VAINILLA, CÓMO EMPLEARLA

La vainilla es una especia especial, ardiente. Las mejores son las de tamaño grueso y largas, de unos veinte centímetros. Es difícil encontrarlas en los grandes supermercados puesto que cuestan mucho dinero. Si están secas, rotas o no pringan al cogerlas con la mano, mal asunto. Viene de países tropicales, Hawaii, Madagascar, Méjico, etc.
Ha de estar húmeda y mullida al cogerla entre los dedos, sinónimo de que albergará en su interior cientos de granitos negros, su verdadera esencia. Para utilizarlos, abrirla en todo lo largo y extraerlos delicadamente con la punta de un cuchillo, para liberarlos y poder incorporarlos junto a la vaina a la preparación leche, nata, aceite, pasta o crema.
Nunca someterla a fuertes hervores y dejarla en infusión, reposando el mayor tiempo posible. Recuperar siempre la vaina ya que una vez lavada y seca podrá, aunque con mucho menos fuerza, aromatizar tarros de azúcar y otras preparaciones.

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