Archivo de la categoría: Fritos y empanadas

CALAMARES EMPANADOS

1 Kg. de calamares limpios, sin tripas ni pluma
Leche
2 dientes de ajo aplastados
Pan rallado
Aceite de oliva
Sal

Si el pescadero es magnánimo, que nos limpien los calamares en la pescadería. Si la piel está fresca e intacta, la respetamos. Cortamos los cuerpos en tiras o arandelas, según el tamaño, intentando imitar el corte o la forma que consiguen en los bares y tabernas, de un grosor como de medio dedo. Hacemos lo mismo con las aletas y los tentáculos los soltamos dejándolos sueltos de la base. Los sazonamos generosamente y los sumergimos en leche bien cubiertos, con los dientes de ajo aplastados. Los dejamos así varias horas, en la nevera. Pasado ese rato, los escurrimos perfectamente. La leche se la damos al gato. Y los ajos para el que le gustan, se pueden freír con los calamares.
Eso es lo que hacemos. Bien escurridos de la leche, los pasamos de pocos en pocos por pan rallado y los freímos bien sueltos en aceite de oliva caliente, escurriéndolos a una fuente. Terminada la fritura, los servimos con gajos de limón para el que le vaya el acidito y una cerveza bien fresca. Se pueden volver a sazonar si vemos que están un poco sosotes.
Quedan también muy ricos si el pan rallado lo mezclamos con perejil picado y ajo picado y rebozamos en esta mezcla los calamares. Lo haremos “según humor”, como dicen nuestras madres.

CALAMARES A LA ROMANA

1 Kg. de calamares limpios, sin tripas ni pluma
Leche
2 dientes de ajo aplastados
Masa para freír
Aceite de oliva
Sal

Que nos limpien los calamares en la pescadería. Si la piel está fresca e intacta, la respetamos. Cortamos los cuerpos en tiras o arandelas, según el tamaño, intentando imitar el corte o la forma que consiguen en los bares y tabernas, de un grosor como de medio dedo. Hacemos lo mismo con las aletas y los tentáculos los soltamos dejándolos sueltos de la base. Los sazonamos generosamente y los sumergimos en leche bien cubiertos, con los dientes de ajo aplastados. Los dejamos así varias horas, en la nevera. Pasado ese rato, los escurrimos perfectamente. La leche se la damos al gato. Y los ajos para el que le gustan, se pueden freír con los calamares.
Eso es lo que hacemos. Bien escurridos y secos de la leche, los pasamos de pocos en pocos por harina, los escurrimos del exceso y los sumergimos delicadamente en la masa de fritura. Los freímos bien sueltos en aceite de oliva caliente, escurriéndolos a una fuente. Terminada la fritura, los servimos con gajos de limón para el que le vaya el acidito y una cerveza bien fresca. Se pueden volver a sazonar si vemos que están un poco sosotes.

LENGUA DE CERDO REBOZADA

8 lenguas de cerdo limpias
1 cabeza de ajos
1 puerro entero
1 cebolleta entera
Aceite de oliva
Agua
Sal
Harina y huevo batido
Aceite de oliva para freírlos

Poner en una cazuela una pizca de aceite de oliva y dorar en él las lenguas por todas sus caras. Ojo con las salpicaduras de aceite. Tienen que quedar muy tostadas. Retirar el exceso de grasa y volcar la cabeza de ajos, el puerro y la cebolleta. Dar unas vueltas y cubrir 3 dedos por encima con agua caliente, sazonar ligeramente y cocer tapado a pequeños borbotones por espacio de unas 2 horas. Controlar que no les falte agua hasta cubrir e ir añadiendo más si vemos que se evapora. Cuando estén tiernas, retirarlas y colar el jugo de cocción, para hacer una sopa o para hacer un guisado y emplearlo en vez de agua, cualquier cosa menos tirarlo. Las lenguas las dejamos entibiar y con cuidado de no romperlas, las pelamos una vez tibias. Las partimos en 4 ó 5 pedazos medianos y las sazonamos, pasándolas por harina y huevo batido, friéndolas en abundante aceite de oliva, hasta que queden bien doradas. Las escurrimos y las comemos acompañadas de all-i-oli o de una buena mayonesa con mostaza.

