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CHULETA DE VACA ASADA A LA PARRILLA

1 chuleta de lomo alto de vaca de 1?8 Kg.
1 pizca de aceite de oliva
Sal

Las mejores brasas para asar la carne a la parrilla son los rescoldos del carbón vegetal, y de entre todos quizás el carbón de encina sea quien se lleve la palma de oro de Cannes. De todas formas con sarmientos de viña o con leña de maderas no resinosas, también se obtienen buenos resultados, será cuestión de probar. Y lógicamente de tener un buen carnicero que nos provea de la mejor carne, bien veteada. Dejar la chuleta a temperatura ambiente unas horas antes de asarla. Una vez consumidas las brasas y al rojo vivo, arrimamos los hierros de la parrilla, pasando un cepillo o un poco de papel para retirar los restos del asado anterior. Colocamos la chuleta a fuego muy vivo y dejamos que adquiera un buen dorado unos minutos, teniendo cuidado de que las llamas producidas por las gotitas de grasa que caerán sobre los tizones no achicharren la chuleta, vamos jugando con las llamas, esquivándolas. Le damos la vuelta rápidamente y dejamos que se tueste por el otro lado. En el momento que eso ocurre intentamos que la parrilla esté a más distancia de las brasas que cuando la tostamos, para que termine de hacerse unos 5 minutos a más altura, justo para que se le infiltre el calor en su interior. La dejamos reposar 2 minutos en una fuente caliente, tapada con papel de aluminio. La trinchamos sobre una tabla: separar la carne del hueso con un cuchillo y retirar grasa y partes quemadas. Conforme consumamos la chuleta, la iremos troceando en gruesos escalopes: entonces salaremos las tajadas, no antes. La carne adherida al hueso es la más sabrosa: buen argumento para seguir limpiándolo, ?a mano?. Acompañarla con una ensalada verde, pimientos, patatas o lo que se tercie.

CHULETA DE VACA ASADA AL HORNO

1 chuleta de lomo alto de vaca de 1?8 Kg.
1 pizca de aceite de oliva
Sal

Tradicionalmente la chuleta se asa en parrilla de carbón vegetal, ya que así la carne adopta un apreciado gusto ahumado, característico de las brasas. Pero la forma más razonable de asarla para los que no disponemos de parrilla donde poder cocinarla es como sigue. Dejar la chuleta a temperatura ambiente unas horas antes de asarla.. Calentar en una cazuela amplia 1 pizca de aceite. Cuando humee, poner la chuleta en ella y tostarla a fuego vivo. A los 4 minutos, la volteamos para que se tueste la otra cara otros 4 minutos. Sacada del fuego, la dejamos reposar 10 minutos en una fuente caliente, tapada con papel de aluminio. Limpiamos la cazuela y la colocamos a fuego vivo con otra pizca de aceite. Bien caliente, posamos la chuleta otro minuto por cada lado, para que vuelva a caramelizarse y su interior se caliente y la introducimos en el horno a 180ºc. otros 3 minutos más. La trinchamos sobre una tabla: separar la carne del hueso con un cuchillo y retirar grasa y partes quemadas. Conforme consumamos la chuleta, la iremos troceando en gruesos escalopes: entonces salaremos las tajadas, no antes. La carne adherida al hueso es la más sabrosa: buen argumento para seguir limpiándolo, ?a mano?. Acompañarla con una ensalada verde.

COCCIÓN DE LOS SESOS DE VACA

4 sesos de vaca
Los dientes sueltos y con piel de 1 cabeza de ajos
1 puerro picado
1 cebolleta picada
Unas ramas de perejil
1 pizca de aceite de oliva
1 pizca de vinagre de sidra
Agua y sal

Pasamos los sesos por agua fría y los metemos a remojo en un pequeño barreño con mucho agua y hielos. Los dejamos a remojo al menos 1 hora. Pasado el tiempo, los escurrimos y con cuidado, en la palma de la mano, les retiramos la telilla que los recubre y que recorre todos sus canalillos, tirando con las yemas de los dedos. Reservamos los sesos limpios. En una cazuela con la pizca de aceite rehogamos los ajos, el puerro, la cebolleta y el perejil. Pasados unos minutos, añadimos la pizca de vinagre, dejamos evaporar y cubrimos con agua y añadimos unos granos de sal. Ponemos a hervir y en el momento que surgen los borbotones introducimos delicadamente los sesos, dejando que surja de nuevo el hervor. Nada más ocurrido apagamos el fuego y los dejamos reposar en el caldo hasta que se enfríe. Los cubrimos y a la nevera. Para utilizarlos los rescataremos del caldo y los empleamos según indique la receta.

