Archivo de la etiqueta: Huevo en dulces

TEJAS DE CACAHUETE

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de cacahuete picado
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de cacahuete, antes de hornear.

TORRIJAS DE PAN O DE SUIZO CARAMELIZADAS

16 torrijas recién rebozadas, hechas con pan o bollo suizo
15 cucharadas de crema pastelera
5 cucharadas de almendra molida
1 pizca de ron
1 yema de huevo
Azúcar y un caramelizador como el que usamos para hacer crema catalana

Mezclamos la crema pastelera y la almendra molida, en una pasta bien espesa, añadiendo el ron y la yema. Lo mezclamos todo muy bien. Debe quedar una crema espesa. Sobre las torrijas ya rebozadas y fritas, estiramos una buena capa de crema anteriormente preparada y la espolvoreamos con azúcar, caramelizando la superficie hasta que se forme una costra dorada y crujiente. Utilizamos el caramelizador incandescente, al rojo vivo, o un soplete, si es que disponemos de él. Las servimos con helado bien cremoso, o tal cual.

TEJAS DE NUEZ

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de nuez picada
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de praliné, antes de hornear.
Ojo con guardar mucho esta masa en la nevera o las tejas hechas y en una lata, porque la nuez se enrancia facilmente.

CREMA DE LIMÓN

16 cucharadas de zumo de limón
4 huevos
Ralladura de 4 limones
220 g. de azúcar
400 g. de mantequilla

Mezclar las ralladuras y el azúcar en un bol, añadir el zumo de limón y los dos huevos y batir enérgicamente. Colocar el bol en un baño maría y continuar mezclando esta vez con una espátula o cuchara de madera hasta que veamos que la mezcla espesa y se va convirtiendo en una cremita muy fina. Entonces, retiramos la cazuela del fuego, introducimos la mezcla en el vaso de una batidora o directamente introducimos el brazo de una batidora en la cazuela y vamos añadiendo la mantequilla en pequeños pedazos, sin dejar de accionar la máxima potencia hasta haber añadido toda, unos 2 minutos más o menos. Vertemos la crema en pequeños tarros o potes de porcelana y la dejamos reposar hasta que veamos que queda bien cuajada a temperatura ambiente. La podemos comer fría o sino, batirla de nuevo y usarla como si de una crema pastelera se tratara, para rellenar profiteroles o buñuelos.

TEJAS DE PISTACHO

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de pistacho picado
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de pistacho natural, antes de hornear.

MOUSSE DE LIMÓN

200 g. de nata líquida
250 g. de azúcar
10 yemas de huevo
150 g. de zumo de limón
60 g. de gelatina en polvo
200 g. de claras de huevo

Calentamos en una cazuela sin que hierva, muy importante, la nata mezclada con 100 g. de azúcar y las yemas de huevo. Sin dejar de batir y cuando esté a una temperatura alta pero sin hervir en ningún caso, le añadimos el zumo de limón y la gelatina en polvo, mezclando con unas varillas batidoras. Lo retiramos a un lado y dejamos que se temple ligeramente. Aparte montamos en un bol las claras a punto de nieve bien firme y las azucaramos con los 150 g. restantes de azúcar. Entonces sobre el bol en el que tenemos la crema de limón tibia, vamos añadiendo con una espátula de goma las claras montadas, mezclando de arriba abajo, para que no se bajen, muy delicadamente, de forma que consigamos una mousse muy bien mezclada. Repartimos la mezcla en boles o tarros y los introducimos en la nevera unas horas para que la mousse se asiente y quede bien fresca. Servirla.

TORTA DE SAN BLAS TERESA

1 Kg. de harina
Medio Kg. de azúcar
150 gr. de grasa de cerdo (hay quien lo sustituye por mantequilla)
8 huevos (reservando dos claras aparte)
7-8 gotas de esencia de anís
Un sobre pequeño de levadura o de lo que se utiliza para hacer gaseosas refrescantes (opcional).

