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CREMA CHANTILLY

1/2 l. de nata líquida
5 cucharadas de azúcar en polvo
Los granos del interior de una rama de vainilla, una vez abierta en dos

1 hora antes de hacer el chantilly, metemos el bol en el congelador, para que esté bien helado antes de empezar a batir. La nata líquida también deberá estar bien fría. La podemos hacer con varillas y a mano o utilizar una batidora, siempre y cuando tenga regulador de velocidad y lógicamente tenga el accesorio de incorporarle unas varillas.
De una forma u otra, colocamos la nata en el bol helado y añadimos los granos rascados de vainilla. Comenzamos a batir vigorosamente, sin dejar de hacerlo en ningún momento y agitando la mezcla de forma que a la nata le vayan entrando moléculas de aire y vaya espesando, poco a poco. Cuando la nata está de la consistencia de un yogur batido, le añadimos el azúcar y seguimos dándole caña de forma que vaya espesando aún más y adquiriendo una apariencia mucho más esponjosa. No tenemos que perder de vista la crema chantilly que en ningún momento deberá adquirir un tono amarillento sino estar siempre de un color blanco inmaculado. Si el chantilly se pasa de batirlo mucho, se convierte en una crema pesada, sosa, amarillenta y de apariencia como la mantequilla, así que mucho ojo. El espesor será el adecuado para la preparación a la que se destine. Para un café irlandés, la crema chantilly tendrá un espesor cremoso, para que se deslice; si es para comer con fresas mucho más firme, para que sea esponjoso, etc.
Esta crema con nombre de guillotinado noble francés, es uno de los aderezos más socorridos y suculentos de la pastelería tradicional, a la que podemos echar mano para acompañar tartas, fruta asada o para acompañar cualquier fruta de temporada aparte de la fresas, cerezas, ciruelas, kakis, grosellas, frambuesas, moras, etc.

CREMA CUAJADA AL HORNO

10 yemas de huevo
12 cucharadas de azúcar
200 g. de leche
600 g. de nata líquida

Mezclamos en un bol las yemas con el azúcar y las batimos con unas varillas hasta que la mezcla espese y forme una crema de apariencia blanquecina. Mientras calentamos la leche y la nata, sin hervir, a la que podremos añadirle algún aromatizante si nos apetece ?una astilla de canela, una ramita abierta de vainilla, piel de limón o naranja o incluso unas hebras finas de azafrán tostado?. Para iniciarnos quizás sea mejor probarla sola y la siguiente vez intentar darle algún sabor. Entonces, mezclamos la crema de yemas y azúcar con la leche y la nata calientes, colada si le añadimos algún aroma. Vamos vertiendo esta crema colada en tarros como los de flan o en potes de porcelana de ración, introduciéndolos todos juntos en un baño maría de agua caliente al horno, a 90ºc. hasta que veamos que el borde cuaja y el centro queda tembloroso, señal de que cuando la crema esté fría quedará cremosa y jugosa en su interior. El tiempo aproximado de cocción será de unos 25 minutos, habrá que vigilar para que no se sequen las cremas. Para que a las cremas no se les forme una costra en la superficie las podemos hornear cubiertas con papel de aluminio, individualmente, retirándolo cuidadosamente para comprobar la cocción.

CREMA DE PISTACHO

150 g. de crema pastelera
150 g. de chocolate blanco
1 hoja de gelatina
9 cucharadas de pasta de pistacho verde
375 g. de nata líquida

Mezclar el chocolate blanco y la pasta de pistacho en un bol al baño María, haciendo una crema. Remojar la gelatina en agua fría, escurrirla una vez que esté blanda y añadirla a la mezcla anterior que estará tibia. Retirar del calor y enfriar un poco. Añadirle la crema pastelera. Mezclar perfectamente. Montar la nata e incorporarla, cuidadosamente con una espátula de goma a la masa anterior, mezclándola bien. Dejarla reposar en la nevera bien tapada para que quede bien firme. La podemos usar para rellenar buñuelos o profiteroles.

