1’5 Kg. de langostinos cocidos y pelados
1 lechuga limpia, cortada en finas tiras
1 manzana verde, pelada, descorazonada y en dados pequeños
Salsa mayonesa
1 cucharada de salsa de tomate
1 pizca de zumo de naranja
1 pizca de zumo de limón
1 pizca de salsa worcestershire
Perejil cortado en tiras
Sal y pimienta
Conforme vamos pelando los langostinos, reservamos sus cabezas. En un bol amplio, vamos apretando las cabezas, con las manos, de una en una, de forma que el poco jugo que alojan en la cabeza caiga en él. Introducimos en ese jugo los langostinos cocidos y pelados.
Añadimos el resto de ingredientes y vertemos salsa mayonesa, de forma que una vez mezclado quede una especie de ensaladilla bien cremosa y con sus ingredientes bien diferenciados. Rectificamos el sazonamiento.
Podemos incluir entre los ingredientes, por ejemplo, patata cocida en dados, aguacate maduro en dados, piña madura en dados, sin su centro leñoso y añadir junto con la mayonesa una pizca de yogur natural y de aceite de oliva virgen. Es cuestión de gustos.
Archivo de la categoría: ENSALADAS Y ENTRADAS FRÍAS
HABAS CRUDAS EN ENSALADA CON QUESO DE CABRA
1 Kg. de habas crudas, peladas, a poder ser tiernas y pequeñas
1 queso mediano de cabra tierno, cortado en dados
6 cucharadas de aceite de oliva virgen
El zumo de 1/2 de limón
Sal y pimienta recién molida
Si las habas son muy pequeñas bastará con lavarlas en agua. Si son muy hermosas, habrá que armarse de paciencia, a pesar de que el trabajo valdrá la pena. Ponemos agua salada a hervir y en el momento que surjan los hervores volcamos las habas. Una vez vuelto el hervor de nuevo, contamos 1/2 minuto y las escurrimos, sumergiéndolas en agua helada ligeramente salada con hielos. Ya frías, las escurrimos del agua y lo engorroso, les retiramos una a una la piel, pinzándolas con las yemas de los dedos, dejando que el grano reviente y surja el grano verde intenso y sabroso. Es una pelmada, pero si son grandes, la piel es muy dura.
Una vez peladas o si son pequeñísimas, lavadas y secas, las colocamos en un bol con los dados de queso. En una taza mezclamos el zumo con la sal y la pimienta. Batimos con un tenedor y añadimos el aceite de oliva. Regamos con este aliño las habas y las mezclamos bien, dejándolas reposar en la nevera al menos 5 minutos. No mucho más, porque el ácido del limón mata el color de las habas. Las acompañamos con pan tostado y mantequilla fresca.
HABAS CRUDAS EN ENSALADA CON MENTA
1 Kg. de habas crudas, peladas, a poder ser tiernas y pequeñas
1 puñado pequeño de menta fresca rota en pequeños pedazos, con la mano
6 cucharadas de aceite de oliva virgen
El zumo de 1/2 de limón
Sal y pimienta recién molida
Si las habas son muy pequeñas bastará con lavarlas en agua. Si son muy hermosas, habrá que armarse de paciencia, a pesar de que el trabajo valdrá la pena. Ponemos agua salada a hervir y en el momento que surjan los hervores volcamos las habas. Una vez vuelto el hervor de nuevo, contamos 1/2 minuto y las escurrimos, sumergiéndolas en agua helada ligeramente salada con hielos. Ya frías, las escurrimos del agua y lo engorroso, les retiramos una a una la piel, pinzándolas con las yemas de los dedos, dejando que el grano reviente y surja el grano verde intenso y sabroso. Es una pelmada, pero si son grandes, la piel es muy dura.
Una vez peladas o si son pequeñísimas, lavadas y secas, las colocamos en un bol con la menta. En una taza mezclamos el zumo con la sal y la pimienta. Batimos con un tenedor y añadimos el aceite de oliva. Regamos con este aliño las habas y las mezclamos bien, dejándolas reposar en la nevera al menos 5 minutos. No mucho más, porque el ácido del limón mata el color de las habas. Las acompañamos con pan tostado y mantequilla fresca.
