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TARTA OBISPO TERESA

250gr. de almenda molida
100 gr. de almendra entera
250 gr. de azúcar
8 yemas de huevo
8 claras de huevo
125gr. de mantequilla
Un molde cuadraro de aprox. 30×30 cm. No muy alto. Puede servir una tapa metálica de alguna caja de galletas.

Mientras batimos las claras para ponerlas en punto de nieve, iremos incorporándole con suavidad todo el azúcar menos cuatro cucharadas que reservaremos. También mezclamos la almendra molida. Esta pasta la extenderemos en el molde y la introduciremos a un horno suave,a 100º media hora aproximadamente, hasta que la masa quede consistente pero jugosa. Cuidado con que no se seque en exceso.
En un bol al baño maría, iremos batiendo con suavidad las yemas a las que añadiremos las cuatro cucharadas de azúcar que hemos reservado y, (lo más importante de toda la operación), la mantequilla que, tras fundirla, la hemos dejado enfriar. Esta operación es muy importante para el punto que queremos obtener. Se ha de trabajar con suavidad, pero sin detenimiento hasta conseguir una preciosa y anaranjada crema de yemas que nos va a servir de relleno y cobertura.
Cortamos la masa que hemos obtenido en el horno por la mitad, y disponemos una de las mitades en la bandeja que vamos a servir en la mesa. Sobre ella ponemos la mitad de la crema de yemas. Colocamos la otra mitad que nos queda en el molde y el resto de la yema, se la ponemos por encima y por los lados. Tostamos las almendras enteras en el horno y las troceamos groseramente. No conviene molerla excesivamente. Necesitamos pequeños tropiezos de almendra, no arena. Salpicamos con estos trozos de almendra la tarta, lo cubrimos todo con un paño y la guardamos en un lugar fresco que no sea el frigorífico. Esta tarta se puede perfectamente hacer un día o dos antes de ser servida. Tras degustarla, se comprende fácilmente que los Obispos conozcan a la perfección lo que en el cielo se siente, o se debe sentir. Nosotros también. Amén.

TEJAS DE ALMENDRA

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de almendra granillo
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.

MOJO PICON

1 cabeza de ajo pelada
1 puñado de pimienta palmera seca
1 puñado de cominos
1 cucharada de pimentón dulce de la vera
1/4 l. de aceite de oliva virgen
10 cucharadas de vinagre de vino
La miga de 2 lonchas de pan de molde
1 puñado de almendras sin tostar
1 pizca de sal marina

Se vierte en un mortero la sal gorda, los ajos, cominos y se majan bien. Añadimos luego la pimienta palmera, el pimentón y las almendras, junto con el vinagre para que todo se quede en maceración unas 24 horas. Entonces pasado ese tiempo, introducimos la mezcla en el vaso de una batidora y añadimos la miga de pan y el aceite de oliva. Accionamos la máxima potencia. Una salsa atómica para acompañar ensaladas, patatas cocidas o crudités de verdura. Ojo, que se nos quedará el paladar como el horno 3 de fundiciones de Lesaka.

COMPOTA GARRAPIÑADA

100 g de azúcar
350 g de almendra picada tostada
1 pizca de aceite de girasol
300 g de mermelada de melocotón
4 cucharadas de licor de melocotón

Colocamos el azúcar en un cazo a fuego muy suave para que vaya derritiéndose y adquiriendo tonalidad dorada. Despacio para que no se queme. Una vez que tenemos el caramelo rubio en la cazuela, añadimos la almendra y damos unas vueltas para que se entremezclen bien con el caramelo. Untamos ligeramente una bandeja, a poder ser de metal, con una pizca de aceite de girasol y vertemos las almendras garrapiñadas encima. Dejamos enfriar la mezcla hasta que se endurezca.
Una vez dura, la despegamos y rompemos el garrapiñado en trozos con la mano, golpeándolo dentro de un trapo contra la mesa, para que no salten los trozos. Los introducimos todos en el vaso de una batidora potente y accionamos la máxima potencia, añadiendo la mermelada y el licor. Podemos añadir una pizca de agua si vemos que la compota queda muy espesa. Que quede con aspecto espeso pero no apelmazada.
Está fantástica para acompañar un helado de queso o endulzar un yogur natural. La guardamos en frascos herméticos, bien cerrados al abrigo de la luz, las hormigas y la humedad.

