Archivo de la categoría: AVES Y CONEJO

POLLO CON TOMATE Y PIMIENTOS

1?5 Kg. de pollo partido en pedazos medianos
1 vaso grande de vino blanco
4 pimientos morrones verdes o rojos, en tiras anchas
4 cebollas en tiras
4 dientes de ajo picados
1 puerro picado
1/2 l. de salsa de tomate
Aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia, vertemos 1 pizca de aceite de oliva y lo arrimamos a fuego vivo. Sazonamos el pollo y lo sofreímos en varias tandas, unos 10 minutos, de forma que quede dorado sin quemarse. Vamos retirando la carne a un plato. En la misma cazuela, quitando una pizca de grasa si abunda en el fondo, añadimos las cebollas, los pimientos, los ajos y el puerro. Bajamos el fuego y lo tenemos cocinándose unos 25 minutos. Volvemos a introducir los pedazos de pollo y añadimos el vino blanco, dejamos que hierva unos minutos y vertemos la salsa de tomate, volviendo a recuperar el hervor muy suavemente. Tapamos. Dejamos hervir lento unos 20 minutos, para que la salsa espese y el pollo se ablande. Al final rectificamos el sazonamiento y dejamos reposar para volver a calentar y servir. Es mejor si este tipo de guisos los dejamos reposar antes de comer.

PAVO ASADO

1 pavo hermoso y preparado para asar, limpio, de unos 2?2 Kg.
1 cabezas de ajos
Sal y pimienta recién molida
2 vasos de agua

En una gran fuente de horno colocar los dientes de ajo desperdigados, el cuello y las puntas de las alas de limpiar el animal y apoyar el pavo de costado. Rociar con el agua. Introducir la bandeja en un horno a 200º y tenerlo asando por espacio de 35 minutos. Pasado ese rato abrir la puerta del horno, rociar el ave con su propio jugo y reclinarlo sobre el costado ya asado dejándolo otros 35 minutos. Pasado ese rato, abrimos el horno y colocamos el pavo sobre su pecho, dejando su espalda hacia arriba y teniéndolo otros 35 minutos, durante los cuales rociaremos una vez más con su jugo. Finalmente ponemos el bicho con sus pechugas hacia arriba y terminaremos de asarlo hasta que se dore. Si fuera necesario en el transcurso de la cocción, añadimos un poco más de agua, si vemos que tiene sed y se seca. Siempre con humedad. Colocar el pavo sobre un plato y cubrirlo con una hoja de papel de aluminio, dejándolo reposar por espacio de 15 minutos. Trinchar el animal dividiéndolo en dos patas y dos pechugas que por su tamaño trocearemos respectivamente en dos, resultando en total 8 pedazos. Repartirlos sobre una bandeja caliente y acompañar con rebanadas de pan tostadas en las que untaremos la pulpa de los ajos asados.

POLLO EN SALSA

1 pollo hermoso, troceado
4 dientes de ajo picados
2 puerros picados
2 cebolletas picadas
6 cucharadas de salsa de tomate
Aceite de oliva
1/2 l. de caldo o agua
Sal

En una cazuela amplia poner a dorar en aceite de oliva los pedazos de pollo previamente sazonados, a fuego medio, dejando que se sofrían por todos sus lados. Hecho, bajamos la intensidad del fuego y volcamos todas las verduras, dejando que se sofrían sin quemarse por espacio de unos 10 minutos. Entonces añadimos la salsa de tomate, damos unas vueltas y vertemos el caldo o el agua, dejando que se guise pausadamente unos 25 minutos, hasta que se vuelva tierno y la salsa se adhiera a los pedazos, no debiendo quedar caldosa. Antes de comerlo, podemos añadirle unos cuadrados de patatas fritas o unos champiñones salteados para que hagan de guarnición del pollo.