HABAS CRUDAS EN ENSALADA
1 Kg. de habas crudas, peladas, a poder ser tiernas y pequeñas
6 cucharadas de aceite de oliva virgen
El zumo de _ de limón
Sal y pimienta recién molida
Si las habas son muy pequeñas bastará con lavarlas en agua. Si son muy hermosas, habrá que armarse de paciencia, a pesar de que el trabajo valdrá la pena. Ponemos agua salada a hervir y en el momento que surjan los hervores volcamos las habas. Una vez vuelto el hervor de nuevo, contamos _ minuto y las escurrimos, sumergiéndolas en agua helada ligeramente salada con hielos. Ya frías, las escurrimos del agua y lo engorroso, les retiramos una a una la piel, pinzándolas con las yemas de los dedos, dejando que el grano reviente y surja el grano verde intenso y sabroso. Es una pelmada, pero si son grandes, la piel es muy dura.
Una vez peladas o si son pequeñísimas, lavadas y secas, las colocamos en un bol. En una taza mezclamos el zumo con la sal y la pimienta. Batimos con un tenedor y añadimos el aceite de oliva. Regamos con este aliño las habas y las mezclamos bien, dejándolas reposar en la nevera al menos 5 minutos. No mucho más, porque el ácido del limón mata el color de las habas. Las acompañamos con pan tostado y mantequilla fresca.
ENSALADA DE GARBANZOS
1/2 Kg. de garbanzos cocidos y escurridos
2 lonchas cortadas muy gruesas de cabeza de jabalí cocida, en dados
2 huevos cocidos y pelados, picados
Perejil picado
2 puñados de pepinillos en vinagre picados
2 cucharadas de mayonesa
8 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de vinagre de sidra
Sal y pimienta recién molida
En un bol mezclar los garbanzos con la cabeza de jabalí, los huevos cocidos, el perejil y los pepinillos. En una taza mezclar la sal y la pimienta con el vinagre y añadirle en fino cordón el aceite de oliva, batiendo con un tenedor. Añadir también la mayonesa. Echamos este aliño sobre los garbanzos y mezclamos perfectamente. Los enfriamos en la nevera un rato antes de comerlos.
CÓCTEL DE GAMBAS
1’5 Kg. de gambas cocidas y peladas
1 lechuga limpia, cortada en finas tiras
1 manzana verde, pelada, descorazonada y en dados pequeños
Salsa mayonesa
1 cucharada de salsa de tomate
1 pizca de zumo de naranja
1 pizca de zumo de limón
1 pizca de salsa worcestershire
Perejil cortado en tiras
Sal y pimienta
Conforme vamos pelando las gambas, reservamos sus cabezas. En un bol amplio, vamos apretando las cabezas, con las manos, de una en una, de forma que el poco jugo que alojan en la cabeza caiga en él. Introducimos en ese jugo las gambas cocidas y peladas. Añadimos el resto de ingredientes y vertemos salsa mayonesa, de forma que una vez mezclado quede una especie de ensaladilla bien cremosa y con sus ingredientes bien diferenciados. Rectificamos el sazonamiento. Podemos incluir entre los ingredientes, por ejemplo, patata cocida en dados, aguacate maduro en dados, piña madura en dados, sin su centro leñoso y añadir junto con la mayonesa una pizca de yogur natural y de aceite de oliva virgen. Es cuestión de gustos.
LIMPIEZA Y SELECCIÓN DE LAS ENSALADAS
Es mejor hacer ensaladas con distintas variedades de verduras. Estas mezclas son las que las harán atractivas para poder tropezarse con hojas frágiles, recias o carnosas, ácidas, amargas o dulces. Hoja de roble, lechugas normales o rizadas, achicorias, escarolas, cogollos y multitud de otras que varían según las regiones y los mercados. Han de ser de tacto firme y húmedo. El corte de su tallo blanquecino, de aspecto lechoso, sinónimo de frescura, con sus cogollos bien prietos. La hierba del canónigo, los cardillos y los berros tiene que tener los tallos firmes y recios, carnosos y de hojas frescas y enteras, tambien húmedas.
