Archivo de la categoría: SOPAS, CALDOS, CREMAS, POTAJES Y PURÉS

SOPA DE MEJILLONES

2 Kg. de mejillones
1/2 Kg. de puntas de pescado, aletas o carrilleras
2 cebolletas picadas
1 puerro picado
1 zanahoria picada
2 dientes de ajo picados
Aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
3 l. de agua
10 cucharadas de salsa de tomate
1 puntita de nata líquida
Abrimos los mejillones al vapor con 1 cebolleta, el vino y una pizca de agua. Una vez abiertos los sacamos de sus conchas y reservamos el jugo para hacer la sopa. Las conchas pal gato. En una cazuela con una pizca de aceite de oliva rehogamos la cebolleta restante, el puerro, la zanahoria y el ajo. Añadimos los recortes de pescado y dejamos cocinar a fuego suave unos 20 minutos. Añadimos la salsa de tomate, damos unas vueltas y añadimos el agua y sal, cociendo despacito 20 minutos más. Añadimos entonces el caldo de cocción de los mejillones, las piezas de mejillones más grandes, feas o rotas, retiramos los huesos de pescado y trituramos la sopa, colándola. Para servirla, añadimos la punta de nata hervida, volvemos a batir enérgicamente y la servimos muy caliente, rectificada de sazonamiento, vertida en una sopera sobre los mejillones rescatados de sus conchas.

SOPA DE LENTEJAS

300 g de lentejas
1/2 cebolleta
1 zanahoria
1 diente de ajo
100 g de tocineta ahumada
15 cucharadas de nata
3/4 l. de caldo (podemos emplear agua hervida con una pastilla de caldo)
Sal
Cubrir las lentejas con agua justo al ras, en una cazuela amplia y añadir una pizca de sal, la tocineta y las verduras enteras. Cubrimos con una tapa y arrimamos a fuego suave, hasta que comprobemos que las lentejas estén tiernas, aproximadamente unos 50 minutos. Deben quedar un poco secas, es decir, como hemos echado el agua justa, quedarán ligeramente apelmazadas. Entonces retiramos la tocineta, e introducimos en la cazuela el brazo de una batidora, accionando la máxima potencia. Añadimos el caldo caliente y la nata. Seguimos batiendo enérgicamente y rectificamos el sazonamiento. Según como nos guste de espesa la sopa, añadimos más o menos caldo. La tocineta la partimos en dados y los introducimos junto con unos costrones de pan en los platos o tazas sobre los que serviremos la sopa.

SOPA DE GUISANTES

1 Kg. de guisantes congelados
1’3 l. de caldo de carne o de agua con pastilla de caldo concentrado
15 cucharadas de nata líquida
400 g. de mantequilla
Sal
Hervir el caldo o el agua. Entonces, roto el hervor, añadir una pizca de sal y los guisantes congelados. En el momento que vuelven los hervores, contamos 5 minutos de cocción. Entonces introducimos la mezcla en el vaso de una batidora, accionando la máxima potencia, para obtener una crema suave y lisa. Volver a ponerla al fuego, añadir la nata y en cuanto vuelve el hervor, añadimos la mantequilla. Volvemos a introducir el brazo de una batidora, sin dejar de batir. Rectificamos el sazonamiento y servimos.

SOPA FRÍA DE GUISANTES Y LECHUGA LÉS PRÉS D’EUGÉNIE

1 cebolleta picada
1 puerro picado
1 lechuga limpia y troceada
650 g de guisantes congelados
1 trozo de mantequilla
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
1’25 l. de agua
1 pastilla de caldo de carne o verdura
6 cucharadas de queso tipo Filadelfia
2 tazas de brotes de hierbas limpias en agua y escurridas (perejil, perifollo, estragón y albahaca, sobretodo muy importante la presencia abundante de esta última)
Sal
En una cazuela amplia añadir la mantequilla y 2 cucharadas de aceite, arrimando a fuego suave. Añadir la cebolleta, el puerro y la lechuga, dejando cocinar 5 minutos, sin que coja color. Verter el agua caliente y la pastilla de caldo. Sazonar. Añadir entonces los guisantes congelados y dejar que hiervan otros 5 minutos a borbotones fuertes. Pasar el contenido por un colador y separar el caldo de la verdura cocida. Dejar que se enfríen ambos en la nevera.
Una vez bien frío, introducir la verdura en el vaso de una batidora y accionar la máxima potencia, añadiendo por la boca el caldo frío, poco a poco. Añadimos también las hierbas frescas, el queso y las 2 cucharadas de aceite restantes. Sazonamos si es necesario. Si vemos que queda un poco espesa, añadimos unos cubos de hielo mientras batimos en la batidora, para que además de aligerar, enfría aún más.
Si queremos que la sopa quede muy fina, la pasamos a través de un colador. La servimos en sopera o directamente en unos tazones. Vertida sobre una cucharada de yogur natural está para caerse el bigote.

