Archivo de la categoría: Entradas frías

TOMATES RELLENOS DE BONITO CON ROMESCO

8 tomates maduros, medianos bien prietos, para rellenar
8 pedazos hermosos de bonito en aceite o en escabeche, de buena conserva
1 cebolleta picada
1 diente de ajo picado
Perejil picado
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
16 cucharadas de salsa romesco (ver receta)
Sal

Si tienen el tallo unido al fruto, no les quitamos el penacho, para que queden más bonitos. Además, les hacemos a los tomates en la base una pequeña incisión, en forma de cruz. Ponemos abundante agua a hervir y cuando surjan los hervores introducimos los tomates, de pocos en pocos, manteniéndolos unos segundos en el agua hirviendo. Rápidamente los sumergimos en un baño de agua helada, para refrescarlos. Una vez pasados todos por el agua o escaldados como diría un cocinero laureado, los pelamos y les hacemos un corte en la parte superior, como si de una tapa se tratara. Con una cuchara pequeña y si acaso con ayuda de un cuchillo afilado, les vaciamos el interior, dejándolos huecos para poder rellenarlos. Reservamos la carne retirada para otros usos (hacer salsa de tomate, por ejemplo) y sazonamos el interior de los tomates con una pizca de sal.
En un bol deshojamos los pedazos de bonito, intentando no machacarlos mucho, para que se noten las capas al comerlo y añadimos la cebolleta, el ajo, perejil picado y el aceite de oliva virgen. Rectificamos el sazonamiento. Es el relleno.
En el fondo de los tomates, colocamos una cucharada de salsa romesco y sobre ella el bonito aliñado. Una vez los tomates rellenos, cubrimos con otra cucharada de salsa romesco y tapamos con las tapas. Rociamos los tomates con un hilo de aceite de oliva virgen y los servimos.

TOMATES RELLENOS DE BONITO EN ACEITE CON ALL-I-OLI

8 tomates maduros, medianos bien prietos, para rellenar
8 pedazos hermosos de bonito en aceite, de buena conserva
1 cebolleta picada
1 diente de ajo picado
Perejil picado
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
16 cucharadas de salsa all-i-oli
Sal

Si tienen el tallo unido al fruto, no les quitamos el penacho, para que queden más bonitos. Además, les hacemos a los tomates en la base una pequeña incisión, en forma de cruz. Ponemos abundante agua a hervir y cuando surjan los hervores introducimos los tomates, de pocos en pocos, manteniéndolos unos segundos en el agua hirviendo. Rápidamente los sumergimos en un baño de agua helada, para refrescarlos. Una vez pasados todos por el agua o escaldados como diría un cocinero laureado, los pelamos y les hacemos un corte en la parte superior, como si de una tapa se tratara. Con una cuchara pequeña y si acaso con ayuda de un cuchillo afilado, les vaciamos el interior, dejándolos huecos para poder rellenarlos. Reservamos la carne retirada para otros usos (hacer salsa de tomate o si nos apetece para mezclarla con el relleno, es cuestión de gustos) y sazonamos el interior de los tomates con una pizca de sal.
En un bol deshojamos los pedazos de bonito, intentando no machacarlos mucho, para que se noten las capas al comerlo y añadimos la cebolleta, el ajo, perejil picado y el aceite de oliva virgen. Si decidimos incorporar la pulpa picada de tomate, lo hacemos. Rectificamos el sazonamiento. Es el relleno.
En el fondo de los tomates, colocamos una cucharada de salsa all-i-oli y sobre ella el bonito aliñado. Una vez los tomates rellenos, cubrimos con otra cucharada de salsa y tapamos con las tapas. Rociamos los tomates con un hilo de aceite de oliva virgen y los servimos.

HUEVAS DE PESCADILLA COCIDAS

800 g. de huevas de pescadilla frescas
1 cebolleta
1 puñado de ramas de perejil
1 puerro pequeño
1 pizca de vino blanco
1 pizca de aceite de oliva
Agua y sal

Nada más comprar las huevas, conviene sumergirlas un rato en agua fría salada, para que se desangren ligeramente y tras la cocción no queden sosas.
Juntar todos los ingredientes menos las huevas que seguirán a remojo y cubrirlos con abundante agua y un chorretón de aceite de oliva. Dejar hervir el conjunto 5 minutos para obtener un caldo ligero en el que cocer las huevas. Lo apagamos y dejamos entibiar, introduciendo en ese momento las huevas escurridas. Entonces avivamos el fuego y en el momento que veamos que surgen los hervores, retiramos la cazuela del fuego, dejando que las huevas se enfríen en el caldo. Lo hacemos así para que el hervor continuado no las reviente.
Una vez frías, las sacamos del caldo y las utilizamos según nuestra conveniencia. Sin más, rociadas de aceite de oliva virgen son un manjar. Queda claro que de tirar el caldo ni hablar!!!, lo podremos utilizar para hacer sopa de pescado, mojar un arroz, etc., todo menos tirarlo por la fregadera.