FLAN DE HUEVO CON NATA

Para unos 12 flanes,
1/4 l. de nata
1 l. de leche
6 huevos
12 yemas de huevo
1 rama de vainilla
300 g. de azúcar

Caramelizado de moldes,
200 g. de azúcar

Mezclar, por un lado, las yemas, los huevos, los 300 g. de azúcar y los granos de la vainilla (para ello, abrirla a lo largo, con un cuchillo afilado, y extraer sus granos). Hervir la leche con la nata y la rama de vainilla abierta. Colarla. Mezclar ambas preparaciones. Poner a fuego suave los 200 g. de azúcar y hacer un caramelo rubio que repartiremos por el fondo de todos los moldes.
Llenar éstos hasta sus 3/4 partes con la crema obtenida, y ponerlos al baño maría caliente. El fondo de este recipiente se habrá cubierto con papel doblado, para evitar que la base de los moldes esté en contacto directo con el recipiente. Hornearlos durante unos 20 minutos a 150º c., hasta que se vea que los bordes han cuajado, pero el interior permanece tembloroso.
Dejar enfriar los flanes, desmoldarlos con cuidado y tomarlos a temperatura ambiente.

BIZCOCHO DE NATA

4 huevos
125 g. de azúcar en polvo
170 g. de almendra cruda en polvo
125 g. de mantequilla blanda
80 g. de nata de leche hervida, escurrida o en su defecto de nata líquida

En un bol, con unas varillas, batir los huevos con el azúcar e incorporarlos a la mantequilla blanda, ni fría ni dura ni líquida, muy importante. Batimos el conjunto enérgicamente. Añadimos la almendra molida, la nata y volvemos a mezclar. Introducir la masa en un molde untado previamente de mantequilla y enharinado, horneándolo 40 minutos a 180ºc. Los últimos 15 minutos de cocción taparemos el bizcocho con papel de aluminio para que no nos coja color. Sacamos del horno y dejamos enfriar.

BIZCOCHO OLEARSO

1 taza de nata de leche (o espesa o en su defecto líquida)
La ralladura de 1 limón
1 taza de azúcar
2 huevos
1 1/2 tazas de harina
1 chorretón de anís

Untar un molde con mantequilla y harina. En un bol, añadimos los huevos y el azúcar y los batimos hasta que blanqueen y espese la mezcla. Añadimos la ralladura de limón, la harina espolvoreada y mezclamos con una espátula para que no se rompa la mezcla. Al final añadimos el anís y la nata, dando unas vueltas. Lo metemos en el horno unos 45 minutos a 180º y lo sacamos cuando esté cocido. Si se dora demasiado lo cubrimos con papel de aluminio. Está cocido cuando al pincharlo sale la aguja seca, sin manchas de crema. Lo dejamos enfriar y lo comemos.

BUÑUELOS DE NATA

Buñuelos de viento fritos y templados (ver receta)
Nata recién montada, crema Chantilly
Azúcar en polvo

Abrimos con una tijera el costado de los buñuelos y retiramos un pellizco de masa del interior, para hacer hueco y que entre más relleno. Con una cuchara, rellenamos de chantilly los buñuelos, dejando que sobresalga, mejor a que queden medio vacíos. Los espolvoreamos con azúcar en polvo y los comemos tibios, antes de que se enfríen del todo.

SALSA INGLESA DE RÈGIMEN

1 l. de leche semidesnatada
12 yemas
60 g de Canderel en polvo
2 ramas de vainilla abiertas y rascadas
4 soperas de nata

Hervir la leche, la nata, las vainillas abiertas con sus granos rascados y las vainas y dejar reposar unos 15 minutos tapado para que se infuse bien. Mientras en un bol mezclamos las yemas y el Canderel y mezclamos la leche colada por encima, damos unas vueltas para que la mezcle se integre bien y la volvemos a la cazuela. La arrimamos a fuego mínimo y no dejamos de dar vueltas hasta que veamos que la mezcla espesa ligeramente, momento en el que colamos la crema y la mantenemos al frío, en la nevera, para servirla con fruta o endulzar un yogur.
Es importante que sepamos que a pesar de que nunca debe hervir una crema inglesa puesta al fuego, porque se cortaría la proteína de las yemas por sobrecocción y, además, en este caso debemos también saber que los edulcorantes sintéticos como el Canderel, si hierven, pierden su poder de endulzar.

SALSA PRALINÉ

1/4 l. de salsa inglesa
1/4 l. de nata semimontada
5 cucharadas de praliné de frutos secos

A falta de praliné, podemos hacer uno casero, introduciendo en una batidora una cantidad de frutos secos tostados pelados, como cacahuetes, almendras, pistachos o avellanas. Las trituramos con unas gotas de aceite de girasol y sobre esta pasta, añadimos la salsa inglesa. Si tenemos el praliné ya industrializado, en pasta, lo batimos igualmente con la salsa inglesa. Sacamos la mezcla de la batidora y le añadimos la nata semimontada, uniendo bien con una espátula de goma. Esta salsa la podemos servir con un hojaldre, con helado, con cualquier fruta asada como manzanas, melocotones, ciruelas, etc.