Archivo de la categoría: Tartas, galletas y pasteles

TEJAS DE ALMENDRA

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de almendra granillo
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.

PASTEL CLAFOUTIS DE FRESAS

250 g de fresas, en cuartos si son grandes
3 huevos
5 cucharadas de azúcar
130 g de nata espesa o en su defecto líquida
1 cucharada sopera de aguardiente de orujo

Mezclar en un bol los huevos, el azúcar y las yemas. Cuando la mezcla esté bien lisa y cremosa, añadimos el aguardiente. Mientras enmantequillamos un molde ovalado de horno no muy alto y lo espolvoreamos con un poco de azúcar, eliminando el exceso. Colocamos en el fondo las fresas frescas, bien estiradas y sobre ellas vertemos la masa recién hecha. La horneamos unos 20 minutos a 180ºc. y dejamos templar, espolvoreando con azúcar en polvo la superficie y acompañando el pastel con helado de vainilla, por ejemplo.

BUÑUELOS DE NATA

Buñuelos de viento fritos y templados (ver receta)
Nata recién montada, crema Chantilly
Azúcar en polvo

Abrimos con una tijera el costado de los buñuelos y retiramos un pellizco de masa del interior, para hacer hueco y que entre más relleno. Con una cuchara, rellenamos de chantilly los buñuelos, dejando que sobresalga, mejor a que queden medio vacíos. Los espolvoreamos con azúcar en polvo y los comemos tibios, antes de que se enfríen del todo.

TEJAS DE AVELLANA

1/2 Kg. de azúcar
1/2Kg. de avellana picada
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de praliné, antes de hornear.

TARTA DE CREMA CON FRESAS

1 fondo de tarta forrado de masa quebrada muy fina y horneado, frío
1/2 l. de crema pastelera o de crema ligera, según gustos
Fresas frescas, partidas en mitades sin su rabo
Azúcar en polvo

Con cuidado para no romper los bordes del molde, estiramos la crema pastelera en todo su fondo, estirándola con el dorso de una cuchara sopera. Esta operación la hacemos sin retirar aún el molde de metal para proteger los bordes de galleta. Si el molde es de fondo desmontable, lo podremos retirar más cómodamente.
Sobre la crema pastelera acomodamos las fresas delicadamente, de la forma más bonita posible. Es mejor si amontonamos la fruta en el centro para que así tenga mucha fruta y quede mucho más sabrosa. Para finalizar la espolvoreamos con abundante azúcar en polvo para que quede bien nevada y la comemos cuanto antes.
Conviene hacer la tarta y comerla cuanto antes para que no se reblandezca y quede bien crujiente y fresca. No debemos introducirla en ningún caso en la nevera porque la arruinaremos, quedando reblandecida.
Podemos sustituir la crema pastelera por crema de limón o de pistacho y el resultado será pistonudo.

BUÑUELOS DE CREMA

Buñuelos de viento fritos y templados
Crema pastelera tibia, recién hecha
Azúcar en polvo

Abrimos con una tijera el costado de los buñuelos y retiramos un pellizco de masa del interior, para hacer hueco y que entre más relleno. Con una cuchara, rellenamos de crema los buñuelos, dejando que sobresalga crema, mejor a que queden medio vacíos. Los espolvoreamos con azúcar en polvo y los comemos tibios, antes de que se enfríen.

TEJAS DE CACAHUETE

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de cacahuete picado
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de cacahuete, antes de hornear.

PASTEL CLAFOUTIS DE GROSELLAS

250 g de grosellas degranadas de los ramos
3 huevos
5 cucharadas de azúcar
130 g de nata espesa o en su defecto líquida
1 cucharada sopera de aguardiente de orujo

Mezclar en un bol los huevos, el azúcar y las yemas. Cuando la mezcla esté bien lisa y cremosa, añadimos el aguardiente. Mientras enmantequillamos un molde ovalado de horno no muy alto y lo espolvoreamos con un poco de azúcar, eliminando el exceso. Colocamos en el fondo las grosellas frescas, bien estiradas y sobre ellas vertemos la masa recién hecha. La horneamos unos 20 minutos a 180ºc. y dejamos templar, espolvoreando con azúcar en polvo la superficie y acompañando el pastel con helado de vainilla, por ejemplo.

BUÑUELOS DE MERMELADA

Buñuelos de viento fritos y templados
Mermelada al gusto, bien espesa
Azúcar en polvo

Abrimos con una tijera el costado de los buñuelos y retiramos un pellizco de masa del interior, para hacer hueco y que entre más relleno. Con una cuchara, rellenamos de mermelada los buñuelos, dejando que sobresalga, mejor a que queden medio vacíos. Los espolvoreamos con azúcar en polvo y los comemos tibios, antes de que se enfríen.

TEJAS DE NUEZ

1/2 Kg. de azúcar
1/2 Kg. de nuez picada
1/4 l. de claras de huevo
1 pizca de esencia de vainilla o de vainilla en polvo

Mezclamos todos los ingredientes en un cazo fuera del fuego, con una varilla batidora. Cuando consigamos una pasta bien lisa la arrimamos a fuego muy suave y sin dejar de remover, dejamos que se caliente e incluso surja un hervor imperceptible. Entonces retiramos la masa el cazo y la colocamos en un bol. Con ayuda de una cuchara sobre una placa aceitada, vamos estirando la masa en porciones como del tamaño de una nuez, muy separadas unas de otras, puesto que al hornearse se estirarán y si no las separamos, las galletas se juntarán. Es mejor hacerlas de pocas en pocas.
Las horneamos a 160ºc., hasta que se doren en sus extremos pero queden blanquitas en su interior. Las despegamos con una espátula o cuchillo y las vamos apoyando sobre una botella o rodillo de pastelería, para que cojan forma de teja. Una vez frías, las comemos o las guardamos en una lata para que no se humedezcan.
Podemos añadir a la masa una cucharada de pasta de praliné, antes de hornear.
Ojo con guardar mucho esta masa en la nevera o las tejas hechas y en una lata, porque la nuez se enrancia facilmente.