Archivo de la etiqueta: Huevo en dulces

BUÑUELOS DE VIENTO

80 g de mantequilla
1 cucharada de azúcar
1 vaso de agua
1 pizca de sal
200 g de harina
5 huevos

En un cazo se pone al fuego el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar. Cuando rompe el hervor, añadimos de golpe la harina y vamos mezclando con una cuchara y trabajando al fuego hasta que conseguimos una masa que se despega fácilmente del cazo. Se retira del fuego y se deja enfriar un rato en la misma cazuela. Cuando la masa está templada, se van echando los huevos uno a uno, enteros sin batirlos previamente. No hay que echar un huevo hasta que el anterior se ha integrado en la mezcla perfectamente. Uno tras otro.
Ponemos aceite de oliva en una sartén, abundante, y con una cuchara mojada en aceite, para que no se pegue la masa, vamos pellizcando porciones del tamaño de una nuez y echándolas en el aceite humeante, para que se frían homogéneamente. Hay quienes echan una cáscara de limón al aceite para que aromaticen. Vamos friendo los buñuelos y los vamos escurriendo.
Cuando están templados, los abrimos por un costado con unas tijeras, les retiramos un pellizco de masa del interior para que quepa el relleno que les introducimos.
Si no los vamos a rellenar, bien calientes, los espolvoreamos de azúcar en polvo y canela y los servimos.

SALSA INGLESA DE RÈGIMEN

1 l. de leche semidesnatada
12 yemas
60 g de Canderel en polvo
2 ramas de vainilla abiertas y rascadas
4 soperas de nata

Hervir la leche, la nata, las vainillas abiertas con sus granos rascados y las vainas y dejar reposar unos 15 minutos tapado para que se infuse bien. Mientras en un bol mezclamos las yemas y el Canderel y mezclamos la leche colada por encima, damos unas vueltas para que la mezcle se integre bien y la volvemos a la cazuela. La arrimamos a fuego mínimo y no dejamos de dar vueltas hasta que veamos que la mezcla espesa ligeramente, momento en el que colamos la crema y la mantenemos al frío, en la nevera, para servirla con fruta o endulzar un yogur.
Es importante que sepamos que a pesar de que nunca debe hervir una crema inglesa puesta al fuego, porque se cortaría la proteína de las yemas por sobrecocción y, además, en este caso debemos también saber que los edulcorantes sintéticos como el Canderel, si hierven, pierden su poder de endulzar.

MAGDALENAS

6 huevos
300 g de aceite de oliva
300 g de harina
300 g de azúcar
1 pizca de levadura
Azúcar en polvo

Tiene que haber el mismo peso de huevos que de aceite, harina y azúcar. Batimos en un bol los huevos con el azúcar hasta que esponjen y formen una crema espesa y gruesa. Entonces, poco a poco se va añadiendo el aceite y batiendo sin cesar. Por último incorporamos la harina y la levadura, en fina lluvia y dando vueltas de arriba hacia abajo con una espátula para que se integre bien en la masa. Metemos esta masa en cápsulas de papel hasta la mitad y a su vez colocadas sobre una bandeja. Las horneamos a 220ºc. hasta que veamos que comienzan a inflar y a dorarse y pasados estos 15 primeros minutos bajamos la temperatura del horno a 190ºc. para que terminen de hacerse por dentro y de dorarse homogéneamente por la superficie, otros 15/20 minutos. Para saber si están, basta con pincharlas con una aguja y ver si sale limpia y seca. Si no es así, es que aún están crudas en su interior.
Una vez frías las espolvoreamos con azúcar en polvo. Las podemos almacenar en una caja bien cerrada hermética para que no se sequen.

ARROZ CON LECHE CON YEMAS

3 l. de leche
9 cucharadas soperas de arroz de grano redondo
18 cucharadas rasas de azúcar
1 rama canela
3 yemas huevo
1 trozo hermoso de mantequilla

Mezclar todos los ingredientes salvo las yemas y la mantequilla y arrimarlos en una cazuela a fuego muy suave hasta que hierva, pero siempre muy lento y dando vueltas constantemente con una cuchara de madera. Debe estar así unos 50 minutos, hasta que el arroz quede ligado y ligeramente espeso. Le pescamos la astilla de canela, lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar hasta que temple, momento en el que le añadimos las yemas de huevo batidas y el trozo de mantequilla, para que enriquezcan el arroz y quede de cortar el hipo. Lo distribuimos en pequeños boles o platos hondos y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de comerlo. Si lo metemos en la nevera, es importante sacarlo con una hora de antelación para que el postre no esté tan frío que nos haga daño en los piños.

MAGDALENAS CON MELOCOTÓN

200 g de azúcar
4 huevos
5 cucharadas de leche
250 g de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
125 g de mantequilla derretida
La ralladura de 2 limones verdes o en su defecto amarillos
Gajos hermosos de melocotón maduro pelado

Trabajamos en un bol los huevos, el azúcar y las ralladuras, batiendo la mezcla para que espese y blanquee, con unas varillas. Añadimos la harina en fina lluvia y la levadura, dando unas vueltas, añadiendo al final la leche y la mantequilla. Damos unas vueltas y dejamos lista la masa.
En moldes de magdalena rellenamos hasta 3/4 partes con la masa y sumergimos el gajo de melocotón fresco, así hasta acabar con toda la masa. Las horneamos a 200ºc. durante unos 15/20 minutos, hasta que la magdalena se dore y quede esponjosa. Una vez frías las espolvoreamos con azúcar en polvo.