RECETA OMENALDI: PAVO KUKUXUMUSU

1 pavaco hermoso y preparado para asar, limpio, de unos 2’2 kg.
1 cabeza de ajos de Artajona
Sal y pimienta recién molida
1 kalimotxo puro y ambarino (sin hielos, como para hombres, bien cargado)

Antes de matar al animal conviene tenerlo unos días en Torreciudad, de retiros espirituales, para que busque y encuentre la paz, rosario va, rosario viene. Conviene que el último día, antes de tajarlo, tome la confesión y se prepare para lo puto peor. Llegado el día, en una gran fuente de horno colocar los dientes de ajo desperdigados, el cuello y las puntas de las alas del pavaco y apoyar el pajarraco de costado, salpimentado (en este momento ya estará con dios o con quién cojones se reúnan los pavos difuntos). Rociarlo con el kalimotxo (pobrecillo, con lo a gusto que pastaba hace unos días). Introducir la bandeja en un horno a 200ºc y tenerlo asando por espacio de 45 minutos. Pasado ese rato abrir la puerta del horno, rociar el ave con su propio jugo y reclinarlo sobre el costado ya asado dejándolo otros 45 minutos. Pasado ese rato, abrimos el horno y colocamos el pavo sobre su pecho, dejando su espalda hacia arriba y teniéndolo otros 45 minutos, durante los cuales rociaremos una vez más con su jugo (joder, da más vueltas que un Cebada Gago perseguido por Julai Madina). Finalmente pasado este tiempo, ponemos el bicho con sus pechugas hacia arriba y terminaremos de asarlo hasta que se dore. Si fuera necesario en el transcurso de la cocción, añadimos un poco más de kalimotxo, si vemos que tiene sed y se seca. Siempre con humedad (¿¡entendido!?) Colocar el pavo sobre un plato y cubrirlo con una hoja de papel de aluminio, dejándolo reposar por espacio de 15 minutos. Trinchar el animal dividiéndolo en dos patas y dos pechugas que por su tamaño trocearemos respectivamente en dos, resultando en total 8 pedazos. Repartirlos sobre una bandeja caliente y acompañar con rebanadas de pan tostadas en las que untaremos la pulpa de los ajos asados. La salsa resultante quedará cojonuda, bien sabrosa, de regusto agridulce. ¡Una delicia! Servir con ensalada bien fresca, potatoes o puré de manzana, verdura hervida o lo que se nos ponga en los cojones. Este pavo así cocinado recibe el nombre de pavo kukuxumusu y queda así bautizado para los restos. Por los siglos de los siglos. Amen. Gora Osasuna!

PICHÓN GUISADO

8 pichones desplumados y eviscerados
1´5 l. de vino tinto
1 chorretón de vinagre de Jerez
1 chorretón de aceite de oliva
2 cebolletas picadas
1 tomate picado
1 zanahoria picada
1 mazo de tallos de perejil
1 cabeza de ajos entera, lavada
8 granos de pimienta negra
1 ramita de tomillo
Agua
1 cucharada de cacao en polvo
5 cucharadas de aceite de oliva
100 g. de mantequilla fría
Poner los pichones con las pechugas hacia abajo en una cazuela en la que entren bien. Colocar sobre ellos las cebolletas, el tomate, la zanahoria, los tallos de perejil, los ajos, la pimienta, el tomillo y verter los chorreones de aceite y vinagre y el vino. Dejarlo así 12 horas en la nevera. Pasado este tiempo, retiraremos la mitad del líquido y añadiremos otro tanto, es decir, la misma cantidad de líquido retirado, de agua. Poner a fuego muy lento y tapado y cocer hasta que los pichones estén tiernos lo que sucederá transcurridos unos 90 minutos aproximadamente. Para comprobar si están hechos, las patas deberán estar blanditas, comprobándolo con los dedos. Una vez cocidos los pichones, los sacamos de la cazuela y separamos las verduras del líquido de cocción, añadiendo a este último el líquido de la marinada que teníamos reservado. Para hacer la salsa, poner a pochar a fuego medio las verduras de la marinada en 5 cucharadas de aceite de oliva hasta que queden bien sudadas y oscuras. Iremos añadiendo y reduciendo con el líquido de la marinada hasta 3 veces. Triturar con el turmix y pasarla por un fino, añadiendo una sopera de cacao en polvo y un chorretón de brandy. La ponemos a hervir y le incorporamos, sin dejar de hervir ni de batir con unas varillas la mantequilla fría. Partimos los pichones en dos, a lo largo, con ayuda de unas tijeras. Verteremos la salsa sobre ellos, colándola y dejaremos hervir una media hora el conjunto, probándolos definitivamente y poniéndolos a punto si fuera necesario.

