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CREMA DE QUESO CON FRUTOS ROJOS

1 l. de crema de queso mascarpone, bien fría
4 puñados de frutos rojos limpios y escurridos
Azúcar en polvo

Colocamos la crema de queso bien fresca en 4 copas altas de cristal. La podemos tener hecha con antelación y mantenida bien fresca en la nevera, tapadas para que no cojan olores y sabores extraños. Lavamos las frutas rojas que necesiten pasarse por agua (grosellas, fresas) y retiramos el rabito y las posibles hojitas que puedan tener pegadas aquellas frutas rojas más delicadas y que es mejor no pasar por agua, para que no se deshagan (moras, frambuesas, fresas del bosque). En el momento de servir la crema, la espolvoreamos con una cima bien hermosa de frutas rojas mezcladas y espolvoreadas con el azúcar en polvo para que queden nevadas.

EMPANADILLAS DE QUESO

20 discos de masa para empanadillas
15 cucharadas de queso fresco cremoso, pero de consistencia dura (para que el relleno se sostenga, por ejemplo tipo filadelfia o sanmillán)
2 cucharadas de azúcar
1 pedazo de membrillo dulce picado
1 pizca de menta fresca picada
Huevo batido

En un bol, juntamos el queso, el azúcar, el membrillo y la menta fresca picada. Debe quedar un relleno bien consistente, en absoluto líquido. Lo mantenemos un rato en la nevera para que quede bien fresco y compacto. Estiramos los discos de pasta de empanadilla encima de la mesa, colocando en su interior una buena cucharada de relleno. Pintamos con huevo batido todo el extremo y las cerramos como si fueran medias lunas, pinzándolas o sellándolas con las púas de un tenedor. Las dejamos reposar en la nevera bien cubiertas. Podemos hacer dos cosas. Para que estén menos grasientas, pintarlas todas con huevo y hornearlas a 200ºc. unos 15 minutos hasta que estén doradas, o emplear el método tradicional: fritas en abundante aceite de oliva bien caliente, y después escurridas. Al servirlas podemos espolvorearlas con azúcar y canela en polvo, quedan fantásticas. También se pueden con crema inglesa, por ejemplo.

PASTEL DE QUESO LUISA

Para el fondo:
2 huevos
100 g de mantequilla blanda, en pomada
100 g de azúcar
100 g de harina pastelera floja
1 pizca de levadura en polvo

Para el relleno:
1 Kg. de queso blanco batido, a temperatura ambiente (?fromage blanc battu?)
350 g de azúcar en polvo
3 cucharadas soperas de harina
5 huevos y 2 yemas
6 cucharadas soperas de crema espesa (nata doble, ?créme double?)

Además:
1 pizca de vainilla en polvo
La ralladura de 2 limones
Ciruelas secas, Pasas de Málaga, etc.
1 molde de 20 cm. de diámetro con las paredes altas

Para el fondo: Mezclar todos los ingredientes en un bol y el resultado será una pasta que podremos untar en el fondo del molde. Introducimos el molde con esta pasta untada en el fondo y las paredes, dentro de un horno a 200º hasta que se dore, durante unos 15 minutos.

Para el relleno: Mezclar todos los ingredientes cuidadosamente, añadiendo los aromas y las pasas o las ciruelas (cortadas en cachos pequeños). Sobre el fondo del molde con la masa ya horneada y fría, vertemos el relleno y horneamos primero 15 minutos a 230ºc., y luego 1 hora a 100º Dejar enfriar antes de desmoldar. Incluso al día siguiente está estupenda.

TARTA DE QUESO CON MERMELADA DE HIGOS

Para el fondo:
2 huevos
100 g de mantequilla blanda, en pomada
100 g de azúcar
100 g de harina pastelera floja
1 pizca de levadura en polvo

Para el relleno:
3 terrinas de queso fresco San Millán o similar
1/4 l. de nata hervida
3 hojas de gelatina de pescado remojadas en agua y escurridas
6 higos secos, sin el rabo y picados en dados pequeños

Además:
1 molde de tarta de unos 24 cm. de diámetro
Mermelada de higos de buena calidad

Para el fondo: Mezclar todos los ingredientes en un bol y el resultado será una pasta que podremos untar en el fondo del molde. Introducimos el molde con esta pasta untada en el fondo y las paredes, dentro de un horno a 200º hasta que se dore, durante unos 15 minutos.