Salvo las dos claras y siete cucharadas de azúcar, mezclamos bien el resto de los ingredientes en un bol amplio hasta conseguir una masa uniforme. Hacemos que ?llueva? harina sobre una mesa, donde extenderemos la masa para trabajarla con el rodillo o una botella. De esta masa plana, sacaremos tortas del tamaño de una pala de pelota a las que quitaremos trocitos de sus extemos, dando forma ?estrellada?, o dejándolas tal cual. En una o dos bandejas de horno, las introducimos a 200º por espacio de 25-30 minutos.
En un bol puesto al baño maría, iremos batiendo las claras con el azúcar hasta que éste se diluya perfectamente. Después sacaremos el bol del calor y batiremos las claras enérgicamente durante un cuarto de hora hasta que adquiera consistencia.
Sacamos las tortas del horno y las dejamos enfriar, pero cuando aún están templadas, las embadurnamos con el blanco que hemos obtenido con las claras. Luego se bendicen en la iglesia, y ya están. Guardar las tortas en una caja de catón o en una bandeja cubiertas con un trapo limpio.

BIZCOCHO DE DESAYUNO

4 huevos
125 g. de azúcar en polvo
160 g. de almendra cruda en polvo
125 g. de mantequilla blanda
60 g. de nata de leche, escurrida

Montar en un bol con una varilla (mejor, con una batidora eléctrica de varillas) los huevos con el azúcar e incorporarlos a la mantequilla, mezclada con la nata; batir el conjunto enérgicamente. Añadir la almendra molida y volver a mezclar. Introducir la masa en un molde redondo, untado de mantequilla y enharinado. Hornearlo durante 40 minutos a 180º c. Sacar del horno y dejar enfriar.

SALSA INGLESA

8 yemas de huevo
150 g de azúcar
1/2 l. de leche
2 ramas de vainilla
15 cucharadas de nata líquida

Abrir a lo largo las vainillas en dos, rascar el interior con la punta de un cuchillo y añadirlas a la leche. Hervirla en una cazo y retirar del fuego. Por otro lado, mezclar las yemas y el azúcar y colar sobre éstas la leche hervida, recuperando la vaina de la vainilla para usos posteriores. Poner el recipiente con esta mezcla al baño maría, sin dejar de mover con una espátula de madera. Remover suavemente hasta que poco a poco vaya alcanzando los 85ºc., momento en el cual se retirará el cazo del baño maría, se le agregará la nata y se colocará dentro de otro recipiente que contenga agua con abundante hielo, para cortarle la cocción. No dejar de remover durante todo este proceso.

Si no se dispone de termómetro se puede comprobar si está cocida pasando el dedo por la espátula recién sacada de la crema. Si ha tomado más consistencia que la que tiene la leche y deja un pequeño surco, es que ha alcanzado la temperatura óptima. Asimismo, con la práctica se puede suprimir el baño maría y llevar a cabo la cocción sobre una chapa caliente o fuego suave. De todas formas, estas dos opciones son aconsejables únicamente cuando se tiene la suficiente experiencia.

BUÑUELOS DE VIENTO

80 g de mantequilla
1 cucharada de azúcar
1 vaso de agua
1 pizca de sal
200 g de harina
5 huevos

En un cazo se pone al fuego el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar. Cuando rompe el hervor, añadimos de golpe la harina y vamos mezclando con una cuchara y trabajando al fuego hasta que conseguimos una masa que se despega fácilmente del cazo. Se retira del fuego y se deja enfriar un rato en la misma cazuela. Cuando la masa está templada, se van echando los huevos uno a uno, enteros sin batirlos previamente. No hay que echar un huevo hasta que el anterior se ha integrado en la mezcla perfectamente. Uno tras otro.
Ponemos aceite de oliva en una sartén, abundante, y con una cuchara mojada en aceite, para que no se pegue la masa, vamos pellizcando porciones del tamaño de una nuez y echándolas en el aceite humeante, para que se frían homogéneamente. Hay quienes echan una cáscara de limón al aceite para que aromaticen. Vamos friendo los buñuelos y los vamos escurriendo.
Cuando están templados, los abrimos por un costado con unas tijeras, les retiramos un pellizco de masa del interior para que quepa el relleno que les introducimos.
Si no los vamos a rellenar, bien calientes, los espolvoreamos de azúcar en polvo y canela y los servimos.