HUEVAS DE PESCADILLA COCIDAS EN VINAGRETA

800 g. de huevas de pescadilla cocidas
15 cucharadas de aceite de oliva virgen
5 cucharadas de vinagre de sidra
1 pimiento rojo picado
1 pimiento verde picado
2 dientes de ajo picados
1 pellizco de salsa worcestershire
Perejil picado
Sal y pimienta recién molida

Hay algunas huevas que conviene pelarlas, por poseer una piel gruesa y quizás molesta de comer. Mezclamos los ingredientes de la vinagreta, empezando por el vinagre, la sal y la pimienta. Luego el resto de ingredientes. Los mezclamos bien y la rociamos sobre las huevas cortadas en medallones gruesos.
El perejil lo podemos picar con unas tijeras. Personalmente, lo preferimos en pedazos toscos que muy finos. Queda más sabroso.

PASTEL DE PESCADILLA

1 Kg. de pescadilla con hueso, un centro por ejemplo, limpia y descamada
2 cebolletas picadas
1 blanco de puerro picado
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 pizca de brandy
1/4 l. de nata líquida
8 huevos batidos
Sal y pimienta

En una cazuela amplia, con agua salada, ponemos a cocer la pescadilla, a fuego muy suave, hasta que veamos que la carne se despega fácilmente de la espina. Más o menos serán necesarios unos 10 minutos, roto el hervor. Cuando podamos manejar el pescado sin quemarnos, lo desmigamos, retirando la piel. Las espinas pal gato.
En una cazuela, ponemos a cocinar a fuego muy suave, con una pizca de aceite, las cebolletas, el puerro y los ajos. Una vez bien tierno, tras 10 minutos de fuego, añadimos el brandy y lo dejamos reducir. Damos unas vueltas. Entonces mezclamos a esta mezcla gustosa el pescado desmigado, sin que hierva más para que no se seque.
Fuera del fuego mezclamos en un bol los huevos y la nata, salpimentando. Le añadimos el guisado anterior y mezclamos bien. Rectificamos el sazonamiento.
Introducimos la mezcla en un molde grande o dos pequeños tipo ?plumcake? que previamente habremos untado de mantequilla derretida y espolvoreado con pan rallado. Hornear al baño María a 180º C durante 20-30 minutos, hasta que la mezcla quede cuajada, sin pasarnos de punto para que el pastel quede jugoso y no seco. Lo comprobamos meneándolo aún en el horno y comprobando que los bordes estén cuajados y el interior tembloroso.
Una vez frío, lo desmoldamos y lo cortamos, acompañándolo con pan tostado y abundante salsa rosa o mayonesa.

PASTEL DE MERLUZA

1 Kg. de merluza con hueso, un centro por ejemplo, limpia y descamada
2 cebolletas picadas
1 blanco de puerro picado
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 pizca de brandy
1/4 l. de nata líquida
8 huevos batidos
Sal y pimienta
En una cazuela amplia, con agua salada, ponemos a cocer la merluza, a fuego muy suave, hasta que veamos que la carne se despega fácilmente de la espina. Más o menos serán necesarios unos 10 minutos, roto el hervor. Cuando podamos manejar el pescado sin quemarnos, lo desmigamos, retirando la piel. Las espinas para el gato. En una cazuela, ponemos a cocinar a fuego muy suave, con una pizca de aceite, las cebolletas, el puerro y los ajos. Una vez bien tierno, tras 10 minutos de fuego, añadimos el brandy y lo dejamos reducir. Damos unas vueltas. Entonces mezclamos a esta mezcla gustosa el pescado desmigado, sin que hierva más para que no se seque. Fuera del fuego mezclamos en un bol los huevos y la nata, salpimentando. Le añadimos el guisado anterior y mezclamos bien. Rectificamos el sazonamiento. Introducimos la mezcla en un molde grande o dos pequeños tipo plumcake que previamente habremos untado de mantequilla derretida y espolvoreado con pan rallado. Hornear al baño María a 180º C durante 20-30 minutos, hasta que la mezcla quede cuajada, sin pasarnos de punto para que el pastel quede jugoso y no seco. Lo comprobamos meneándolo aún en el horno y comprobando que los bordes estén cuajados y el interior tembloroso.
Una vez frío, lo desmoldamos y lo cortamos, acompañándolo con pan tostado y abundante salsa rosa o mayonesa.