BIZCOCHO DE ALMENDRAS

165 g. de mantequilla
215 g. de azúcar
La ralladura de 1 limón
1 pizca de sal
90 g. de almendra en polvo
1 pizca de levadura en polvo
150 g. de harina
2 huevos

Batir la mantequilla, debiendo quedar blanda, como si fuera una crema. Para eso lo mejor es tenerla fuera de la nevera unas horas antes de empezar a hacer el bizcocho. Añadimos el azúcar. Luego vertemos la ralladura de limón, una pizca de sal, la almendra molida y la levadura. Damos vueltas sin marear, justo que se mezcle. Entonces añadimos en 3 veces la harina y los huevos, despacito, pero mezclando perfectamente. La mezcla en vez de hacerla con varillas, lo mejor es usar una espátula de madera. Untamos de mantequilla un molde y lo enharinamos, colocando en el fondo una buena capa de almendras fileteadas tostadas, para que al desmoldar el bizcocho quede cubierto de ellas. Vertemos la mezcla y la horneamos a 180ºc., unos 25 minutos, hasta que veamos que la masa se hace y el bizcocho se cuece. Lo desmoldamos y lo presentamos con las almendras fileteadas hacia arriba.

PASTEL VASCO, CÓMO HACER

Ingredientes de la pasta:
200 g de mantequilla
250 g de harina
2,5 g de sal
100 g de almendras en polvo
175 g de azúcar
2’5 g de levadura en polvo
2’5 g de azúcar avainillado
1 huevo grande

Ingredientes para la crema pastelera:
400 g de leche
200 g de nata30 g de azúcar normal
30 g de harina
2 huevos grandes
100 g de azúcar avainillada
1 pizca de ron
1 pizca de ralladura de naranja

Elaboración de la pasta:

En un bol echar la harina, la sal, el polvo de almendra, los azúcares y la levadura. Mezclar bien todo y añadirle la mantequilla en dados, un poco blanda. Mezclar bien todo con las yemas de los dedos. Una vez mezclada añadirle el huevo y amasar para que quede bien unida. Guardar en la nevera mientras hacemos la crema pastelera.
Elaboración de la crema pastelera:
Poner a hervir a fuego suave en un cazo la nata, la leche, la ralladura de naranja y el azúcar avainillado. Aparte batir los huevos con el azúcar unos minutos y una vez que la mezcla esté espesa y blanquecina, añadir la harina. Echar encima de los huevos batidos la leche hirviendo, mezclar bien y cocer al fuego, moviendo la crema con una varilla. Cocer hasta que hierva ligeramente, sin que se agarre y una vez hervido seguir 2 minutos. Echar el ron al final. Hay que tener mucho cuidado que no se pegue a la cacerola. Guardar la crema en la nevera.
Elaboración final del pastel:
Forrar un molde de pastel de 22 cm. de diámetro y 4 cm. aproximados de altura, con mantequilla blanda y azúcar. Estirar con un rodillo la mitad de la pasta y ponerla en el molde, apretando bien para que sobresalga unos centímetros del borde. Después echamos la crema pastelera fría sobre la pasta, alisando para que quede bien homogénea. Estirar la otra mitad de la pasta para cubrir la crema. Colocarla bien y cerrar apretando los bordes. Pintar la superficie con huevo batido para que al sacarlo del horno tenga un atractivo color dorado. Hornearlo entonces 45 minutos a 170ºc. Dejarlo templar y comerlo tibio o a temperatura ambiente.

AJOBLANCO

2 puñados de almendras frescas, tiernas, sin su piel (para retirarla las sumergimos unos segundos en agua hirviendo, las escurrimos y así se pelan con facilidad)
2 dientes de ajos
1 trozo pequeño de pan seco
1/4 l. de agua fría
1 cucharada de vinagre de sidra
200 cc. de aceite de oliva
Aproximadamente 1/4 l. de agua helada
Remojamos el pan seco en el cuarto de litro de agua. Lo escurrimos. Lo introducimos en el vaso de una batidora, junto con las almendras, los ajos y el vinagre, accionando la máxima potencia para que quede una mezcla fina y uniforme, bien batida.
Ir añadiendo poco a poco, sin dejar de batir, el aceite de oliva como si se tratara de una mayonesa. Una vez ligado se va echando poco a poco el agua helada, hasta que veamos que adquiere una consistencia de sopa ligera. Rectificar de sal, servir muy frío. Si lo acompañamos de unos granos de uva negra o unos gajos de kaki o nísperos, está como para levantar la chapela.