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SARDINAS A LA SAL

2 Kg. de sardinas
Sal gorda
Aceite de oliva virgen extra

Descabezamos las sardinas y le eliminamos las tripas. Mejor en la pescadería. Con cuidado de no romperlas, las abrimos con las yemas de los dedos y les retiramos la espina central, dejando el pescado abierto en dos.
Colocamos en una fuente una buena capa de sal y acomodamos encima las sardinas bien ordenadas, cubriendo con más sal. Repetimos la operación hasta que estén todas las sardinas bien cubiertas. Metemos la fuente en la nevera y la dejamos así 30 minutos.
Pasados, retiramos el exceso de sal pasando rápidamente las sardinas por agua, las secamos con un trapo y las sumergimos en una fuente con aceite de oliva virgen extra. Deberán estar en el aceite al menos unas 4 horas antes de consumirse. Las podemos añadir a una ensalada o comerlas tal cual con pan tostado.

SARDINAS EN ESCABECHE

1?5 Kg. de sardinas de tamaño medio, limpias, descabezadas y enteras
Harina y aceite para freír
2 cebolletas hermosas en tiras
8 dientes de ajo enteros
1 hoja fresca de laurel
10 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de pimentón dulce, si es de la Vera, mejor.
Media cucharada de pimentón picante.
Medio litro de aceite de aceite de oliva virgen
1 cuarto de litro de vinagre de sidra
1 cuarto de litro de vino blanco
Sal

Sazonamos las sardinas, las pasamos ligeramente por harina y las freímos en abundante aceite. Las escurrimos y las reservamos. Poner una cazuela amplia al fuego con las cucharadas de aceite de oliva y añadir las cebolletas, los ajos y una pizca de sal, cocinando a fuego suave 10 minutos. Entonces incorporar los pimentones y el laurel, dar unas vueltas y añadir el aceite de oliva virgen, el vinagre de sidra y el vino blanco.
Al partir del primer hervor, dejamos cocer 5 minutos para que el vinagre pierda su fuerza y sumergimos en este escabeche el pescado frito, dejando al fuego mínimo unos 5 minutos más, sin hervir esta vez. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Lo mejor es comerse todo este festival una vez que hayan pasado al menos 12 horas, a temperatura ambiente, de forma que el pescado esté bien empapado. Acompañarlo con unas patatas cocidas y aliñadas con la verdura y el jugo del escabeche, con una pizca de sal.

SARDINAS FRITAS

24 sardinas de tamaño mediano
Harina
Sal
Aceite de oliva para freír
2 dientes de ajo

Que en la pescadería nos las limpien perfectamente, retirándoles las tripas y la cabeza, dejando la cola. Verter en una sartén el aceite de oliva, cubriendo aproximadamente 2 dedos de altura. Poner a fuego suave junto a los ajos para que se empape del aroma y los ajos no se quemen. Entonces, a los pocos minutos, retiramos los ajos y subimos la temperatura, introduciendo las sardinas sazonadas y enharinadas ligeramente, teniéndolas vuelta y vuelta. Las hacemos en 2 ó 3 tandas, para que no baje la temperatura del aceite. Doradas y crujientes, las escurrimos y las servimos.

SARDINAS MARINADAS

1 kg de sardinas frescas
600 g. de vinagre de vino o de sidra
1/2 l. de agua fría
1 puñado de sal
Aceite de oliva virgen

Mezclamos el vinagre, el agua y la sal. Limpiamos las sardinas dejándolas sin cabeza ni tripas, pudiendo pedir al pescadero que lo haga. Las limpiamos en agua y las secamos. Las introducimos inmediatamente, enteras, en la marinada. Las dejaremos entre 2 ó 3 horas, según el tamaño del pescado, a tempearatura ambiente y luego unas 5 horas dentro de la nevera. Pasado ese tiempo, las escurrimos y delicadamente, las desespinamos, con las manos, tirando de los filetes o si vemos que se rompen, cuidadosamente con la ayuda de un cuchillo muy afilado. Las vamos estirando en una bandeja, bien ordenadas y una vez todas acabadas las cubrimos con aceite de oliva, para conservarlas. Bien tapadas y en la nevera nos durarán al menos 1 semana.