PICHÓN ASADO CON PATATAS ASADAS Y AJOS

4 pichones cebados de 600 g. aprox. cada uno
4 dientes de ajo enteros con piel
2 cucharadas de mantequilla
4 cucharadas de vinagre de sidra
2 cucharadas de mostaza de grano
Perejil picado a tijera
Sal y pimienta
1 receta de patatas asadas con ajos (VER).
Limpiar y preparar los pichones. Desplumarlos completamente y quitar restos de pequeñas plumas. Quemarlos a la llama para no dejar rastro de plumas. Quitar las pezuñas y la cabeza. Eviscerarlos con cuidado de no rasgar la zona del vientre, eliminando los intestinos. Eliminarle la punta de las alas y con ayuda de un cuchillo abrir por la espalda y siguiendo el cuello, la piel hasta llegar hasta su base. Seccionar el cuello y eliminar la telilla gomosa que se sitúa justo por el interior de la piel retirada, cubriendo con la piel ya limpia la zona que queda vista de las pechugas, plegándola hacia la espalda. Sazonar el interior de los pichones con la sal y la pimienta y atarlos con liz dejando bien sujetas las patas y aseguradas las pechugas. En una cazuela baja en la que quepan holgadamente los cuatro pichones, derretir la mantequilla junto a los ajos, momento en el que colocaremos los pichones, dorándolos perfectamente por sus lados, rociándolos con su grasa. Introducirlos en un horno precalentado a 200º durante 10 minutos. Durante ese rato rociar los pichones con su jugo al menos dos veces. Colocar los pichones sobre un plato y cubrirlos con una hoja de papel de aluminio, dejándolos reposar 5 minutos. Al jugo de asado que quedará en el fondo de la cazuela, le añadimos el vinagre, damos un hervor para quitar el gusto fuerte y añadimos la mostaza y el perejil, probando el sazonamiento. Trinchar los pichones dividiéndolo en 8 patas y 8 pechugas. Repartirlos sobre una bandeja caliente o platos y acompañarlos con el jugo recién hecho y las patatas asadas con ajos.

PICHÓN ASADO

4 Pichones cebados de 600 g. aprox. cada uno
4 dientes de ajo enteros con piel
2 cucharadas de mantequilla
4 cucharadas de vinagre de sidra
2 cucharadas de mostaza de grano
Perejil picado a tijera
Sal y pimienta
Limpiar y preparar los pichones. Desplumarlos completamente y quitar restos de pequeñas plumas. Quemarlos a la llama para no dejar rastro de plumas. Quitar las pezuñas y la cabeza. Eviscerarlos con cuidado de no rasgar la zona del vientre, eliminando los intestinos. Eliminarle la punta de las alas y con ayuda de un cuchillo abrir por la espalda y siguiendo el cuello, la piel hasta llegar hasta su base. Seccionar el cuello y eliminar la telilla gomosa que se sitúa justo por el interior de la piel retirada, cubriendo con la piel ya limpia la zona que queda vista de las pechugas, plegándola hacia la espalda. Sazonar el interior de los pichones con la sal y la pimienta y atarlos con liz dejando bien sujetas las patas y aseguradas las pechugas. En una cazuela baja en la que quepan holgadamente los cuatro pichones, derretir la mantequilla junto a los ajos, momento en el que colocaremos los pichones, dorándolos perfectamente por sus lados, rociándolos con su grasa. Introducirlos en un horno precalentado a 200º durante 10 minutos. Durante ese rato rociar los pichones con su jugo al menos dos veces. Colocar los pichones sobre un plato y cubrirlos con una hoja de papel de aluminio, dejándolos reposar 5 minutos. Al jugo de asado que quedará en el fondo de la cazuela, le añadimos el vinagre, damos un hervor para quitar el gusto fuerte y añadimos la mostaza y el perejil, probando el sazonamiento. Trinchar los pichones dividiéndolo en 8 patas y 8 pechugas. Repartirlos sobre una bandeja caliente o platos y acompañarlos con el jugo recién hecho.