CREMA CUAJADA AL HORNO

10 yemas de huevo
12 cucharadas de azúcar
200 g. de leche
600 g. de nata líquida

Mezclamos en un bol las yemas con el azúcar y las batimos con unas varillas hasta que la mezcla espese y forme una crema de apariencia blanquecina. Mientras calentamos la leche y la nata, sin hervir, a la que podremos añadirle algún aromatizante si nos apetece ?una astilla de canela, una ramita abierta de vainilla, piel de limón o naranja o incluso unas hebras finas de azafrán tostado?. Para iniciarnos quizás sea mejor probarla sola y la siguiente vez intentar darle algún sabor. Entonces, mezclamos la crema de yemas y azúcar con la leche y la nata calientes, colada si le añadimos algún aroma. Vamos vertiendo esta crema colada en tarros como los de flan o en potes de porcelana de ración, introduciéndolos todos juntos en un baño maría de agua caliente al horno, a 90ºc. hasta que veamos que el borde cuaja y el centro queda tembloroso, señal de que cuando la crema esté fría quedará cremosa y jugosa en su interior. El tiempo aproximado de cocción será de unos 25 minutos, habrá que vigilar para que no se sequen las cremas. Para que a las cremas no se les forme una costra en la superficie las podemos hornear cubiertas con papel de aluminio, individualmente, retirándolo cuidadosamente para comprobar la cocción.

MAGDALENAS DE MIEL

300 g de mantequilla
300 g de azúcar en polvo
120 g de harina
120 g de almendra en polvo
425 g de claras de huevo
4 cucharadas de miel

Meter la mantequilla en una cacerola y arrimarla a fuego suave para que vaya fundiendo. Progresivamente, vamos subiendo la intensidad y comprobando como la mantequilla además de derretirse va adquiriendo una tonalidad tostada, de color marrón. Es lo que se llama mantequilla avellana. Cuando la mantequilla desprende un apetitoso olor a avellana, entonces la vertemos sobre un bol fuera del fuego para detener la cocción, dejando que se enfríe.
Tamizar a la vez la harina y el azúcar en polvo. Incorporarle la almendra en polvo.
Montar las claras ligeramente en un bol. Añadirles la mezcla harina-azúcar-almendras y batir con unas varillas para que se mezclen perfectamente. Incorporar la mantequilla fundida y la miel. Mezclar bien la masa.
Con una cuchara ir rellenando moldes de magdalena a poder ser ovalados y de metal, como si fueran conchas grandes. Los colocamos en una bandeja y los metemos en la nevera 1 hora para que repose la masa. Calentar el horno a 190º c., introducir las magdalenas en el horno y dejarlas al menos 15-20 minutos hasta que se doren ligeramente. Para saber si están, las pinchamos con una aguja y ésta debe salir sin rastro de masa, limpia.
Las desmoldamos y las podemos mantener en una caja herméticamente cerradas al menos unos 2 días.

CREMA DE MASCARPONE

2 huevos enteros
160 g. de azúcar
200 g. de nata montada
400 g. de queso mascarpone

Mezclar los huevos con el azúcar y batirlos enérgicamente. Añadirles el mascarpone con cuidado para que se integre bien en la mezcla y quede cremosa. Por último incorporar delicadamente, con ayuda de un espátula de goma la nata montada, para que quede una crema bien suave y esponjosa. La podemos meter en pequeños tarros y enfriarla, sirviéndola espolvoreada con café molido o cacao en polvo.

MASA DE PROFITEROLES

1/4 l. de agua
1 pizca de sal
60 g. de mantequilla
125 g. de harina
3 huevos

En una cazuela ponemos a hervir el agua, la sal y la mantequilla. Una vez hervido, retiramos del fuego y añadimos de golpe la harina tamizada, dando meneos con una cuchara de madera para hacer un masa lisa. La arrimamos de nuevo al fuego y la trabajamos a fuego suave hasta que se despegue de las paredes de la cazuela. La retiramos del fuego de nuevo y le vamos añadiendo los huevos uno a uno, dejando que se integren perfectamente en la masa, siempre antes de añadir el siguiente huevo.
Entonces metemos la masa en una manga con boquilla ancha y lisa y sobre una bandeja de horno ligeramente untada de aceite de girasol, hacemos mondonguitos del tamaño de una nuez o del tamaño que queramos, teniendo en cuenta que una vez en el horno duplicarán su volumen.
Los untamos ligeramente con una pizca de huevo batido y los horneamos a 190/200ºc. unos 20 minutos, sin abrir la puerta del horno en el transcurso de la cocción, para que no tengamos una catástrofe y de repente los profiteroles se apachurren y no se hinchen bien.
Los dejamos enfriar y los rellenamos como queramos, espolvoreándolos con azúcar en polvo. ¡Ala, todos a engordar, vivan los michelines!

CREMA LIGERA

750 g. de crema pastelera fría
250 g. de nata montada ligeramente azucarada
1 chorrito de ron

La nata montada la azucaramos ligeramente para que quede bien firme y no se caiga fácilmente, quedando inestable. En un bol, con ayuda de una espátula de goma, mezclamos la crema pastelera con el ron, de forma que quede una crema lisa y blanda, para poder mezclarle bien la nata montada. Es lo que haremos. Sobre la crema pastelera vamos añadiendo la nata montada y la mezclamos cuidadosamente con la espátula, hasta integrar toda, debiendo quedar una crema bien esponjosa. La dejamos enfriar un rato y la usamos para rellenar un milhojas, unos buñuelos o unos profiteroles.