Archivo de la categoría: Vaca

GUISADO DE VACA CON PATATAS

1?5 Kg. de carne de vaca para guisar, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
10 cucharadas de salsa de tomate
5 patatas hermosas cascadas a lo pobre
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de vaca sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos la vaca ya tostada con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 20 minutos antes de terminar el estofado, añadimos las patatas cascadas y una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito, para que las patatas no revienten y queden enteras. Será inevitable que algún pedazo se deshaga y de esa forma ligue aún más la salsa, que es de lo que se trata. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

LENGUA DE VACA EN SALSA DE VINO

1 lengua de vaca
1,5 l. de agua
1 pastilla de caldo concentrado de caldo
1 cebolla cortada en tiras
2 dientes de ajo
2 zanahorias en rodajas
1 puerro en rodajas
1 pizca de aceite de oliva
1 vaso grande de vino tinto
Huevo, harina y aceite para rebozar

Dorar en una cazuela con una gota de aceite la lengua por todos sus los lados, hasta tostarla. Retirarla. Añadir entonces las verduras a la cazuela y pocharlas a fuego suave. Cuando estén hechas, añadir el vino y hervir hasta que evapore. Volver a introducir la lengua y cubrir con el agua caliente, añadiendo la pastilla de caldo. Cocer lentamente, hasta que la lengua esté tierna (pincharla, para comprobar su punto de cocción). Serán necesarias una dos horas (si utilizamos olla a presión, 50 minutos). Cocida y tierna, escurrirla. Una vez que se haya templado, pelarla. Filetearla y rebozarla con harina y huevo. Freírla en aceite abundante y depositar los filetes en papel absorbente, para eliminar el exceso de grasa.
Triturar la salsa y pasarla por un colador fino. Sumergir en ella los filetes y rectificar el punto de la sal. Antes de servir, dejar que repose.

MORCILLO DE VACA GUISADO CON PATATAS

1?5 Kg. de morcillo de vaca, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
10 cucharadas de salsa de tomate
5 patatas hermosas cascadas a lo pobre
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de morcillo sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos el morcillo ya tostada con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 20 minutos antes de terminar el estofado, añadimos las patatas cascadas y una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito, para que las patatas no revienten y queden enteras. Será inevitable que algún pedazo se deshaga y de esa forma ligue aún más la salsa, que es de lo que se trata. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

MORROS DE VACA EN SALSA DE CEBOLLA

2 morros de vaca
3 cebollas
1 cabeza de ajos
1 zanahorias
1 puerro
2 tomates maduros
1 puñado de tallos de perejil
Aceite de oliva
Harina, huevos batidos
Sal

Limpiar los morros en agua y si hiciera falta le afeitamos los pelos con ayuda de una cuchilla nueva. Ponerlos al fuego cubiertos de agua fría, hasta que arranque el hervor. Sacarlos y refrescarlos en agua fría. De nuevo cubrirlos de agua limpia y añadir 1 cebolla entera, la cabeza de ajos entera, la zanahoria, el puerro, los tomates y los tallos de perejil. Añadir sal y colocar la cazuela a fuego cubierto, dejando que hiervan los morros al menos durante 2 horas. La mejor manera de comprobar si están cocidos es pincharlos con un cuchillo y ver si atraviesa la carne sin dificultad. Entonces los retiramos del caldo, colando éste y reservándolo para hacer la salsa. También guardamos la verdura de cocción escurrida. A los morros les retiramos el cartílago duro que se aloja en el centro de la pieza y los partimos en unos 10 pedazos, como del tamaño de una nuez hermosa. Aparte, en una cazuela, colocamos aceite de oliva y las 2 cebollas restantes picadas, con sal. Las dejamos cocinar unos 20 minutos hasta que estén tiernas. Entonces, añadimos las verduras de la cocción de los morros y cubrimos con el caldo de cocción de los morros. Dejamos que hierva unos 30 minutos. Mientras todo esto se cocina al fuego, pasamos por harina los trozos de morro y les sacudimos el exceso. Los sumergimos en huevo batido y los rescatamos, sumergiéndolos en aceite caliente y rebozándolos hasta que queden dorados.
Entonces trituramos la salsa y la pasamos por un colador, vertiéndola sobre los morros rebozados y escurridos. Hervimos el conjunto unos 15 minutos para que la carne quede bien sabrosa y rectificamos el sazonamiento. Antes de servir, dejar que repose y volver a calentar.