SOPA DE GARBANZOS

3/4 litro de garbanzos guisados viudos, sin rastro de carne (ver receta)
600 ml. de caldo de carne o agua
100 g de mantequilla
7 cucharadas de nata líquida
Sal
Mezclar los garbanzos con el caldo y la nata, dando un hervor. Si empleamos agua, enriquecemos con una pastilla de caldo concentrado. Pasar por la batidora todos los ingredientes hervidos, accionando la máxima potencia. Tras unos minutos batiéndose añadimos la mantequilla fría en dados y colamos la sopa a través de un colador a una cazuela o una sopera. Damos un hervor si se ha templado o un golpe en el microondas y servimos, rectificando el sazonamiento si fuera necesario.
Esta sopa la podemos hacer con garbanzos en conserva de buena calidad.

SOPA DE GALLINA

1/2 gallina cortada en pequeños pedazos, con sus menudillos también picados
1 cebolleta
1 zanahoria
2 puerros
1 pizca de vino blanco
4 cucharadas de salsa de tomate
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 puñado de fideos
Sal
Colocamos una gran olla al fuego con aceite de oliva y damos unas vueltas al calor a los pedazos de gallina con sus menudillos. Sazonamos ligeramente y añadimos las verduras enteras, el vino, la salsa de tomate y los dientes de ajo. Cubrimos con abundante agua, sazonamos de nuevo y dejamos que hierva suavemente unos 90 minutos, hasta que la carne se suelte de los huesos, que los retiraremos. 10 minutos antes de quitar el puchero del fuego, añadimos el puñado de fideos y servimos la sopa bien caliente. También la podemos colar y cocer los fideos sólo en el caldo, acompañando con los trozos de carne y la verdura por separado. Según gustos, que para eso están.

SOPA FRÍA DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS

3/4 l. de caldo o agua
1/2 Kg. de espárragos trigueros pelados y desprovistos de sus bases duras, cortados finamente
12 cucharadas de nata líquida
2 yemas de huevo
1 pizca de azúcar
1 pizca de sal
Ponemos abundante agua ligeramente salada a hervir, añadiendo una pizca de azúcar. Añadimos los espárragos finamente cortados y cuando vuelvan los hervores, los escurrimos. Los colocamos de nuevo en la misma cazuela, escurridos y vertemos el caldo o el agua. Si añadimos agua, la enriquecemos con una pastilla de caldo concentrado de buena calidad. Arrimamos a fuego suave y hervimos por espacio de unos 15 minutos, sazonando ligeramente. Pasados, trituramos perfectamente la sopa, con ayuda de una batidora potente. Mientras, mezclamos las yemas de huevo con 6 cucharadas de nata. Lo añadimos al batido y continuamos unos segundos hasta que esté perfectamente ligado. El fuego estará muy suave, arrimando de nuevo la sopa sin dejar que hierva. Justo que coja temperatura para que la yema espese y emulsione la sopa. La colamos, la enfriamos perfectamente y le añadimos las restantes 6 cucharada soperas de nata, batiéndola una vez más para que quede bien fina. La sazonamos, añadimos si fuera necesario una pizca de azúcar y la servimos helada, como si fuera una vichysoisse.
Acompañarla con costrones de pan tostados, dados de jamón o queso de Burgos. Si la servimos con unas puntas de espárrago triguero salteadas, queda estupenda. También podemos usar como guarnición unas yemas de espárrago en conserva, usando el jugo de la lata para mezclarlo con la sopa, para que deje un buen gusto en ella.

SOPA DE ESPÁRRAGOS BLANCOS

3/4 l. de caldo o agua
3/4 Kg. de espárragos blancos pelados y desprovistos de sus bases duras, cortados finamente
12 c ucharadas de nata líquida
2 yemas de huevo
1 pizca de azúcar
1 pizca de sal
Ponemos abundante agua ligeramente salada a hervir, añadiendo una pizca de azúcar. Añadimos los espárragos finamente cortados y cuando vualvan los hervores, los escurrimos. Los colocamos de nuevo en la misma cazuela, escurridos y vertemos el caldo o el agua. Si añadimos agua, la enriquecemos con una pastilla de caldo concentrado de buena calidad. Arrimamos a fuego suave y hervimos por espacio de unos 15 minutos, tapado y sazonando ligeramente. Pasados, trituramos perfectamente la sopa, con ayuda de una batidora potente. Mientras, mezclamos las yemas de huevo con 6 cucharadas de nata. Lo añadimos al batido y continuamos unos segundos hasta que esté perfectamente ligado. El fuego estará muy suave, arrimando de nuevo la sopa sin dejar que hierva. Justo que coja temperatura para que la yema espese y emulsione la sopa. La colamos, la enfriamos perfectamente y le añadimos las restantes 6 cucharada soperas de nata, batiéndola una vez más para que quede bien fina. La sazonamos, añadimos si fuera necesario una pizca de azúcar y la servimos helada, como si fuera una vichysoisse.
Acompañarla con costrones de pan tostados, dados de jamón o queso de burgos. Si la servimos con unas puntas de espárrago blanco salteadas, queda estupenda. También podemos usar como guarnición unas yemas de espárrago blanco en conserva, cortadas en dos, usando el jugo de la lata para mezclarlo con la sopa, para que deje un buen gusto en ella.