirlos del exceso de agua y meterlos en el vaso de una batidora junto con el pan tostado, la pulpa de ajo asada, la pulpa de los choriceros y las avellanas. Accionar la máxima potencia, triturar bien y cuando obtengamos un puré liso, añadir el vinagre de Jerez y el aceite de oliva virgen extra, en fino cordón, para que emulsione lentamente. Seguir triturando 1 minuto y colar. Reservar la salsa en un bol bien tapada.

VINAGRETA DE FRUTOS SECOS

1/2 l. de aceite de cacahuete o de girasol
1/2 l. de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de piñones tostados
1 cucharada de avellanas tostadas
100 g de vinagre de sidra
100 g de zumo de limón
Sal y pimienta negra recién molida

En el vaso de una batidora añadimos el vinagre, el zumo de limón, la sal y la pimienta, accionando la máxima potencia. Dejamos que de vueltas unos segundos, destapamos y añadimos los frutos secos, siguiendo el batido uno segundos más. Destapamos de nuevo y añadimos los aceites. Unas vueltas más y fuera. Metemos la vinagreta en unas botellas de cristal y las dejamos listas para utilizar, dándoles un meneo cuando vayamos a aliñar una ensalada.
Si conseguimos un buen aceite de nuez o de avellanas, podemos sustituirlo por el de cacahuete o de girasol. Quedará mucho más sabrosa la vinagreta. Esta vinagreta es ideal para aliñar una ensalada de escarola con lardones de beicon tostados.

FRUTOS SECOS REVENIDOS, CÓMO RECUPERAR

Cuando le hincamos un diente a un cacahuete, una avellana o una almendra y está blandurria y da dentera, estiramos los frutos secos en un plato y los metemos en el microondas unos segundos a potencia máxima, para que recobren el crocante y vuelvan a estar lozanos y con pinta de estar recién tostados. Además tibios están mucho más ricos y saben mejor.

LICOR DE AVELLANAS Y CHOCOLATE

500 g de leche
500 g de nata líquida
300 g de praliné de avellanas
4 cucharadas pequeñas de cacao en polvo
150 g de licor de avellanas

En un cazo poner la leche y la nata a hervir. Una vez que ha hervido echamos el praliné de avellanas y el cacao en polvo. Triturar perfectamente con la batidora y colar a través de un colador fino. Una vez que esta mezcla esté fría, añadir el licor de avellanas y refrescar. Servir muy frío.
El praliné de avellanas es un producto de pastelería. Se lo podemos encargar a algún pastelero de confianza.