SARDINAS MARINADAS FRÍAS, EN SALAZÓN RÁPIDA

1 Kg. de sardinas descamadas, enteras
1 Kg. de sal gorda
Aceite de oliva virgen
Ajo picado

En un bol amplio, colocar por capas las sardinas y la sal gorda, dejando reposar así al menos unas 12 horas, en un lugar fresco y seco.
Al cabo, las volcamos todas a una fregadera amplia y las lavamos concienzudamente con agua fría, para eliminar todo rastro de sal. Las descabezamos, destripamos y desespinamos, secándolas bien y colocándolas en una fuente amplia.
Las espolvoreamos con un poco de ajo picado y las rociamos con abundante aceite de oliva virgen.
Esta misma receta con anchoas sale pelotuda.

SARDINAS REBOZADAS

24 sardinas de tamaño mediano, destripadas y descabezadas
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal

Sazonar las sardinas. Si queremos las podemos desespinar o sugerir al pescadero que lo haga. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien las sardinas con la harina y seguidamente sumergiéndolas en el huevo batido. Pescarlas de nuevo y deslizarlas en el aceite caliente. Las volteamos rápidamente y las freímos 1 minuto por cada lado, escurriéndolas sobre papel absorbente. Las vamos friendo de esta forma hasta terminar con la última. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.

EMPANADA DE SARDINAS

Podemos hacer la masa, lo que es una auténtica tortura filipina, o apañarnos como indicamos más abajo, para que no resulte un lío hacer una empanada. (*)

Para la masa:
1 Kg. de harina
1/2 l. de agua aprox.
100 g mantequilla

Para el hojaldrado:
700 g de mantequilla

Para el relleno:
2 cebolletas grandes cortadas en tiras
1 pimiento rojo en tiras
1 pimiento verde en tiras
1/2 dl. de aceite de oliva
Una pizca de pimentón dulce de la Vera
2 dientes de ajo picados
2 cucharadas soperas de perejil picado
Sal

Además:
1 Kg. de sardinas limpias, descabezadas y desespinadas
1 huevo batido.

Elaboración de la masa: Preparar la masa con todos los ingredientes en un bol: tamizar la harina y verter a continuación el agua, poco a poco. Una vez formada una masa compacta, introducimos la mantequilla, que deberá integrarse perfectamente. Dejarla reposar, bien tapada, unos 25 minutos.

Hojaldrado de la masa: A continuación hojaldrar la masa, con periodos de 15 minutos de reposo, dándole tres vueltas dobles: introducir en su interior, como en el hojaldre, un bloque de mantequilla de 750 g y dar las vueltas dobles indicadas. A continuación, envolver la masa en papel filme y guardarla en la nevera. Para elaborar nuestra empanada podemos utilizar la mitad de la masa, reservando la otra mitad, bien envuelta, en el congelador. Así, la siguiente vez, sólo tendremos que hacer el relleno.

(*) A quienes no les resulte fácil hacer una masa, podrán solucionar el lío de una manera más sencilla: adquiriendo en una panadería de confianza, un kilo de masa fresca de pan. Una vez en casa, bastará con introducirla en un bol amplio, añadiéndole aproximadamente 1 dl. de aceite de oliva virgen, y amasándola hasta que ambos se integren. En ese momento, continuar con la receta. También, puestos a pedir podemos sugerir al panadero que nos la amase con aceite y así que se pringue las manos él.

Elaboración del relleno: En una cazuela amplia, con el aceite, introducir la cebolleta y los pimientos y ponerlos a fuego medio, con algo de sal. Tapar la cazuela y dejar que sude a fuego suave por espacio de hora y media. Pasado ese tiempo, añadimos el ajo y el perejil, además del pimentón. Rectificar el sazonamiento.

Finalización de la empanada: Sobre una mesa enharinada, estiramos la masa con un rodillo de pastelería, moldeando dos círculos (uno algo más grande que otro) de unos 30 cm. de diámetro y 3 mm. de grosor. Reservamos los recortes de masa.

Extendemos el círculo más pequeño en una bandeja de horno ligeramente aceitada. Sobre él extendemos las tres cuartas partes de la verdura rehogada, en fina capa, y encima de ésta los filetes de sardina previamente salpimentados. Cubrimos con el resto de verdura rehogada. Cubrimos con el círculo más grande de masa, cerramos y sellamos los bordes, pellizcando ligeramente y dando un pequeño levante en todo el borde, de forma que quede trenzado. En la parte central de la empanada abriremos una pequeña chimenea y adornaremos la superficie con motivos que realicemos con los recortes. Hemos de ser cuidadosos: esos adornos en lugar de dificultar el horneado de la empanada, han de ser finos para que se horneen, doren y tuesten a la vez que el resto. Es importante que la empanada quede bien fina y uniforme, para que una vez horneada resulte delicada y ligeramente hojaldrada.

