Por cada 300 g de sorbete de limón
2 dl. de ron blanco o añejo cubano refrescado en la nevera
Mezclamos en el vaso de una batidora los ingredientes, en pocos segundos y a una velocidad rápida, para que se haga una crema helada que verteremos en vasos bien fríos (los habremos metido con antelación en el congelador).
Las variantes son numerosas. Algunos meten además una pizca de nata líquida en la mezcla, otros un poco de refresco de limón con gas helado, otros incluso zumo o cáscara de limón rallada o una pizca de azúcar. Que cada uno le pille su punto.