EMPANADILLAS DE CERDO

20 discos de masa para empanadillas
1 cebolleta picada
3 dientes de ajo picados
3 cucharadas de aceite de oliva
600 g. de carne picada (cerdo bien veteado, para que sea jugosa)
15 cucharadas de salsa de tomate
Perejil picado
Huevo batido

En una sartén añadimos el aceite, los dientes de ajo, una pizca de sal y la cebolleta, arrimando a fuego muy suave. Dejamos que la verdura se vaya haciendo muy despacito por espacio de 20 minutos. Pasados, subimos la intensidad del fuego y añadimos la carne picada dejando que se haga por espacio de unos 20 minutos, sin dejar de mover con una cuchara de palo, para que no se apelmace y quede bien suelta. La sazonamos y añadimos la salsa de tomate, dejando reducir, para que la carne se torne melosa y espese, reduciendo la consistencia. Añadimos el perejil. Dejamos enfriar el relleno. Estiramos los discos de pasta de empanadilla encima de la mesa, colocando en su interior una buena cucharada de relleno. Pintamos con huevo batido todo el extremo y las cerramos como si fueran medias lunas, pinzándolas o sellándolas con las púas de un tenedor. Las dejamos reposar en la nevera bien cubiertas. Podemos hacer dos cosas. Para que estén menos grasientas, pintarlas todas con huevo y hornearlas a 200ºc. unos 15 minutos hasta que estén doradas, o emplear el método tradicional, fritas en abundante aceite de oliva bien caliente, como se han hecho tradicionalmente, escurridas.

CROQUETAS DE JAMÓN

1 cebolleta pequeña
75 g. de mantequilla + 75 g. de aceite de oliva virgen
250 g. de harina
2’3 litros de leche
1 huevo cocido picado
400 g. de jamón ibérico o cocido muy picado

Hervimos la leche. En una cazuela añadimos el aceite y la mantequilla e introducimos la cebolleta picada. Dejamos que se cocine a fuego muy suave por espacio de unos 20 minutos, hasta que se vuelva ligeramente dorada y tierna.
Entonces añadimos la harina en lluvia poco a poco, sin dejar de mover con una cuchara y también poco a poco vamos añadiendo la leche, para que no se nos hagan grumos y quede una bechamel fina y muy cremosa. Dejamos que vaya cociendo muy lentamente unos 12 minutos, para que pierda el sabor a crudo y espese bien. Unos minutos antes de retirar la bechamel del fuego, le añadiremos el huevo duro muy picado y el jamón previamente salteado en una sartén con unas gotas de aceite y escurrido de su grasa, para que la masa de croquetas no quede rancia (si son de ibérico, con las de jamón cocido no es necesario, porque no soltarán tanta grasa como las de ibérico).
Si picamos tanto el jamón como el huevo con una picadora eléctrica, quedarán mucho más finas las croquetas.
Dejamos enfriar la masa en una fuente que habremos untado con una pizca de aceite y por la superficie colocamos o un papel filme o la untamos con un poco de mantequilla, para que no nos haga una costra dura. La metemos en la nevera unas horas antes de moldear las croquetas.
Las pasamos por harina, huevo y pan rallado y las freímos en abundante aceite muy caliente.
Es importante cuando freímos croquetas que el aceite esté muy caliente y el empanado no esté húmedo, si es necesario las pasamos dos veces por pan rallado. Además si las freímos en freidora de cestillo, no sacarlas a medio hacer, sino perfectamente tostadas. Normalmente las croquetas a medio hacer, cuando se sacan y se vuelven a meter en el aceite, revientan.

