Archivo de la categoría: Postres a base de frutas

MACEDONIA DE FRUTAS

1 manzana
1 pera
2 plátanos
1/2 piña
1/2 melón bien dulce
La ralladura de 2 limones verdes o limas
1 puñado de fresas
1 puñado de frambuesas
1 racimo de uvas desgranadas
2 kiwis
2 naranjas
El zumo de 2 naranjas

Pelamos y troceamos toda la fruta en dados, gajos o rodajas. Las fresas las añadimos en cuartos y las frambuesas las últimas, para que no se apachurren, así como el plátano que también lo añadiremos al final para que no se oscurezca.
Una vez toda la fruta junta, añadimos la ralladura de limón o lima y el zumo de naranja. Damos unas vueltas, la dejamos que se refresque en la nevera y la servimos bien fresca.
Las frutas que intervienen en una macedonia se pueden variar según los gustos personales y la estación, para que además si la compramos en el mejor punto de sazón, estén más baratas. No nos olvidemos de las cerezas deshuesadas, los kakis, la granada, el limón, las ciruelas, el pomelo, las mandarinas, etc.
También podemos desperdigar por su superficie unas hojas de menta, hierbaluisa o incluso de albahaca, que tan bien acompaña a la fruta fresca.
También podemos añadir unas gotas de algún licor o aguardiente y servirla rociada de nata montada o salsa inglesa a la que le habremos añadido unas gotas de Dry Sack o de Ron u Oporto añejo.

SOPA DULCE DE MELOCOTONES AL MOSCATEL

6 melocotones de viña hermosos
1 botella de moscatel
1 rama de vainilla abierta y rascada
1 l. de agua
500 g. de azúcar
El zumo y piel de 2 naranjas
El zumo y piel de 2 limones

Pelar los melocotones. Hervir el moscatel con el agua, el azúcar y las cáscaras de cítrico, además de la rama de vainilla abierta y rascada. Una vez hecho esto añadir los melocotones pelados y cocerlos a fuego lento unos 25 minutos. Al retirar del fuego, añadimos los zumos de limón y naranja y dejamos enfriar la sopa hasta que coja temperatura ambiente. Entonces la introducimos en la nevera. Servimos en un tazón o bol el melocotón hervido frío y vertemos el jugo de cocción también helado por encima. Si lo acompañamos con helado de limón, se nos quedará tieso el bigote. Justo al sacar del fuego la sopa con los melocotones, podemos añadir un puñado de hojas de menta, hierbaluisa (citronella) o albahaca fresca, dejándolas que infusionen con el calor y dejen un gusto en la sopa increíble.

MELÓN CON GRANIZADO DE MELÓN

1 melón hermoso, bien dulce y sabroso

Partimos el melón en dos, pelando una de las mitades. La otra la guardamos bien envuelta en la nevera. La mitad pelada, la partimos en pedazos gruesos, de un tamaño cómodo como para que entren por la boca de una licuadora de fruta, para hacer zumo. La licuamos y el zumo resultante lo ponemos en una bandeja ancha y con altura y la introducimos en el congelador, al menos unas 12 horas, para que quede el zumo duro como una piedra.
El día que comemos este postre, pelamos la otra mitad del melón y lo partimos en dados pequeños, de un tamaño como para que nos entre en la boca. Metemos estos pedazos en varios boles pequeños y en la nevera, bien tapados, para que se refresquen. 1 minuto antes de servirlo, sacamos la bandeja congelada de zumo de melón y con ayuda de las púas de un tenedor, rascamos la superficie provocando que el zumo se convierta en un granizado fresco y abundante. Rápidamente colocamos este granizado sobre el melón, en los boles, haciendo un montículo que se desmorone por los costados y lo servimos colocando en la punta unas hojas de menta fresca. Si lo acompañamos con un helado de plátano, limón o de naranja o del gusto que nos apetezca, el postre es alucinante. Fácil y muy fresco.