HUEVAS DE MERLUZA COCIDAS EN VINAGRETA

800 g. de huevas de merluza cocidas
15 cucharadas de aceite de oliva virgen
5 cucharadas de vinagre de sidra
1 pimiento rojo picado
1 pimiento verde picado
2 dientes de ajo picados
1 pellizco de salsa worcestershire
Perejil picado
Sal y pimienta recién molida
Hay algunas huevas que conviene pelarlas, por poseer una piel gruesa y quizás molesta de comer. Mezclamos los ingredientes de la vinagreta, empezando por el vinagre, la sal y la pimienta. Luego el resto de ingredientes. Los mezclamos bien y la rociamos sobre las huevas cortadas en medallones gruesos. El perejil lo podemos picar con unas tijeras. Personalmente, lo preferimos en pedazos toscos que muy finos. Queda más sabroso.

HUEVAS DE MERLUZA COCIDAS

800 g. de huevas de merluza frescas
1 cebolleta
1 puñado de ramas de perejil
1 puerro pequeño
1 pizca de vino blanco
1 pizca de aceite de oliva
Agua y sal
Nada más comprar las huevas, conviene sumergirlas un rato en agua fría salada, para que se desangren ligeramente y tras la cocción no queden sosas. Juntar todos los ingredientes menos las huevas que seguirán a remojo y cubrirlos con abundante agua y un chorretón de aceite de oliva. Dejar hervir el conjunto 5 minutos para obtener un caldo ligero en el que cocer las huevas. Lo apagamos y dejamos entibiar, introduciendo en ese momento las huevas escurridas. Entonces avivamos el fuego y en el momento que veamos que surgen los hervores, retiramos la cazuela del fuego, dejando que las huevas se enfríen en el caldo. Lo hacemos así para que el hervor continuado no las reviente. Una vez frías, las sacamos del caldo y las utilizamos según nuestra conveniencia. Sin más, rociadas de aceite de oliva virgen son un manjar. Queda claro que de tirar el caldo ni hablar!!!, lo podremos utilizar para hacer sopa de pescado, mojar un arroz, etc., todo menos tirarlo por la fregadera.

CÓCTEL DE LANGOSTINOS

1’5 Kg. de langostinos cocidos y pelados
1 lechuga limpia, cortada en finas tiras
1 manzana verde, pelada, descorazonada y en dados pequeños
Salsa mayonesa
1 cucharada de salsa de tomate
1 pizca de zumo de naranja
1 pizca de zumo de limón
1 pizca de salsa worcestershire
Perejil cortado en tiras
Sal y pimienta
Conforme vamos pelando los langostinos, reservamos sus cabezas. En un bol amplio, vamos apretando las cabezas, con las manos, de una en una, de forma que el poco jugo que alojan en la cabeza caiga en él. Introducimos en ese jugo los langostinos cocidos y pelados.
Añadimos el resto de ingredientes y vertemos salsa mayonesa, de forma que una vez mezclado quede una especie de ensaladilla bien cremosa y con sus ingredientes bien diferenciados. Rectificamos el sazonamiento.
Podemos incluir entre los ingredientes, por ejemplo, patata cocida en dados, aguacate maduro en dados, piña madura en dados, sin su centro leñoso y añadir junto con la mayonesa una pizca de yogur natural y de aceite de oliva virgen. Es cuestión de gustos.

CÓCTEL DE GAMBAS

1’5 Kg. de gambas cocidas y peladas
1 lechuga limpia, cortada en finas tiras
1 manzana verde, pelada, descorazonada y en dados pequeños
Salsa mayonesa
1 cucharada de salsa de tomate
1 pizca de zumo de naranja
1 pizca de zumo de limón
1 pizca de salsa worcestershire
Perejil cortado en tiras
Sal y pimienta
Conforme vamos pelando las gambas, reservamos sus cabezas. En un bol amplio, vamos apretando las cabezas, con las manos, de una en una, de forma que el poco jugo que alojan en la cabeza caiga en él. Introducimos en ese jugo las gambas cocidas y peladas. Añadimos el resto de ingredientes y vertemos salsa mayonesa, de forma que una vez mezclado quede una especie de ensaladilla bien cremosa y con sus ingredientes bien diferenciados. Rectificamos el sazonamiento. Podemos incluir entre los ingredientes, por ejemplo, patata cocida en dados, aguacate maduro en dados, piña madura en dados, sin su centro leñoso y añadir junto con la mayonesa una pizca de yogur natural y de aceite de oliva virgen. Es cuestión de gustos.