CROQUETAS DE CENTOLLO

2 dientes de ajo picados
1 cebolleta picada
1 pimiento verde picado
1/2 Kg. de centollo a la donostiarra, muy reducido para que no esté caldoso
1 vaso pequeño de Jerez
1’5 l. de leche
125 g. de nata líquida
1/4 Kg. de mantequilla
250 g. de harina

En una cazuela amplia añadimos una pizca de aceite y cocinamos en él, a fuego medio, los ajos, la cebolleta y el pimiento verde, con unos granos de sal. Dejamos que se dore ligeramente y se vuelva tierna. Añadimos el jerez y dejamos reducir a fuego suave. En el momento que se evapore por completo, añadimos el centollo guisado y dejamos que hierva el conjunto hasta que quede bien integrado.
En otra cazuela hacemos la bechamel, cocinando al fuego la mantequilla y la harina y vertiendo la nata y la leche hervidas juntas. Dejamos cocer al menos 10 minutos, añadiendo el centollo. Dejamos hervir otros 5 minutos más y extendemos la masa en una bandeja. La dejamos enfriar.
Damos forma a las croquetas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado y las dejamos listas para freírse en abundante aceite muy caliente.

CROQUETAS DE BUEY DE MAR

2 dientes de ajo picados
1 cebolleta picada
1 pimiento verde picado
1/2 Kg. de buey de mar a la donostiarra, muy reducido para que no esté caldoso
1 vaso pequeño de Jerez
1’5 l. de leche
125 g. de nata líquida
1/4 Kg. de mantequilla
250 g. de harina

En una cazuela amplia añadimos una pizca de aceite y cocinamos en él, a fuego medio, los ajos, la cebolleta y el pimiento verde, con unos granos de sal. Dejamos que se dore ligeramente y se vuelva tierna. Añadimos el jerez y dejamos reducir a fuego suave. En el momento que se evapore por completo, añadimos el buey de mar guisado y dejamos que hierva el conjunto hasta que quede bien integrado.
En otra cazuela hacemos la bechamel, cocinando al fuego la mantequilla y la harina y vertiendo la nata y la leche hervidas juntas. Dejamos cocer al menos 10 minutos, añadiendo el buey de mar. Dejamos hervir otros 5 minutos más y extendemos la masa en una bandeja. La dejamos enfriar.
Damos forma a las croquetas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado y las dejamos listas para freírse en abundante aceite muy caliente.

EMPANADA DE BACALAO Y PASAS

Podemos hacer la masa, lo que es una auténtica tortura filipina, o apañarnos como indicamos más abajo, para que no resulte un lío hacer una empanada. (*)

Para la masa:
1 Kg. de harina
1/2 l. de agua aprox.
100 g mantequilla

Para el hojaldrado:
700 g de mantequilla

Para el relleno:
4 cebolletas grandes cortadas en tiras
1/2 dl. de aceite de oliva
Una pizca de pimentón dulce de la Vera
2 dientes de ajo picados
2 cucharadas soperas de perejil picado
Sal

Además:
750 g de bacalao desmigado y remojado
1 puñado de pasas de Corinto
1 huevo batido.

Elaboración de la masa: Preparar la masa con todos los ingredientes en un bol: tamizar la harina y verter a continuación el agua, poco a poco. Una vez formada una masa compacta, introducimos la mantequilla, que deberá integrarse perfectamente. Dejarla reposar, bien tapada, unos 25 minutos.

Hojaldrado de la masa: A continuación hojaldrar la masa, con periodos de 15 minutos de reposo, dándole tres vueltas dobles: introducir en su interior, como en el hojaldre, un bloque de mantequilla de 750 g y dar las vueltas dobles indicadas. A continuación, envolver la masa en papel filme y guardarla en la nevera. Para elaborar nuestra empanada podemos utilizar la mitad de la masa, reservando la otra mitad, bien envuelta, en el congelador. Así, la siguiente vez, sólo tendremos que hacer el relleno.