Horneado: Por último, con una brocha, untar la superficie con huevo batido (o con aceite de oliva virgen), y hornear a 180ºc. aproximadamente durante una hora. Dejarla entibiar o enfriar y comerla. No es conveniente introducirla en el frigorífico, ya que se reblandecería, perdiendo su aspecto apetitoso y su textura. Recordemos que la base de la empanada ha de quedar bien horneada, con aspecto dorado: si es posible, cocerla con la base del horno bien caliente. Si en los primeros minutos de horneado se dorara demasiado, cubrir su superficie con una hoja de papel de aluminio y bajar el termostato. Continuar con la cocción, hasta que se hornee uniformemente.

ENSALADA DE SARDINAS

32 filetes de sardina marinada, limpios y en aceite de oliva
1/2kg de patatas cocidas en agua, peladas y en rodajas
1 cebolleta pelada en láminas
Aceite de oliva virgen y vinagre de sidra
Sal

Colocar las patatas en rodajas en un bol o ensaladera. Rociarlas con aceite de oliva y vinagre, sal y las láminas de cebolleta. Menearlas con cuidado de no romperlas y en el último momento colocar por la superficie los filetes de sardinas marinadas, rociadas con su propio aceite. Servir la ensalada bien fresca.

SARDINAS A LA PARRILLA

Según el apetito, varias docenas de sardinas
Sal y rescoldos de brasas, sin llama

La mejor época para asar sardinas es a comienzos de verano, por S.Juan. Como decía Julio Camba, ?No son para tomarlas en el hogar con la madre virtuosa de nuestros hijos, sino fuera, con la amiga golfa y escandalosa. Después de comerlas, tiene uno la sensación de haberse envilecido para toda la vida. El remordimiento y la vergüenza, no nos abandonarán ya ni un momento y todos los perfumes de la Arabia serán insuficientes para purificar nuestras manos?. Para comer sardinas hay que remangarse la camisa y no tener miedo a la mancha, saber rodearse de buenos compañeros de mesa.
Se asan como vienen del mar, se lavan en agua y se secan perfectamente. Con espinas, tripas, cabeza y una pizca de sal gorda, directamente a los hierros de una parrilla incandescente. Que se asen poco a poco, churruscandose bien a una distancia prudencial del fuego para que no se achicharren y cojan el sabor del humo que desprenderán las gotitas de grasa que irán a parar a las brasas. Voltearlas y colocarlas una vez asadas sobre un buen trozo de pan, para que la grasa se empape bien en la miga. Las comemos con las manos y cuando nos entre un ataque de gula,nos zampamos el pan impregnado de grasa.

BOCADILLO DE SARDINILLAS, PIMIENTOS MORRONES Y ACEITUNA NEGRA

1 bollo de pan abierto en dos
1 lata pequeña de sardinillas en aceite bien escurridas
Unas tiras de pimientos asados, pelados y despepitados
1 puñado hermoso de aceitunas negras sin hueso
1 chorretón de aceite de oliva virgen

Para empezar, hacemos una pasta de aceituna negra. En una batidora de vaso pequeña o un picador de ajos o perejil eléctrico, introducimos las aceitunas negras sin hueso y accionamos la máxima potencia, añadiendo en fino cordón un buen chorro de aceite de oliva, para conseguir una masa cremosa pero que quede compacta, así que ojo con la cantidad de aceite que añadimos. Con esta pasta untamos los medios bollos de pan, sobre los que apoyaremos las sardinillas en aceite escurridas y las tiras de pimientos asados. Sazonamos ligeramente y cerramos el pan.
Al hacer la pasta de aceituna negra, podemos añadir unas gotas de zumo de limón y un poco de ajo crudo. Si hacemos más cantidad, como para hacer muchos bocatas, podemos mantener la pasta en un tarro en la nevera, bien cerrado y echar mano de ella cuando queramos hacer un bocata. Esta pasta es lo que en Provenza llaman Tapenade.