PALOMA ASADA

4 palomas de 600 g. aprox. cada una
4 dientes de ajo enteros con piel
2 cucharadas de mantequilla
4 cucharadas de vinagre de sidra
1 cucharada de mostaza de grano
Perejil picado a tijera
Sal y pimienta
Limpiar y preparar las palomas. Desplumarlas completamente y quitar restos de pequeñas plumas. Quemarlas a la llama para no dejar rastro de plumas. Quitar las pezuñas y la cabeza. Eviscerarlas con cuidado de no rasgar la zona del vientre, eliminando los intestinos. Quitar la punta de las alas y seccionar el cuello. Sazonar el interior con la sal y la pimienta y atarlas con liz dejando bien sujetas las patas y aseguradas las pechugas. En una cazuela baja en la que quepan holgadamente las cuatro, derretir la mantequilla junto a los ajos, momento en el que colocaremos las palomas, dorándolas perfectamente por sus lados, rociándolas con su grasa. Introducirlas en un horno precalentado a 200º durante 10 minutos. Durante ese rato rociarlas con su jugo al menos dos veces. Colocar las palomas sobre un plato y cubrirlas con una hoja de papel de aluminio, dejándolas reposar 5 minutos. Al jugo de asado que quedará en el fondo de la cazuela, le añadimos el vinagre, damos un hervor para quitar el gusto fuerte y añadimos la mostaza y el perejil, probando el sazonamiento. Trinchar las palomas dividiéndolas en 8 patas y 8 pechugas. Repartirlas sobre una bandeja caliente o platos y acompañarlas con el jugo recién hecho. Normalmente las patas de la paloma asada suelen quedar muy duras, podemos asar sólo las pechugas y guisar las patas con la receta tradicional, sirviendo las pechugas asadas y las patas con su salsa. Pero es desde luego un trabajo de chinos.

SOPA DE GALLINA

1/2 gallina cortada en pequeños pedazos, con sus menudillos también picados
1 cebolleta
1 zanahoria
2 puerros
1 pizca de vino blanco
4 cucharadas de salsa de tomate
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 puñado de fideos
Sal
Colocamos una gran olla al fuego con aceite de oliva y damos unas vueltas al calor a los pedazos de gallina con sus menudillos. Sazonamos ligeramente y añadimos las verduras enteras, el vino, la salsa de tomate y los dientes de ajo. Cubrimos con abundante agua, sazonamos de nuevo y dejamos que hierva suavemente unos 90 minutos, hasta que la carne se suelte de los huesos, que los retiraremos. 10 minutos antes de quitar el puchero del fuego, añadimos el puñado de fideos y servimos la sopa bien caliente. También la podemos colar y cocer los fideos sólo en el caldo, acompañando con los trozos de carne y la verdura por separado. Según gustos, que para eso están.

GALLINA GUISADA

1 gallina hermosa y troceada para guisar
1´5 l. de vino tinto
1 chorretón de aceite de oliva
2 cebolletas picadas
1 tomate picado
1 zanahoria picada
6 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de pimentón dulce de la vera
1 mazo de tallos de perejil
1 cabeza de ajos entera, lavada
8 granos de pimienta negra
Agua
1 cucharada de miel
5 cucharadas de aceite de oliva
100 g. de mantequilla fría
Poner los trozos de gallina en una cazuela en la que entren bien. Colocar sobre ellas las cebolletas, el tomate picado, la zanahoria, los tallos de perejil, los ajos, la pimienta y verter el chorretón de aceite y el vino tinto. Dejarlo así 12 horas en la nevera. Pasado este tiempo, retiraremos la mitad del líquido y añadiremos otro tanto, es decir, la misma cantidad de líquido retirado, de agua. Poner a fuego muy lento y tapado y cocer hasta que la gallina esté tierna, lo que sucederá transcurridos unos 90 minutos aproximadamente. Para comprobar si está hecha, las patas deberán estar blanditas, comprobándolo con los dedos. Una vez así, la sacamos de la cazuela y separamos las verduras del líquido de cocción, añadiendo a este último el líquido de la marinada que teníamos reservado. Para hacer la salsa, poner a pochar a fuego medio las verduras de la marinada (salvo el perejil) en 5 cucharadas de aceite de oliva hasta que queden bien sudadas y oscuras, añadiendo la cucharada de pimentón y las de tomate. Iremos añadiendo y reduciendo con el líquido de la marinada hasta 3 veces. Triturar con el turmix y pasarla por un fino, añadiendo la miel y un chorretón de brandy. La ponemos a hervir y le incorporamos, sin dejar de hervir ni de batir con unas varillas la mantequilla fría. Verteremos la salsa sobre la gallina, colándola y dejamos hervir una media hora. Dejamos reposar antes de volver a calentar y comer.