(*) A quienes no les resulte fácil hacer una masa, podrán solucionar el lío de una manera más sencilla: adquiriendo en una panadería de confianza, un kilo de masa fresca de pan. Una vez en casa, bastará con introducirla en un bol amplio, añadiéndole aproximadamente 1 dl. de aceite de oliva virgen, y amasándola hasta que ambos se integren. En ese momento, continuar con la receta. También, puestos a pedir podemos sugerir al panadero que nos la amase con aceite y así que se pringue las manos él.

Elaboración del relleno: En una cazuela amplia, con el aceite, introducir la cebolleta y ponerla a fuego medio, con algo de sal. Tapar la cazuela y dejar que sude a fuego suave por espacio de hora y media. Pasado ese tiempo, añadimos el ajo y el perejil, además del pimentón. Rectificar el sazonamiento: no debe quedar muy sazonado, puesto que más tarde incorporaremos el bacalao, que quizás “alegre”.

Finalización de la empanada: Sobre una mesa enharinada, estiramos la masa con un rodillo de pastelería, moldeando dos círculos (uno algo más grande que otro) de unos 30 cm. de diámetro y 3 mm. de grosor. Reservamos los recortes de masa.

Extendemos el círculo más pequeño en una bandeja de horno ligeramente aceitada. Sobre él extendemos la verdura rehogada, en fina capa, y encima de ésta el bacalao desmenuzado, bien seco y las pasas de Corinto. Cubrimos con el círculo más grande de masa, cerramos y sellamos los bordes, pellizcando ligeramente y dando un pequeño levante en todo el borde, de forma que quede trenzado. En la parte central de la empanada abriremos una pequeña chimenea y adornaremos la superficie con motivos que realicemos con los recortes. Hemos de ser cuidadosos: esos adornos en lugar de dificultar el horneado de la empanada, han de ser finos para que se horneen, doren y tuesten a la vez que el resto. Es importante que la empanada quede bien fina y uniforme, para que una vez horneada resulte delicada y ligeramente hojaldrada.

Horneado: Por último, con una brocha, untar la superficie con huevo batido (o con aceite de oliva virgen), y hornear a 180º aproximadamente durante una hora. Dejarla entibiar o enfriar y comerla. No es conveniente introducirla en el frigorífico, ya que se reblandecería, perdiendo su aspecto apetitoso y su textura. Recordemos que la base de la empanada ha de quedar bien horneada, con aspecto dorado: si es posible, cocerla con la base del horno bien caliente. Si en los primeros minutos de horneado se dorara demasiado, cubrir su superficie con una hoja de papel de aluminio y bajar el termostato. Continuar con la cocción, hasta que se hornee uniformemente.

CROQUETAS DE BACALAO

450 g de bacalao desmigado, desalado y picado
1 cebolleta picada
2’2 litros de leche
75 g de mantequilla y 75 g de aceite de oliva virgen
2 huevos cocidos picados
280 g de harina

Unas gotas de aceite de girasol
Harina
Huevo batido
Pan rallado

Hervir la leche. Por otro lado en una cazuela amplia, cocinamos la cebolleta con la mantequilla y el aceite a fuego suave, durante unos 30 minutos, hasta que quede bien hecha. Añadimos la harina, dando unas vueltas y seguidamente la leche hervida, poco a poco, sin dejar de remover con una cuchara. Vamos trabajando al fuego sin dejar de remover por espacio de 15-20 minutos. Entonces añadimos el huevo picado y el bacalao salteado previamente con unas gotas de aceite de oliva en una sartén antiadherente. Rectificar el sazonamiento.
Verter la bechamel en una fuente embadurnada con aceite de girasol y dejarla enfriar, bien cubierta de papel filme. Con las manos bien enharinadas, dar forma a la masa en pequeñas bolas del tamaño que más nos gusten, pasándolas por harina, huevo y pan rallado. Las dejaremos reposar un rato antes de freírlas, para que no nos revienten.