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AJOBLANCO

2 puñados de almendras frescas, tiernas, sin su piel (para retirarla las sumergimos unos segundos en agua hirviendo, las escurrimos y así se pelan con facilidad)
2 dientes de ajos
1 trozo pequeño de pan seco
1/4 l. de agua fría
1 cucharada de vinagre de sidra
200 cc. de aceite de oliva
Aproximadamente 1/4 l. de agua helada
Remojamos el pan seco en el cuarto de litro de agua. Lo escurrimos. Lo introducimos en el vaso de una batidora, junto con las almendras, los ajos y el vinagre, accionando la máxima potencia para que quede una mezcla fina y uniforme, bien batida.
Ir añadiendo poco a poco, sin dejar de batir, el aceite de oliva como si se tratara de una mayonesa. Una vez ligado se va echando poco a poco el agua helada, hasta que veamos que adquiere una consistencia de sopa ligera. Rectificar de sal, servir muy frío. Si lo acompañamos de unos granos de uva negra o unos gajos de kaki o nísperos, está como para levantar la chapela.

AJOS O CEBOLLAS, CÓMO PELAR CON AYUDA DEL MICROONDAS

Muchas veces no hay quien pele un diente de ajo o una cebolla pequeña, de las que se usan para guarnición. Una forma de hacerlo es hervir agua, sacarla del fuego, sumergir los ajos o cebollas, dejarlos 10 segundos y escurrirlos. Se pelan así muy fácilmente.
El problema es que manchamos un cazo y hay que fregarlo. Podemos hacer lo mismo pero con el microondas, metemos los dientes de ajo sueltos o las cebollitas, en un plato, bien estirados y le damos caña unos segundos, justo para que se calienten ligeramente y así también se puedan pelar (a potencia media).
Lógicamente, esto es para cuando tenemos que pelar muchos ajos. Si hay que pelar uno, pues como que no. Nos dejamos las uñas, o le damos un porrazo con el puño cerrado, y ya está.

AJO, CÓMO HACER PARA QUE NO REPITA

Para que el ajo no repita, lo mejores una vez pelado, eliminar el germen que se aloja en su interior y que si se come es indigesto. Entonces abrimos los ajos en dos, a lo largo y con ayuda de la punta del cuchillo, despegamos el germen que encontramos en los dos medios dientes de ajo. Luego podemos picarlos, o laminarlos, según sea su empleo. Otra cosa importante es sofreír, dorar o pochar bien un ajo para que no lo comamos medio crudo y nos haga daño al estómago. Si se hace un refrito, recomendamos empezar con el aceite templado, para que se haga bien el interior e ir subiendo el fuego moderadamente conforme vemos que el ajo se cocina, para que al final quede bien dorado exteriormente. Queda más rico y nuestro estómago lo agradecerá. Hacer los refritos a fuego fuerte no es aconsejable.

ENSALADA DE BERROS Y AJO

4 puñados de berros bien limpios
1 diente de ajo partido en dos
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
Unas gotas de zumo de limón
Sal y pimienta recién molida

Con el diente de ajo partido en dos, untamos el bol o ensaladera en el que aliñaremos los berros. Desechamos los dientes de ajo, sólo servirán para aromatizar la ensalada. Colocamos los berros en el bol. Aparte hacemos la vinagreta, mezclando en una taza el zumo de limón, la sal y la pimienta. A continuación vertemos el aceite y damos unas vueltas. Rociamos la vinagreta cuidadosamente sobre los berros, damos unas vueltas y servimos sin demora.

ARROZ BLANCO CON AJO Y PEREJIL

6 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
4 dientes de ajo picados
500 g de arroz de grano redondo
1,3 l. de caldo o agua
2 cucharadas soperas de perejil picado

En una cazuela añadimos el aceite de oliva y lo arrimamos a fuego suave. Añadimos el ajo y en el momento que veamos que baila, el arroz. Damos unas vueltas, añadimos el perejil picado y el caldo o el agua hirviendo. Si añadimos agua, enriqueceremos el arroz con una pastilla de caldo concentrado de calidad. Sazonamos. Cuando el conjunto comience a hervir a borbotones, bajamos el fuego y dejamos que se cueza durante al menos 16/18 minutos, cubierto. Pasado ese tiempo, retiramos la cazuela del fuego y dejamos reposar tapado al menos 2 minutos. Servimos .
(Ideal para acompañar unos chipirones, unos huevos fritos o unas salchichas. También lo podemos rociar de una buena salsa de tomate en el plato mismo).

TORTILLA DE AJO Y PEREJIL

8 dientes de ajo picados
3 cucharadas de aceite de oliva
1 buen manojo de hojas de perejil groseramente picado
8 huevos
Sal

En una sartén amplia añadimos el ajo y el aceite en frío, arrimando a fuego suave. Batimos los huevos. En el momento que vemos que los ajos comienzan a bailar, vamos dando unas vueltas para que se hagan bien y no dejamos en ningún caso que cojan color o se quemen. En el momento que vemos que los ajos van a empezar a dorarse, añadimos el perejil, damos unas vueltas de unos segundos, subimos el fuego y volcamos rápidamente los huevos batidos. Cuajamos la tortilla bien jugosa y la acompañamos con una ensalada de tomate o con lo que a cada cual le venga en gana.