COSTILLA DE VACA GUISADA

2 Kg. de costilla de vaca troceada
4 dientes de ajo picados
2 puerros picados
2 cebolletas picadas
8 cucharadas de salsa de tomate
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
1 l. de caldo o agua
Sal

En una cazuela amplia poner a dorar en aceite de oliva los pedazos de costilla previamente sazonados, a fuego medio, dejando que se sofrían por todos sus lados. Hecho, bajamos la intensidad del fuego y volcamos todas las verduras, dejando que se sofrían sin quemarse por espacio de unos 10 minutos. Vertemos el vino blanco y dejamos que se evapore unos instantes. Entonces añadimos la salsa de tomate, damos unas vueltas y vertemos el caldo o el agua, dejando que se guise pausadamente unas 2 horas, hasta que se vuelva tierna y la salsa se adhiera a los pedazos, no debiendo quedar caldosa. Si vemos que se seca el fondo y la carne aún no se ha guisado, añadimos más agua. Veremos que la carne está lista cuando se contrae en el hueso y se desprende fácilmente de él. Antes de comerla, podemos añadirle unos cuadrados de patatas fritas en aceite o unos champiñones salteados para que hagan de guarnición del guiso. Servida con un puré de patata está mundial.

GUISADO DE MORCILLO DE VACA A LA CAZUELA

1 morcillo o zancarrón de vaca entero
2 cabezas de ajos
1 pizca de vino blanco
Aceite de oliva
Sal

El morcillo que nos lo prepare el carnicero bien limpio de telillas y de tendones o grasa. La elección de la cazuela es fundamental. Deberá ser de un tamaño justo, que entre la carne entera pero no queden muchos huecos, para que la cocción sea uniforme y no demos opción a que la grasa del cocinado se nos queme. Además deberá estar provista de tapa. Empezamos. Añadimos un buen chorro de aceite en el fondo y arrimamos a fuego vivo. Introducimos el morcillo sazonado y dejamos que se dore perfectamente, bien tostado por todos sus costados. Entonces, le añadimos los dientes sueltos de las dos cabezas de ajos, sin pelar y lo rociamos con un chorrito de vino blanco, cubriendo con la tapa y descendiendo la intensidad del fuego hasta el mínimo. Dejaremos que se vaya cociendo en su propio jugo a fuego muy lento y siempre tapado, dándole la vuelta constantemente cada 20 minutos aproximadamente. No es necesario más líquido añadido para que la carne se torne melosa y tierna en unas 3/4 horas de cocción ininterrumpida. Al final quedará un pequeña parte de jugo brillante adherido al pedazo de carne y ésta habrá reducido considerablemente su tamaño. La extraemos de la cazuela, la partimos en gruesas rodajas y la acompañamos con los ajos cocinados en su jugo y una ensalada o unas patatas fritas.

GUISADO DE VACA CON CHAMPIÑONES

1?5 Kg. de carne de vaca para guisar, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
1 pizca de harina
10 cucharadas de salsa de tomate
1 Kg. de champiñones laminados
1 punta de guindilla cayena
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de vaca sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos la pizca de harina, damos una vueltas e introducimos también los pedazos de vaca ya tostada con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 10 minutos antes de terminar el estofado, añadimos los champiñones salteados aparte en una sartén con 1 pizca de aceite de oliva y la punta de guindilla, con una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

HAMBURGUESAS CASERAS DE CARNE PICADA

1 Kg. de carne picada de distintos cortes y animales, cerdo, ternera y vaca
2 yemas de huevo
Perejil picado
1 buen pedazo de miga de pan remojada en leche, escurrida
2 cebollas medianas picadas
Aceite de oliva ara dorar las cebollas
Sal y pimienta
Primero en una sartén a fuego vivo, doramos las cebollas picadas, con una pizca de sal, hasta que quede bien dorada y tierna. La escurrimos.
Colocamos en un bol el resto de ingredientes sobre el que añadiremos las cebollas pochadas, salpimentando generosamente. Amasamos con las manos, bien limpias. Para probar de sal, si nos da asco comer la carne cruda, metemos una pequeña bola del tamaño de una avellana en el microondas y tras unos segundos de cocción la probamos para ver si el sazonamiento es el correcto.
Damos forma a las hamburguesas con la palma de la mano y las pasamos ligeramente por pan rallado, para guardarlas en una caja hermética si nos las vamos a cocinar inmediatamente. A la hora de comerlas, las freímos en una sartén bien caliente con una pizca de aceite de oliva y las acompañamos de salsa de tomate o de mostaza.
También podemos una vez fritas, sumergirlas en una salsa de cebolla o de guisado que nos haya sobrado y darles un hervor suave para que queden tiernas y melosas, hamburguesas en salsa caseras.

