SALSA DE FRAMBUESAS

2 Kg. de frambuesas
200 g de azúcar

Ponemos los ingredientes en una cazuela, arrimamos a fuego muy suave y dejamos cocer la mezcla unos 5 minutos a fuego muy suave. Trituramos la salsa con una batidora de brazo y la colamos a través de un colador fino, para que quede bien aterciopelada.
Si vemos que está muy ácida o demasiado dulce, algo que dependerá de la calidad y del estado de madurez de la fruta, añadimos al final un poco de azúcar o unas gotas de zumo de limón, para acentuar aún más el sabor de la fruta roja. La guardamos en tarros o incluso la podemos congelar en bolsas para sacarlas fuera de temporada y acompañar nuestras tartas, helados o macedonias.

SALSA DE CHOCOLATE

3/4 l. de agua
600 g de azúcar
250 g de chocolate amargo
250 g de nata líquida

Ponemos a fuego muy suave en un cazo el agua, el azúcar y el chocolate. Cuando empieza ligeramente a hervir, vertemos la nata y cuando comienza de nuevo muy suavemente el hervor, retiramos la salsa del fuego. La colamos a un bol, para retirar cualquier tropezón indeseado y la utilizamos para acompañar cualquier postre que se entone con chocolate.

SALSA DE CARAMELO

250 g de azúcar
1/2 l. de nata líquida
5 cucharadas de nata líquida

Colocamos un cazo a fuego medio y dejamos que se caliente su base. Añadimos 1/4 parte del azúcar y dejamos que empiece a derretirse, a fundirse por acción del calor. Añadimos entonces otra cuarta parte, así hasta que tengamos todo el azúcar líquido en el cazo y empezando a caramelizarse, a coger color dorado. Lo hacemos así, añadiendo poco a poco, para que no se formen pelotas de azúcar que luego no hay cristiano que derrita. Es mejor ir muy despacito. Cuando el caramelo está bien dorado, añadimos el medio litro de nata líquida y dejamos que hierva suavemente unos segundos, lo justo para que el caramelo quede bien mezclado y con apariencia de salsa. Lo retiramos del fuego y lo colamos a un bol. Cuando la mezcla esté fría, le añadimos las cucharadas de nata líquida y le damos unas vueltas. Si vemos que está muy espesa, añadimos más nata hasta que tenga una densidad de salsa apetecible.

SALSA DE CACAO

300 g de agua
240 g de azúcar
160 g de nata líquida
160 g de cacao en polvo

En un cazo pondremos a hervir el agua, el azúcar y la nata. Cuando haya hervido añadiremos esto a un recipiente o bol en el que habremos colocado el cacao. Mezclaremos con una varilla hasta obtener una salsa lisa y brillante y la colamos. Guardarla en la nevera, bien fresca para utilizarla.

SALMONETES MEUNIÈRE

8 salmonetes de tamaño mediano, descamados y limpios de espinas laterales
1 cucharada de aceite de oliva
1 pedazo grande de mantequilla
El zumo de 2 limones
Perejil picado
Harina y sal

Sazonar el pescado por sus dos caras y el interior. Colocar en una sartén amplia el aceite y la mantequilla y arrimarla a fuego suave. Dejamos que la mantequilla empiece a soltar una espumita blanca, pero ojo, sin que se queme. Pasamos los salmonetes por harina, de uno en uno, conforme los vayamos a freír y les sacudimos el exceso. Los metemos en la grasa caliente por uno de sus lados. Los dejamos cocinarse a pequeña fritura, para no quemar la grasa, rociándolos por encima. Pasados unos 4 minutos, les damos la vuelta ?los podemos hacer si la sartén es cómoda, de 4 en 4- y dejamos que se hagan otros 3 minutos por el otro lado, hasta que veamos que los lomos se despegan fácilmente de la espina. Los retiramos y freímos los otros 4 de la misma forma. Una vez hechos ?podemos darles a los 4 primeros para atemperarlos un golpe leve de microondas-, añadimos a la grasa de freírlos el zumo de limón y dejamos que se reduzca unos segundos al fuego, ligando y espesando el jugo. Rascamos el fondo para despegar el tostado que pueda haber quedado en la sartén. Añadimos unas nueces de mantequilla fresca, damos un meneo, espolvoreamos con abundante perejil y un poco de sal y con este jugo muy sabroso, rociamos los salmonetes recién hechos.
(Dicen los libros de Escoffier y de D.Teodoro Bardají ?imaginamos que la Parabere dirá lo mismo- que la meunière hay que acompañarla con patatas al vapor. Pues nosotros, para fastidiar un poco, decimos que cada uno coma la meunière como más le venga en gana, ensalada de lechuga, de tomate, patatas frita, bróculi salteado, etc).

SALMONETES FRITOS

24 salmonetes de roca pequeños
Harina
Sal
Aceite de oliva para freír
2 dientes de ajo

Que en la pescadería nos los limpien perfectamente, retirándoles las tripas, dejando la cabeza y la cola intactas. Verter en una sartén el aceite de oliva, cubriendo aproximadamente 2 dedos de altura. Poner a fuego suave junto a los ajos para que se empape del aroma y los ajos no se quemen. Entonces, a los pocos minutos retiramos los ajos y subimos la temperatura, introduciendo los salmonetes sazonados y enharinados ligeramente, teniéndolos vuelta y vuelta. Hacemos los salmonetes en 2 ó 3 tandas, para que no baje la temperatura del aceite. Dorados y crujientes, los escurrimos y los servimos.
Aunque el buen punto del pescado sea el sonrosado y que la espina se despegue fácilmente de la carne, los pequeños salmonetes quedan pelotudos si los achurruscamos bien en el aceite, para poder comerse el bicho entero, con cola y cabeza. Se escandalizarán los más repipis, pero que les den morcilla con nocilla.