SOPA DE AJO ULTRARRÁPIDA CON BACALAO, AL MICROONDAS

8 dientes de ajo laminados
1 pizca de guindilla seca
1 chorretón de aceite de oliva
1 pedazo hermoso de pan tostado (zopako), unos 60 g.
4 cucharadas soperas de salsa de tomate frito
1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero en conserva
1 pizca de pimentón dulce de la Vera
1 pizca de caldo concentrado de carne desmenuzado
1/2 l. de agua caliente
2 lomos de bacalao desalado congelado
Sal

Colocar en un recipiente apropiado los ajos, el aceite, la pizca de guindilla y la sal. Cocinar destapado a máxima potencia durante 2 minutos. Pasados, añadimos el pan cortado en finas laminas, la salsa de tomate, el choricero, el pimentón, el caldo concentrado, el agua caliente y la sal. Además sumergimos en esta mezcla los dos lomos de bacalao congelado. Cocinamos tapado, a máxima potencia durante 15 minutos.
Rescatamos los lomos de bacalao, que luego harán de tropezón, los desmigamos, dejando la piel que es muy gelatinosa. Dejamos reposar a cubierto unos minutos, de forma que el pan infle correctamente y dé a la sopa de ajo su textura característica, bien espesita. En ese momento introducimos el bacalao desmigado en su interior y damos unas vueltas.
Es importante si el horno no es de plato giratorio, dar 1/4 de vuelta cada 2 minutos, aproximadamente.
Podemos justo cuando la sacamos del fuego, añadir un huevo batido y dar unas vueltas, de forma que enriquezca aún más su sabor.

SOPAS DE AJO CON BACALAO (ZURRUKUTUNA)

200 g. de bacalao salado desmigado
1 trozo grande de pan para sopa: zopako, pistola… (En caso de no tenerlo, tostar media barra de pan en el horno).
15 cucharadas de aceite de oliva
Los dientes sueltos de 1 cabeza de ajos
2 cucharadas de pulpa de choriceros en conserva
4 cucharadas de salsa de tomate
1/2 l. de agua
1 trozo de guindilla seca
4 huevos

Pasar el bacalao desmigado por agua fría, dentro de un colador, para desalarlo. Romperlo en hebras con las manos para que la sal se retire más fácilmente. Rehogar los ajos enteros, sin pelar en una cazuela; antes de que tomen color, retirarlos. Añadir la guindilla y el bacalao; ligar la salsa, meneando la cazuela. Agregar la pulpa de choriceros, la salsa de tomate y el pan cortado en finas y delgadas rebanadas. Rehogarlo todo. Mojar con el agua caliente, en la que habremos diluido una pastilla de caldo de pescado de calidad. Si tenemos caldo de pescado natural, mejor. Cocer lentamente, una hora aproximadamente, a fuego lento, aplastando regularmente el conjunto con una cuchara de madera. Debe quedar una sopa muy densa. Antes de servir, se puede añadir un huevo por persona, escalfado en la zurrukutuna, unos minutos antes de retirarla del fuego o bien batido y desleído con la cuchara.

SOPAS DE AJO

8 dientes de ajo laminados
1 pizca de guindilla seca
4 cucharadas de aceite de oliva
1 trozo del tamaño de un puño de pan zopako
4 cucharadas soperas de salsa de tomate
1 cucharada de pulpa de pimiento choricero en conserva
1 pizca de pimentón dulce de la Vera
1/2 l. de agua caliente
Sal

En una cazuela amplia añadimos el aceite. Arrimamos a fuego suave y volcamos la guindilla seca y los dientes de ajo. Una vez que comienzan a “bailar” sin quemarse, añadimos el zopako que habremos cortado en finísimas laminas con un cuchillo, dejando que se empapen con el aceite y se doren muy despacio, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera. Así unos 10 minutos. Entonces añadimos el pimentón, dejando que se dore unos segundos más y a continuación vertemos la salsa de tomate, la pulpa de pimiento y el agua caliente. Sazonamos ligeramente y dejamos que cueza muy lento al menos otros 15/20 minutos más. Pasados, dejamos reposar unos minutos para que el pan termine de inflarse y ligue la sopa y servimos muy caliente.
Podemos cuajar si nos apetece unos huevos en la misma sopa, dejando que se hagan con el calor, cubriendo con una tapa, minutos antes de retirar la cazuela del fuego. También los podemos añadir batidos y sin dejar de dar vueltas, al final de la cocción de la sopa, dejando que el huevo se cuaje y enriquezca el conjunto.

PURÉ DE AJOS

500 g de dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva virgen
1/4 l. pasado de nata
Una nuez de mantequilla
Sal

Colocamos los ajos en una cazuela, pelados, y los cubrimos con agua fría. A fuego suave y desde que comiencen los hervores, los tenemos 15 minutos a fuego suave. Se escurren y se elimina el agua. En la misma cazuela, limpia, añadimos el aceite de oliva y lo colocamos a fuego medio. Añadimos los ajos escurridos y los dejamos pochar a fuego muy suave por espacio de otros 15 minutos. Entonces en ese momento, añadimos la nata y una pizca de sal y dejamos que continúe hirviendo suavemente otros 15 minutos más.
Pasados, los escurrimos, introducimos la pulpa de ajos en el interior de una batidora y accionamos la máxima potencia, añadiendo en fino cordón la nata resultante de la cocción. Añadimos la mantequilla, sazonamos si es necesario y servimos. Para acompañar un asado o un guiso, es un puré excelente.