RABO DE VACA GUISADO AL VINO TINTO

2 rabos de vaca, de 1 Kg. cada uno, partidos en trozos por sus juntas
1/2 l. de vino tinto
1 zanahoria
2 cebollas
10 dientes de ajo enteros
1 trozo hermoso de mantequilla
3 l. de agua
1 pastilla de caldo de carne
Aceite de oliva y sal

Es importante que el rabo nos lo seccione el carnicero por sus juntas; hace falta maña para hacerlo. Sazonar los trozos de rabo y saltearlos por tandas en 1 pizca de aceite, hasta que se doren. Reservar los trozos de rabo y tirar el aceite que normalmente se suele quemar. Entonces añadimos una pizca más de aceite limpio y en el mismo fondo, para recuperar los jugos adheridos al fondo, a fuego más suave, cocinamos todas las verduras troceadas en pedazos hermosos. Dejarlas 15 minutos y sazonarlas, sin dejar de dar vueltas. Entonces introducimos los pedazos de rabo salteados junto con el jugo que hayan podido soltar, el vino, el agua y la pastilla de caldo, sazonando una vez más ligeramente. Tapar y dejar que hierva a fuego muy lento hasta que la carne esté muy tierna y se despegue fácilmente del hueso pero sin que se deshaga, unas 4 horas aproximadamente. El tiempo puede oscilar, según la naturaleza de la carne utilizada. Si la hacemos en olla rápida serán necesarios al menos 90 minutos. Abrimos la olla y retiramos los trozos de carne del caldo. Colamos éste último y lo reducimos a fuego lento hasta dejarlo en un litro aproximadamente. Le incorporamos el pedazo grande de mantequilla en pequeños trozos, mientras hierve, para que espese. Probar la sal: ha de quedar un poco soso, ya que todavía debe reducir más y no ha de haber riesgo de que la salsa quede salada.Volver a introducir los trozos de rabo ahí y continuar su cocción a fuego muy lento, de manera que la carne se vaya abrillantando y la salsa espesándose, formando sobre los trozos una cobertura brillante. Esta última cocción puede durar unos 30 minutos. Es importante reseñar que este guiso, como muchos otros de carne, hay que llevarlo a cabo manteniendo el punto de ebullición muy bajo, para que apenas se perciba un leve borboteo. Sólo operando de esta manera se mantendrá la sabrosura y melosidad de la carne.

RABO DE VACA GUISADO

2 rabos de vaca, de 1 Kg. cada uno, partidos en trozos por sus juntas
1/4 l. de vino blanco
1 zanahoria
2 cebollas
10 dientes de ajo enteros
1 trozo hermoso de mantequilla
3 l. de agua
1 pastilla de caldo de carne
Aceite de oliva y sal

Es importante que el rabo nos lo seccione el carnicero por sus juntas; hace falta maña para hacerlo. Sazonar los trozos de rabo y saltearlos por tandas en 1 pizca de aceite, hasta que se doren. Reservar los trozos de rabo y tirar el aceite que normalmente se suele quemar. Entonces añadimos una pizca más de aceite limpio y en el mismo fondo, para recuperar los jugos adheridos, a fuego más suave, cocinamos todas las verduras troceadas en pedazos hermosos. Dejarlas 15 minutos y sazonarlas, sin dejar de dar vueltas. Entonces introducimos los pedazos de rabo salteados junto con el jugo que hayan podido soltar, el vino, el agua y la pastilla de caldo, sazonando una vez más ligeramente. Tapar y dejar que hierva a fuego muy lento hasta que la carne esté muy tierna y se despegue fácilmente del hueso pero sin que se deshaga, unas 4 horas aproximadamente. El tiempo puede oscilar, según la naturaleza de la carne utilizada. Si la hacemos en olla rápida serán necesarios al menos 90 minutos. Abrimos la olla y retiramos los trozos de carne del caldo. Colamos éste último y lo reducimos a fuego lento hasta dejarlo en un litro aproximadamente. Le incorporamos el pedazo grande de mantequilla en pequeños trozos, mientras hierve, para que espese. Probar la sal: ha de quedar un poco soso, ya que todavía debe reducir más y no ha de haber riesgo de que la salsa quede salada. Volver a introducir los trozos de rabo ahí y continuar su cocción a fuego muy lento, de manera que la carne se vaya abrillantando y la salsa espesándose, formando sobre los trozos una cobertura brillante. Esta última cocción puede durar unos 30 minutos. Es importante reseñar que este guiso, como muchos otros de carne, hay que llevarlo a cabo manteniendo el punto de ebullición muy bajo, para que apenas se perciba un leve borboteo. Sólo operando de esta manera se mantendrá la sabrosura y melosidad de la carne.

HAMBURGUESAS CASERAS DE CARNE PICADA

1 Kg. de carne picada de distintos cortes y animales, cerdo, ternera y vaca
2 yemas de huevo
Perejil picado
1 buen pedazo de miga de pan remojada en leche, escurrida
2 cebollas medianas picadas
Aceite de oliva ara dorar las cebollas
Sal y pimienta
Primero en una sartén a fuego vivo, doramos las cebollas picadas, con una pizca de sal, hasta que quede bien dorada y tierna. La escurrimos.
Colocamos en un bol el resto de ingredientes sobre el que añadiremos las cebollas pochadas, salpimentando generosamente. Amasamos con las manos, bien limpias. Para probar de sal, si nos da asco comer la carne cruda, metemos una pequeña bola del tamaño de una avellana en el microondas y tras unos segundos de cocción la probamos para ver si el sazonamiento es el correcto.
Damos forma a las hamburguesas con la palma de la mano y las pasamos ligeramente por pan rallado, para guardarlas en una caja hermética si nos las vamos a cocinar inmediatamente. A la hora de comerlas, las freímos en una sartén bien caliente con una pizca de aceite de oliva y las acompañamos de salsa de tomate o de mostaza.
También podemos una vez fritas, sumergirlas en una salsa de cebolla o de guisado que nos haya sobrado y darles un hervor suave para que queden tiernas y melosas, hamburguesas en salsa caseras.

