Archivo de la categoría: Postres a base de frutas

PERAS BELLA ELENA

Peras en almíbar
Helado de vainilla
Salsa de chocolate

Partimos la pera en almíbar en dos y le retiramos el tallo y el corazón. Colocamos media pera en almíbar en el fondo de una copa. Cubrimos con helado de vainilla bien cremoso y coronamos con la otra pera apretando para que quede bien fijada al helado. Cubrimos el conjunto con salsa de chocolate y servimos.

SANDÍA CON GRANIZADO DE SANDÍA

1 sandía hermosa, bien dulce y sabrosa

Partimos la sandía en dos, pelando una de las mitades. La otra la guardamos bien envuelta en la nevera. La mitad pelada, la partimos en pedazos gruesos, de un tamaño cómodo como para que entren por la boca de una licuadora de fruta, para hacer zumo. La licuamos y el zumo resultante lo ponemos en una bandeja ancha y con altura y la introducimos en el congelador, al menos unas 12 horas, para que quede el zumo duro como una piedra.
El día que comemos este postre, pelamos la otra mitad de la sandía y la partimos en dados pequeños, de un tamaño como para que nos entre en la boca. Metemos estos pedazos en varios boles pequeños y en la nevera, bien tapados, para que se refresquen. 1 minuto antes de servirlo, sacamos la bandeja congelada de zumo de sandía y con ayuda de las púas de un tenedor, rascamos la superficie provocando que el zumo se convierta en un granizado fresco y abundante. Rápidamente colocamos este granizado sobre la sandía, haciendo un montículo que se desmorone por los costados y lo servimos colocando en la punta unas hojas de menta fresca. Si lo acompañamos con un helado de limón o de naranja o del gusto que nos apetezca, el postre es alucinante. Fácil y muy fresco.

FRAMBUESAS CON HELADO

750 g. de frambuesas bien maduras
1/2 l. de helado, al gusto

Asegurarnos de que las frambuesas estén libres de bichos y de su rabo, duro y espinoso. Si es necesario las pasamos volando por agua y las escurrimos delicadamente en un trapo. Las servimos bien frías, en boles, acompañadas del helado, muy blando. Si está duro como una roca es desagradable comerlo y habrá de mirarse la receta de cómo ablandar el heldao cuando está duro como un ladrillo.

HIGOS CON CREMA CHANTILLY

24 higos bien maduros
1/2 l. de crema chantilly

Asegurarnos de que los higos estén libres de bichos y del rabo que lo une a la rama del árbol. Si es necesario los pasamos volando por agua y los escurrimos delicadamente en un trapo. También los podemos pelar, pero es un trabajo de chinos, así que cada uno haga lo que pueda. Los servimos bien fríos, partidos en cuartos o en mitades, en boles, acompañados de la crema chantilly. Si somos un poco borrachuzos, los podemos rociar con unas gotas de algún alcohol escondido antes de jamarlos con la crema.

SANDÍA CON HELADO

1/2 sandía bien dulce
Helado o sorbete del gusto que nos apetezca, a base de nata o de zumos de fruta

Pelamos la sandía y la troceamos en dados pequeños, colocándolos en un bol grande o en varios pequeños. Los dejamos unos minutos en la nevera para que se refresquen. A la hora de comerla, la rociamos con el helado o el sorbete que habremos dejado fuera del congelador 1/2 hora antes de comerlo, para que esté bien cremoso. Le damos unas vueltas con una cuchara y la comemos.

FRAMBUESAS, CÓMO LIMPIAR

¡Qué contradicción!, ¡Qué receta tan absurda! Y es que las frambuesas no se limpian. Lo explicamos: la única forma de comerlas es prácticamente recolectadas, porque no aguantan bien la refrigeración y se estropean rápidamente. Justo retirarles el tallo si es que alguna aún lo tiene, retirar alguna hojita que se haya podido colar, y al plato.
Cuando las frambuesas están mustias, blandas, oscuras y lacias, lo mejor es hacerlas puré, una salsa, hacer una bebida gaseosa o mezclarlas con yogur y hacer un batido refrescante. Y ojo con el frío de la nevera, porque si les da mucho el fresco, pueden lastimarse. En definitiva, las frambuesas son como un bebé frágil, para andarse con mucho ojo, no vayamos a liarla.

FRESAS, CÓMO LIMPIAR

Limpiar fresas es divertido, cuando no hay muchas. Para saber que están lozanas, es importante que el tallo verde esté bien fresco y no marchito, es un dato importante. Y lógicamente que la fruta no esté muy magullada, sin mordidas de insectos, agujeros o podredumbre.
No hay que sumergirlas en agua, justo pasarlas por el chorro de agua fría sin retirarles el tallo y que no se ahoguen, puesto que si no, se quedan blandas. Una vez limpias, les retiramos el tallo, las troceamos si son grandes y las dejamos listas para azucarar, rociarlas con zumo de naranja o lo que sea. Así de fácil.