Para el relleno: Hervida la nata, le añadimos las gelatinas, que habrán estado a remojo unos 10 minutos para reblandecerse, bien escurridas. Se derretirán y la vertemos sobre el resto de ingredientes puestos en un bol. Mezclamos bien y vertemos esta mezcla sobre el fondo de tarta horneado y frío, dejando que cuaje a temperatura ambiente. Entonces, una vez fría, la cubrimos con la mermelada de higos ligeramente aligerada con unas gotas de agua o si nos hace más gracia, de algún licor. La extendemos por encima y listo.

TARTA DE QUESO TOSTADA

Para el molde:
250 g de harina
175 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 huevos

Relleno:
125 g de nata
3 huevos
2 cucharadas de azúcar
1 terrina entera de queso ?Filadelfia?
Sal y una pizca de Roquefort

Para el molde:
Mezclamos los ingredientes para hacer la masa. En un bol, introducimos la harina y el azúcar, damos unas vueltas y añadimos la mantequilla blanda. Vamos amasando, de forma que se vaya integrando la grasa y al final añadimos los huevos que también deberán integrarse perfectamente. En el momento que la masa se despega de las paredes del bol, la envolvemos en una tira de papel filme y la dejamos reposar en la nevera una media hora. Partimos la masa en dos (hay como para hacer 2 tartas medianas). La estiramos con un rodillo muy fina y forramos un molde que estará previamente untado de mantequilla y espolvoreado con harina. Apretamos bien para que quede bien fijada y cortamos el exceso de masa por arriba. La dejamos reposar así estirada en el molde, al menos 20 minutos en la nevera. Entonces la horneamos unos 15 minutos a 180ºc. habiendo rellenado el interior con alubias secas sobre una hoja de papel sulfurizado, para que la masa no se infle. La sacamos del horno y dejamos reposar hasta que se enfríe. Mientras hacemos el relleno.

Para el relleno:
Mezclamos todos los ingredientes en un bol, batiendo enérgicamente hasta conseguir una crema bien lisa. Para que no se nos caiga la mitad del relleno al suelo, conviene verterlo sobre el fondo de tarta apoyado ya sobre la bandeja del horno, de forma que no tengamos que ir manteniendo el equilibrio desde la mesa hasta el horno, haciendo el bobo. La vertemos en el interior del molde horneado, hasta el ras y con cuidado, empujamos la bandeja de horno con la tarta encima hasta el fondo, cerrando la puerta y dejando que cueza a 200º durante unos 25 minutos. De todas formas es mejor comprobar que el relleno queda cuajado, tembloroso en su interior y ligeramente tostada su superficie. La dejamos enfriar y la servimos.

TIRAMISÚ

Masa de bizcocho,
5 huevos
75 g. de azúcar
75 g. de harina

Baño del bizcocho,
1 café negro doble, expresso
1 buen chorretón de licor amaretto

Crema,
4 yemas de huevo
8 cucharadas de azúcar
250 g. de queso cremoso mascarpone
4 claras de huevo

Para el bizcocho: reunimos en un bol los huevos con el azúcar y los batimos enérgicamente hasta que la mezcla espese y se vuelva blanquecina, bien esponjosa. A continuación tamizaremos la harina y la añadimos en fina lluvia sobre los huevos y el azúcar muy poco a poco. Extendemos esta mezcla sobre papel sulfurizado de horno y horneamos la plancha de bizcocho a 180ºc. durante unos 7 minutos, sin que se seque, para que luego quede bien tierno. Para el baño de bizcocho: mezclamos el café doble frío con el amaretto y dejamos enfriar. Para la crema: montamos en un bol con unas varillas las yemas con 4 cucharadas de azúcar hasta que queden esponjosas y aumenten al doble su volumen. A continuación, añadimos sin dejar de menear el queso mascarpone poco a poco hasta que se mezcle bien y finalmente le añadimos las claras de huevo montadas bien firmes con una varilla y azucaradas con las 4 cucharadas restantes de azúcar. Para montar el tiramisú, lo podemos hacer en un molde tipo plum-cake, en uno de tarta, de bizcocho o incluso, más cómodo para servir, en pequeños tarros de porcelana individuales. Es muy fácil. Cortamos la plancha de bizcocho en pedazos del tamaño del fondo del recipiente elegido y los colocamos, por ejemplo, en el fondo de los tarros. Los empapamos con una buena cucharada de baño de café, hasta que el bizcocho quede borracho y distribuimos la crema de queso por encima, bien esponjosa hasta el ras. Dejamos que la crema se enfríe, por ejemplo en la nevera, durante un buen rato y la servimos espolvoreada con abundante cacao amargo; si es para los chavales espolvoreamos con cola cao y retiramos el alcohol del baño de café, no vaya a ser que les guste.