FONDUE SUIZO DE CARNE Y SUS GUARNICIONES

1 Kg. de carne de solomillo o de lomo de vaca o ternera, cortada en dados hermosos
1’5 l. de aceite de oliva
3 dientes de ajo
Para hacer la fondue es necesario tener el recipiente en el que luego la serviremos en la mesa. Es importante 1 hora antes de comer la fondue, sacar la carne de la nevera para que se atempere y no esté fría.
En una sartén, añadimos el aceite y los dientes de ajo, arrimando a fuego suave para que poco a poco éste se impregne del aroma ajo, pero sin quemarse. Gradualmente vamos subiendo la intensidad del fuego, pero con precaución para que el ajo no se nos tueste demasiado. Los retiramos antes de que se quemen, para que no den un sabor desagradable al aceite.
Vertemos el aceite en el recipiente de fondue que irá al centro de la mesa, bajo el cual situaremos un quemador regulable de alcohol para que la fondue esté siempre atemperada y el aceite listo para tostar la carne. Si vemos que pierde intensidad y temperatura, aumentamos la llama para que nunca la carne se nos recueza.
Pinchar los dados de carne con el tenedor de 2 dientes de la fondue e ir sumergiéndolos para que se hagan. Hay que pillar el punto según el tiempo, para que salga más jugosa o más hecha. Es importante siempre después de sacar, meter uno nuevo para no esperar entre trozo y trozo y así no andar esperando a que se fría la carne. La sazonamos en ese momento.
Acompañar con una ensalada verde y unas patatas cocidas. Es importante tener algunas salsas en cuencos para ir mojando los pedacitos de carne. Salsa brava, de soja, all-i-oli, holandesa, mayonesa con ajo, mojo picón, tártara, etc.
Además unos pepinillos en vinagre o unas guindillas encurtidas pueden ser complemento perfecto para esta cena divertida.

FILETE, CÓMO FREÍR

Para freír un filete, es necesario una buena sartén, buena mano y una gota de aceite. La carne no hay que sazonarla cruda nunca. Fileteamos un diente de ajo. Arrimamos una sartén a fuego muy vivo, sin nada y dejamos que comience a humear, momento en el que añadimos unas gotas de aceite de oliva y apoyamos el filete por uno de sus lados. Lo hacemos vuelta y vuelta, sin bajar el fuego para nada, en el punto que deseemos, más o menos hecho. Lo retiramos del fuego a un plato, bajamos el fuego y añadimos una pizca de aceite limpio. Doramos en él el diente de ajo, y vertemos el conjunto sobre el filete tostado, en el plato. Lo sazonamos ahora, con sal gruesa y nos lo comemos. También podemos añadir a ese refrito de ajos, al sacarlo del fuego, un poco de perejil toscamente picado, además de unas gotas de zumo de limón.

ALBONDIGUILLAS CON SALSA DE CEBOLLA

3/4 Kg. de carne picada de vaca (puede valer ternera, cerdo y mezcla)
Una pizca de ajo y perejil picado
2 cucharadas de pan rallado
1 sobre de sopa de cebolla instantánea
2 ó 3 vasos de agua
3 patatas
Sal
Amasamos la carne picada con el ajo, el perejil y el pan rallado, y la sazonamos. Hacemos bolitas, utilizando harina, del tamaño de una bola de golf y las freímos en aceite, lo justo para que se hagan por fuera. Y ya fritas las vamos dejando en una cazuela. En la misma sartén donde las hemos frito, si nos ha quedado mucho aceite retiramos parte hasta que nos quede lo justo para cubrir el fondo, y rehogamos en él los polvos del sobre de sopa de cebolla. Sin dejar que se tueste añadimos 2 ó 3 vasos de agua y dejamos cocer unos cinco minutos. Sazonamos si es necesario. Vertemos la salsa en la cazuela de las albóndigas y las cocemos unos 15 minutos para que se terminen de hacer. (Si vemos que se quedan secas podemos añadir más agua). Freímos unas patatas en dados y antes de servir las mezclamos con las albóndigas.
(Podemos añadir a la mezcla de las albóndigas, para que queden más jugosas al cocinarse, miga de pan empapada en leche y escurrida o mejor, un par de manos de cerdo cocidas, deshuesadas y muy picadas. Hacemos las bolas con la carne cruda y seguimos con el proceso. También podemos añadir una cebolla picada al aceite, pocharla y añadir sobre ella el contenido del sobre de sopa. El resultado será igualmente bueno, pero un poco más trabajoso).