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ACEITUNAS NEGRAS, CÓMO ALIÑAR

Normalmente las aceitunas encurtidas, están suficientemente sabrosas como para acabar con ellas en un santiamén. Pero si las aliñamos están dabuten. Es importante elegir aceitunas que estén bien lisas, sin magulladuras, sin manchas y que estén bien brillantes y con buen aspecto. Hay muchas calidades y la verdad que cada vez se ven peores olivas en las tiendas.
Las escurrimos, las colocamos en un bol y las rociamos con aceite de oliva virgen, vinagre de vino tinto, un poco de ralladura de piel de limón, una pizca de pimentón picante de la vera, una cebolleta en tiras finas, un diente de ajo aplastado y pelado, una pizca de laurel seco, unas hojitas rotas de perejil, unos granos de pimienta negra aplastados y así hasta todos los perfumes de Arabia que tengamos a mano y os gusten. Si añadimos unos pepinillos crocantes, redondeamos el tinglado.
Que cada cual pille el punto y añada lo que le parezca, es la mejor recomendación.

ACEITUNAS MANZANILLA, CÓMO ALIÑAR

Normalmente las aceitunas encurtidas, están suficientemente sabrosas como para acabar con ellas en un santiamén. Pero si las aliñamos están dabuten. Es importante elegir aceitunas que estén bien lisas, sin magulladuras, sin manchas y que estén bien brillantes y con buen aspecto. Hay muchas calidades y, la verdad, que cada vez se ven peores olivas en las tiendas.
Las escurrimos, las colocamos en un bol y las rociamos con aceite de oliva virgen, vinagre de vino tinto, un poco de ralladura de piel de limón, una pizca de pimentón picante, una cebolleta en tiras finas, un diente de ajo aplastado y pelado, una pizca de laurel seco, unas hojitas rotas de perejil y así hasta todos los perfumes de Arabia que tengamos a mano y nos gusten. Si añadimos unos pepinillos crocantes, redondeamos el tinglado.
Que cada cual pille el punto y añada lo que le parezca, es la mejor recomendación.

BOCADILLO DE SARDINILLAS, PIMIENTOS MORRONES Y ACEITUNA NEGRA

1 bollo de pan abierto en dos
1 lata pequeña de sardinillas en aceite bien escurridas
Unas tiras de pimientos asados, pelados y despepitados
1 puñado hermoso de aceitunas negras sin hueso
1 chorretón de aceite de oliva virgen

Para empezar, hacemos una pasta de aceituna negra. En una batidora de vaso pequeña o un picador de ajos o perejil eléctrico, introducimos las aceitunas negras sin hueso y accionamos la máxima potencia, añadiendo en fino cordón un buen chorro de aceite de oliva, para conseguir una masa cremosa pero que quede compacta, así que ojo con la cantidad de aceite que añadimos. Con esta pasta untamos los medios bollos de pan, sobre los que apoyaremos las sardinillas en aceite escurridas y las tiras de pimientos asados. Sazonamos ligeramente y cerramos el pan.
Al hacer la pasta de aceituna negra, podemos añadir unas gotas de zumo de limón y un poco de ajo crudo. Si hacemos más cantidad, como para hacer muchos bocatas, podemos mantener la pasta en un tarro en la nevera, bien cerrado y echar mano de ella cuando queramos hacer un bocata. Esta pasta es lo que en Provenza llaman Tapenade.