SALSA DE QUESO

1 cebolleta picada
1 diente de ajo picado
1/4 l. de nata
1 pizca de queso Cabrales o Roquefort
1/2 queso Cammembert
1 pizca de mantequilla
Sal y pimienta recién molida

En una cazuela, colocamos la mantequilla y rehogamos en ella, con unos granos de sal, la chalota y el diente de ajo. Sin que coja color, que se vuelvan tiernos, por espacio de unos 5 minutos. Pasados, añadimos la nata y los quesos, partidos en pedazos pequeños. Dejamos que arranque el hervor y comience a espesar el conjunto, pero sin reducir demasiado para que no se vuelva fuerte, sólo unos 5 minutos. Entonces, sumergimos el brazo de una batidora en la salsa y accionamos la máxima potencia hasta que quede bien fina y lisa. Si es necesario añadimos una pizca de sal y de pimienta recién molida y la servimos para acompañar unos filetes, carne asada, pero sobre todo cualquier pasta sumergida en esta salsa queda estupenda.

HONGOS CRUDOS EN ENSALADA CON QUESO IDIAZABAL

1 Kg. de hongos crudos
12 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de vinagre de sidra
1 trozo hermoso de queso Idiazabal curado
Sal y pimienta recién molida

Con ayuda de un pelador de patatas, obtenemos del trozo de queso láminas finas de queso. Las reservamos.
Limpiamos las setas como hemos explicado. Separamos los tallos de los sombreros. Picamos los tallos. En una sartén añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva y arrimamos a fuego fuerte. Añadimos los tallos picados y una pizca de sal, rehogando fuerte para que cojan color y queden un poco cruditos en su interior. Pasado 1 minuto, aún al fuego, añadimos el vinagre y dejamos que se evapore, dejando sólo el gusto. Retiramos rápido. Añadimos estas setas salteadas a una taza en la que tenemos las otras 10 cucharadas de aceite de oliva. Es la vinagreta.
Cortamos los sombreros limpios con ayuda de un cuchillo en láminas de 1/2 cm. de grosor. Los estiramos todos sobre una bandeja amplia, los sazonamos con una sal gruesa de calidad y rociamos todas las láminas con la vinagreta preparada con anterioridad. Cubrimos el conjunto con las láminas de queso finas y servimos.

HONGOS CRUDOS EN ENSALADA CON PARMESANO

1 Kg. de hongos crudos
12 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de vinagre de sidra
1 trozo hermoso de queso Parmesano
Sal y pimienta recién molida

Con ayuda de un pelador de patatas, obtenemos del trozo de queso láminas finas de queso. Las reservamos.
Limpiamos las setas como hemos explicado. Separamos los tallos de los sombreros. Picamos los tallos. En una sartén añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva y arrimamos a fuego fuerte. Añadimos los tallos picados y una pizca de sal, rehogando fuerte para que cojan color y queden un poco cruditos en su interior. Pasado 1 minuto, aún al fuego, añadimos el vinagre y dejamos que se evapore, dejando sólo el gusto. Retiramos rápido. Añadimos estas setas salteadas a una taza en la que tenemos las otras 10 cucharadas de aceite de oliva. Es la vinagreta.
Cortamos los sombreros limpios con ayuda de un cuchillo en láminas de 1/2 cm. de grosor. Los estiramos todos sobre una bandeja amplia, los sazonamos con una sal gruesa de calidad y rociamos todas las láminas con la vinagreta preparada con anterioridad. Cubrimos el conjunto con las láminas de queso finas y servimos.

ENSALADA DE TOMATE CON QUESO DE CABRA

4 tomates maduros
1 queso de cabra fresco en dados medianos
2 cucharadas de vinagre de sidra
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
Sal

Eliminar el pedúnculo de los tomates y con mucha precaución, ayudándonos de un cuchillo afilado, pelarlos de manera que sólo nos quede el fruto y su pulpa roja. La peladura del tomate, la desechamos. El tomate pelado en ensalada, sabe mucho más rico, aunque tenga un poco más de trabajo que el trocearlo, sin más.
Cortarlos en dos, apoyar su parte plana contra la tabla de la mesa y cortarlos en gruesas rodajas. Disponerlas en un plato o fuente. Desperdigar por encima los dados de queso. Sazonar muy ligeramente. Aliñar la ensalada con el vinagre de sidra y el aceite de oliva virgen.