FONDUE SUIZO DE CARNE Y SUS GUARNICIONES

1 Kg. de carne de solomillo o de lomo de vaca o ternera, cortada en dados hermosos
1’5 l. de aceite de oliva
3 dientes de ajo
Para hacer la fondue es necesario tener el recipiente en el que luego la serviremos en la mesa. Es importante 1 hora antes de comer la fondue, sacar la carne de la nevera para que se atempere y no esté fría.
En una sartén, añadimos el aceite y los dientes de ajo, arrimando a fuego suave para que poco a poco éste se impregne del aroma ajo, pero sin quemarse. Gradualmente vamos subiendo la intensidad del fuego, pero con precaución para que el ajo no se nos tueste demasiado. Los retiramos antes de que se quemen, para que no den un sabor desagradable al aceite.
Vertemos el aceite en el recipiente de fondue que irá al centro de la mesa, bajo el cual situaremos un quemador regulable de alcohol para que la fondue esté siempre atemperada y el aceite listo para tostar la carne. Si vemos que pierde intensidad y temperatura, aumentamos la llama para que nunca la carne se nos recueza.
Pinchar los dados de carne con el tenedor de 2 dientes de la fondue e ir sumergiéndolos para que se hagan. Hay que pillar el punto según el tiempo, para que salga más jugosa o más hecha. Es importante siempre después de sacar, meter uno nuevo para no esperar entre trozo y trozo y así no andar esperando a que se fría la carne. La sazonamos en ese momento.
Acompañar con una ensalada verde y unas patatas cocidas. Es importante tener algunas salsas en cuencos para ir mojando los pedacitos de carne. Salsa brava, de soja, all-i-oli, holandesa, mayonesa con ajo, mojo picón, tártara, etc.
Además unos pepinillos en vinagre o unas guindillas encurtidas pueden ser complemento perfecto para esta cena divertida.

FILETE, CÓMO FREÍR

Para freír un filete, es necesario una buena sartén, buena mano y una gota de aceite. La carne no hay que sazonarla cruda nunca. Fileteamos un diente de ajo. Arrimamos una sartén a fuego muy vivo, sin nada y dejamos que comience a humear, momento en el que añadimos unas gotas de aceite de oliva y apoyamos el filete por uno de sus lados. Lo hacemos vuelta y vuelta, sin bajar el fuego para nada, en el punto que deseemos, más o menos hecho. Lo retiramos del fuego a un plato, bajamos el fuego y añadimos una pizca de aceite limpio. Doramos en él el diente de ajo, y vertemos el conjunto sobre el filete tostado, en el plato. Lo sazonamos ahora, con sal gruesa y nos lo comemos. También podemos añadir a ese refrito de ajos, al sacarlo del fuego, un poco de perejil toscamente picado, además de unas gotas de zumo de limón.

ALBONDIGUILLAS CON SALSA DE CEBOLLA

3/4 Kg. de carne picada de vaca (puede valer ternera, cerdo y mezcla)
Una pizca de ajo y perejil picado
2 cucharadas de pan rallado
1 sobre de sopa de cebolla instantánea
2 ó 3 vasos de agua
3 patatas
Sal
Amasamos la carne picada con el ajo, el perejil y el pan rallado, y la sazonamos. Hacemos bolitas, utilizando harina, del tamaño de una bola de golf y las freímos en aceite, lo justo para que se hagan por fuera. Y ya fritas las vamos dejando en una cazuela. En la misma sartén donde las hemos frito, si nos ha quedado mucho aceite retiramos parte hasta que nos quede lo justo para cubrir el fondo, y rehogamos en él los polvos del sobre de sopa de cebolla. Sin dejar que se tueste añadimos 2 ó 3 vasos de agua y dejamos cocer unos cinco minutos. Sazonamos si es necesario. Vertemos la salsa en la cazuela de las albóndigas y las cocemos unos 15 minutos para que se terminen de hacer. (Si vemos que se quedan secas podemos añadir más agua). Freímos unas patatas en dados y antes de servir las mezclamos con las albóndigas.
(Podemos añadir a la mezcla de las albóndigas, para que queden más jugosas al cocinarse, miga de pan empapada en leche y escurrida o mejor, un par de manos de cerdo cocidas, deshuesadas y muy picadas. Hacemos las bolas con la carne cruda y seguimos con el proceso. También podemos añadir una cebolla picada al aceite, pocharla y añadir sobre ella el contenido del sobre de sopa. El resultado será igualmente bueno, pero un poco más trabajoso).