SALMONETES EN ESCABECHE

1?5 Kg. de salmonetes pequeños, limpios y destripados
Harina y aceite para freír
2 cebolletas hermosas en tiras
8 dientes de ajo enteros
1 hoja fresca de laurel
10 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de pimentón dulce
Media cucharada de pimentón picante
Medio litro de aceite de aceite de oliva virgen
1 cuarto de litro de vinagre de sidra
1 cuarto de litro de vino blanco
Sal

Sazonamos los salmonetes, los pasamos ligeramente por harina y los freímos en abundante aceite. Los escurrimos y los reservamos.
Poner una cazuela amplia al fuego con las cucharadas de aceite de oliva y añadir las cebolletas, los ajos y una pizca de sal, cocinando a fuego suave 10 minutos. Entonces incorporar los pimentones y el laurel, dar unas vueltas y añadir el aceite de oliva virgen, el vinagre de sidra y el vino blanco. Al primer hervor, dejamos hervir 5 minutos para que el vinagre pierda su fuerza y sumergimos en este escabeche el pescado frito, dejando al fuego mínimo unos 5 minutos más, sin hervir esta vez. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Lo mejor es comerse todo este festival una vez que hayan pasado al menos 12 horas, a temperatura ambiente, de forma que el pescado esté bien empapado. Acompañarlo con unas patatas cocidas y aliñadas con la verdura y el jugo del escabeche, con una pizca de sal.

SALMONETES A LA PLANCHA CON PATATAS, ACEITUNAS Y ALBAHACA

8 salmonetes medianos o 16 si son pequeños, descamados, sin tripas pero con cabeza
1 Kg. de patatas recién cocidas en agua, peladas
1 puñado de aceitunas negras picadas toscamente
1 manojo de albahaca cortado toscamente
Aceite de oliva virgen
1 pizca de zumo de limón
Sal y pimienta recién molida

Sazonar los lomos de salmonete por sus dos caras y tostarlos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva a fuego muy fuerte, por espacio de unos 4 minutos, hasta que queden bien dorados. Los retiramos antes de que se nos sequen.
Es importante cortar las patatas aún tibias en rodajas, salpimentarlas, colocadas en una fuente o un bol y rociarlas con aceite y el zumo de limón mezclados con anterioridad en una taza, batidos con un tenedor. Esparcir por la superficie la albahaca y las aceitunas, dando unas vueltas, delicadamente para no romper las patatas. Servimos los salmonetes calientes sobre este lecho de patatas.

SALMÓN MARINADO

salmon-marinado.jpg

1 centro de salmón fresco, de 1,8 Kg. aprox., deshuesado en dos lomos con piel.
Sal gruesa y azúcar
1 manojo de eneldo fresco

Con ayuda de unas pinzas de depilar o unos alicates pequeñitos, repasamos el centro de cada uno de los lomos en todo su largo, retirando las pequeñas espinas que se reparten por el centro. Lo hacemos para que una vez marinado el salmón podamos escaloparlo sin dificultad de que el cuchillo tropiece constantemente con las espinas.
Espolvoreamos generosamente los lomos con azúcar y los cubrimos con las hojas de eneldo fresco bien repartidas.
Colocamos en una bandeja en la que quepan holgadamente, el primero de los lomos, con la piel hacia abajo y sobre un lecho de sal gruesa. Lo cubrimos con más sal gruesa y apoyamos el segundo lomo contra éste, como si fuera un bocadillo, con la piel mirando al cielo. Quedarán los lomos juntos por el lado de la carne y el exterior será para los dos de piel, uno tocando la bandeja y otro mirando a Plutón. Cubrimos el conjunto con más sal gruesa, debiendo quedar bien encerrados. Importante lo que ahora indicamos; es necesario colocar encima un buen peso -por ejemplo un ladrillo envuelto en un trapo o un tomo de las obras completas de Cela-, y mantener de esta forma los lomos de salmón en la nevera al menos 12 horas.
Pasado el tiempo, retiramos el exceso de sal, los lavamos en agua, los secamos rápidamente y los utilizamos. Bien sea en escalopes, como el salmón ahumado o cortados en tacos, como el queso, si los servimos para aperitivo, por ejemplo.
Esta forma de hacer el salmón puede ser una alternativa muy sabrosa para sustituir el caro salmón ahumado, puesto que pagaremos el salmón a precio de pescado fresco. Un chollazo.

SALMÓN A LA PLANCHA CON VINAGRETA DE MOSTAZA

4 lomos de salmón deshuesados de 220 g. cada uno, sin espinas
Aceite de oliva
Vinagreta de mostaza
Sal

Sazonar los lomos de salmón por sus dos caras y tostarlos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva a fuego muy fuerte, por espacio de 4 minutos. Los retiramos antes de que se nos sequen. Los servimos con la vinagreta de mostaza rociándola por encima.