Para limpiar las lechugas, quitar las hojas exteriores y deshacer los cogollos delicadamente. Para los brotes, berros y similares, deshojar puntas y tallos y lavarlos bajo el grifo para eliminar restos de tierra y arena. Seguidamente sumergirlos en abundante agua con unas gotas de vinagre o de lejía, justo el tiempo necesario para eliminar las impurezas de los recovecos más inaccesibles. Escurrirlas e introducirlas en un cestillo giratorio o en un trapo bien seco, agitándolas con suavidad para eliminar el exceso de agua.
La mejor manera de conservar la verdura de ensalada una vez lavada, es envuelta en un trapo humedecido, en el interior de un cuenco en la nevera, o, aunque parezca mentira, en el interior de una bolsa de plástico, también en el frigorífico.
KAKIS EN ENSALADA
1 Kg. de kakis
1 pizca de aceite de oliva virgen extra
Sal
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura. Para ensalada tienen que estar ligeramente firmes. Pelamos cuidadosamente los kakis, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en rodajas no muy finas y las vamos estirando en una bandeja o bol. Al terminar añadimos unos granos de sal y rociamos con unas gotas de aceite de oliva, sin exceso para que no nade la fruta en él, sería desagradable. Servimos.
KAKIS CON ACEITE DE OLIVA VIRGEN Y JAMÓN
1 Kg. de kakis
1 pizca de aceite de oliva virgen extra
250 g de jamón ibérico o serrano cortado en lonchas muy finas
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura. Para esta ensalada tienen que estar ligeramente firmes. Pelamos cuidadosamente los kakis, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en rodajas no muy finas y las vamos estirando en una bandeja o bol. Al terminar, esparcimos por la superficie las lonchas finas de jamón, dando volumen para que no queden apelmazadas y pegadas unas a otras. Rociamos la superficie con unas gotas de aceite de oliva, sin exceso para que no nade la fruta en él, sería desagradable. Servimos.
ENSALADILLA RUSA
4 zanahorias
1/2Kg. de patatas
3 huevos
1 lata pequeña de guisantes extrafinos
1 trozo hermoso de bonito en aceite o en escabeche
1/4 l. de mayonesa casera no muy espesa
1 cebolleta pequeña picada
1 pimiento verde picado
Sal
1 pizca de vinagre de sidra
Poner en una cazuela abundante agua salada, cubriendo las zanahorias, las patatas y los huevos. Arrimamos a fuego vivo y dejamos hervir a borbotones constantes. A los 10 minutos de sucedido esto, retiramos los huevos, dejándolos enfriar, prosiguiendo la cocción al menos 5 minutos más o hasta que las zanahorias y las patatas estén tiernas, se puedan atravesar fácilmente con el filo de un cuchillo. Las escurrimos y dejamos que se templen, para poder manejarlas con las manos y poder pelarlas. Así lo hacemos, cortando las zanahorias y las patatas en cubos pequeños. Lo colocamos en un bol y añadimos encima los huevos picados, los guisantes escurridos, , el bonito desmigado, la cebolleta picada, el pimiento verde picado, la mayonesa y la pizca de vinagre de sidra. Mezclamos todo perfectamente y si es necesario, añadimos un poco más de mayonesa, según el punto de cremosidad que nos guste. Rectificamos el sazonamiento y servimos muy fresca, recién sacada de la nevera.
La ensaladilla admite un montón de variantes, según nuestros gustos y los de los críos. Aguacate, gambas cocidas y peladas, puerro cocido, jamón cocido en dados, pepinillos en vinagre picados, guindillas encurtidas picadas, tomate fresco en dados, dados de queso, etc.