BANANA SPLIT

1 plátano maduro
Helado de vainilla, chocolate y fresa
Salsa de chocolate
Nata montada

Partimos el plátano maduro en dos y lo colocamos en una fuente pequeña. Encima le apoyamos las tres bolas de helado, cada una de un sabor diferente y vertemos la nata montada, con ayuda de una cuchara. Rociamos todo este tinglado con la salsa de chocolate y, a comer.
Podemos sustituir la salsa de chocolate por salsa de frambuesa e incluso espolvorear la superficie con frutos secos como avellanas tostadas o almendras.

MELÓN CON HELADO

1/2 melón bien dulce
Helado o sorbete del gusto que nos apetezca, a base de nata o de zumos de fruta

Pelamos el melón y lo troceamos en dados pequeños, colocándolos en un bol grande o en varios pequeños. Los dejamos unos minutos en la nevera para que se refresquen. A la hora de comerlo, lo rociamos con el helado o el sorbete que habremos dejado fuera del congelador 1/2 hora antes de comerlo, para que esté bien cremoso. Le damos unas vueltas con una cuchara y lo comemos.

EMPANADILLAS DE PLÁTANO

20 discos de masa para empanadillas
5 plátanos medianos pelados y en dados muy pequeños
El zumo de 1 limón
1 nuez hermosa de mantequilla
1 cucharada de azúcar
Huevo batido

En una sartén añadimos el azúcar y lo caramelizamos suavemente sin que se queme. En el momento que veamos que adquiere un tono rubio, le añadimos la mantequilla y dejamos que se funda, añadiendo los plátanos cortados en dados muy pequeños. Los dejamos que se compoten a fuego alto, adquiriendo un tono tostado apetecible. Serán necesarios unos 15 minutos. 5 minutos antes de retirar la compota del fuego, añadimos el zumo de limón. Lo podemos aromatizar con canela o una pizca de nuez moscada. Dejamos enfriar el relleno de plátano. Estiramos los discos de pasta de empanadilla encima de la mesa, colocando en su interior una buena cucharada de relleno. Pintamos con huevo batido todo el extremo y las cerramos como si fueran medias lunas, pinzándolas o sellándolas con las púas de un tenedor. Las dejamos reposar en la nevera bien cubiertas. Podemos hacer dos cosas. Para que estén menos grasientas, pintarlas todas con huevo y hornearlas a 200º unos 15 minutos hasta que estén doradas, o emplear el método tradicional, fritas en abundante aceite de oliva bien caliente, como se y escurridas. Al servirlas podemos espolvorearlas con azúcar, quedan fantásticas.

FRESAS, CÓMO LIMPIAR

Limpiar fresas es divertido, cuando no hay muchas. Para saber que están lozanas, es importante que el tallo verde esté bien fresco y no marchito, es un dato importante. Y lógicamente que la fruta no esté muy magullada, sin mordidas de insectos, agujeros o podredumbre.
No hay que sumergirlas en agua, justo pasarlas por el chorro de agua fría sin retirarles el tallo y que no se ahoguen, puesto que si no, se quedan blandas. Una vez limpias, les retiramos el tallo, las troceamos si son grandes y las dejamos listas para azucarar, rociarlas con zumo de naranja o lo que sea. Así de fácil.

FRAMBUESAS, CÓMO LIMPIAR

¡Qué contradicción!, ¡Qué receta tan absurda! Y es que las frambuesas no se limpian. Lo explicamos: la única forma de comerlas es prácticamente recolectadas, porque no aguantan bien la refrigeración y se estropean rápidamente. Justo retirarles el tallo si es que alguna aún lo tiene, retirar alguna hojita que se haya podido colar, y al plato.
Cuando las frambuesas están mustias, blandas, oscuras y lacias, lo mejor es hacerlas puré, una salsa, hacer una bebida gaseosa o mezclarlas con yogur y hacer un batido refrescante. Y ojo con el frío de la nevera, porque si les da mucho el fresco, pueden lastimarse. En definitiva, las frambuesas son como un bebé frágil, para andarse con mucho ojo, no vayamos a liarla.