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ENSALADA DE PATATA Y CEBOLLETA

1 Kg. de patatas cocidas en agua, peladas
2 cebolletas cortadas en tiras muy finas
Aceite de oliva virgen
1 pizca de zumo de limón
Sal y pimienta recién molida

Es importante cortar las patatas aún tibias en rodajas, salpimentarlas, colocadas en una fuente o un bol y rociarlas con el aceite y el zumo de limón mezclados con anterioridad en una taza, batidos con un tenedor. Esparcir por la superficie las cebolletas en láminas finas y servir, dando unas vueltas, delicadamente para no romper la patatas.
Las ensaladas de patata quedan mucho más sabrosas si las aliñamos con las patatas aún tibias, de esta forma chupan mucho más el aliño y están más ricas.

ENSALADA DE PATATA Y ARENQUE

1/2 Kg. de patatas recién cocidas en agua, peladas
1 escarola, limpia y en manojos
4 arenques ahumados o marinados en aceite, cortados en dados
2 huevos cocidos pelados y picados
1 cucharada sopera de mostaza de Dijon o de grano
2 cucharadas de vinagre de sidra
8 cucharadas de aceite de oliva virgen
Sal y pimienta recién molida

En una taza mezclar la mostaza, el vinagre, el aceite de oliva, los huevos picados y un golpe de sal y pimienta. Mezclar bien.
Es importante cortar las patatas aún tibias en rodajas, salpimentarlas, colocadas en una fuente o un bol y rociarlas con los dados de arenque y la escarola. Verter por encima delicadamente la vinagreta hecha con anterioridad y servir, dando unas vueltas con cuidado para no romper la patatas.
Las ensaladas de patata quedan mucho más sabrosas si las aliñamos con las patatas aún tibias, de esta forma chupan mucho más el aliño y están más ricas.

HACHIS PARMENTIER DE GALLINA

1 gallina bien gorda y limpia
1 zanahoria en rodajas
1 puerro en rodajas
1 cabeza de ajos
1 cebolla troceada
1/2 l. de vino tinto
Agua
1 pastilla de caldo concentrado
5 cebolletas hermosas picadas
1 puñado de champiñones picados
Perejil picado
Aceite de oliva
1/4 l. de salsa de tomate muy sabrosa
1 Kg. de puré de patatas
Sal
Trocear la gallina en 8 o 10 pedazos, retirando el máximo posible de grasa. Sazonamos ligeramente los pedazos. En una cazuela ancha los doramos con aceite por todos sus lados. Añadir la zanahoria, el puerro, los ajos y la cebolla, dar unas vueltas y mojar con el vino tinto, agua y la pastilla de caldo. Poner la tapa y cocer durante unos 90 minutos. Dejar entibiar. Una vez podamos manejar la carne guisada con las manos, retirarle los huesos, de forma que podamos utilizarla posteriormente en elaborar el relleno. Colar el caldo y desgrasarlo, reducirlo al fuego hasta que quede muy concentrado y convertido en una salsa densa. Aparte cocinar en una cazuela con una pizca de aceite, las cebolletas picadas con una pizca de sal. Dejar sudar suavemente hasta que queden bien tiernas y doradas, lo que llevará aproximadamente 45 minutos. Añadir los champis y saltearlos junto con la cebolleta unos 20 minutos, hasta que queden dorados. Sazonar ligeramente. Mezclarle la gallina desmigada. Añadir el caldo del guiso que anteriormente hemos reducido y proseguir la cocción para que se torne bien meloso y reduzca el jugo. Poner a punto de sal, mezclando bien y añadiendo el perejil. Debe quedar muy sabroso.
Colocamos esta carne guisada deshuesada en el fondo de una bandeja o fuente de horno y cubrimos con la salsa de tomate. Encima vertemos el puré de patata que habremos hecho con patata cocida y pelada, pasada por el pasapurés. Esa pulpa la metemos en un cazo y sin dejar de dar vueltas añadimos mantequilla fría, un poco de nata y sal. Que quede compacto. Alisamos bien el puré y podemos gratinarlo directamente en el horno o espolvoreado de un poco de queso rallado. Servir con una ensalada verde y luego a dar un paseo para bajar la andorga.

ENSALADILLA RUSA

4 zanahorias
1/2Kg. de patatas
3 huevos
1 lata pequeña de guisantes extrafinos
1 trozo hermoso de bonito en aceite o en escabeche
1/4 l. de mayonesa casera no muy espesa
1 cebolleta pequeña picada
1 pimiento verde picado
Sal
1 pizca de vinagre de sidra
Poner en una cazuela abundante agua salada, cubriendo las zanahorias, las patatas y los huevos. Arrimamos a fuego vivo y dejamos hervir a borbotones constantes. A los 10 minutos de sucedido esto, retiramos los huevos, dejándolos enfriar, prosiguiendo la cocción al menos 5 minutos más o hasta que las zanahorias y las patatas estén tiernas, se puedan atravesar fácilmente con el filo de un cuchillo. Las escurrimos y dejamos que se templen, para poder manejarlas con las manos y poder pelarlas. Así lo hacemos, cortando las zanahorias y las patatas en cubos pequeños. Lo colocamos en un bol y añadimos encima los huevos picados, los guisantes escurridos, , el bonito desmigado, la cebolleta picada, el pimiento verde picado, la mayonesa y la pizca de vinagre de sidra. Mezclamos todo perfectamente y si es necesario, añadimos un poco más de mayonesa, según el punto de cremosidad que nos guste. Rectificamos el sazonamiento y servimos muy fresca, recién sacada de la nevera.
La ensaladilla admite un montón de variantes, según nuestros gustos y los de los críos. Aguacate, gambas cocidas y peladas, puerro cocido, jamón cocido en dados, pepinillos en vinagre picados, guindillas encurtidas picadas, tomate fresco en dados, dados de queso, etc.

CORDERO GUISADO CON PATATAS

1’5 Kg. de cordero lechal en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1’5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
10 cucharadas de salsa de tomate
5 patatas hermosas cascadas a lo pobre
1 pizca de aceite de oliva
Sal
En una cazuela amplia doramos los trozos de cordero sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos el cordero ya tostado con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy leve durante al menos 1 hora. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 20 minutos antes de terminar el estofado, añadimos las patatas cascadas y una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito, para que las patatas no revienten y queden enteras. Será inevitable que algún pedazo se deshaga y de esa forma ligue aún más la salsa, que es de lo que se trata. El cordero debe quedar jugoso y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

PURÉ DE PATATA DE SOBRE, CÓMO ARREGLAR

Para arreglar un puré de patata de sobre, no hay que hacer nunca caso de lo que indica el fabricante en el paquete, jamás.
Sustituimos siempre el agua que indiquen por leche o nata líquida, en una proporción por ejemplo de mitad y mitad. Una vez que hierva, vamos añadiendo poco a poco los copos de patata y sin dejar de dar vueltas hasta que consigamos una textura cremosa y un puré consistente. Entonces añadimos una cantidad generosa de mantequilla fría en dados y no dejamos de dar vueltas hasta que el puré la absorba perfectamente. Por cada kilo de puré, tranquilamente podemos incorporar 350 g. de mantequilla fresca. Sazonamos si es necesario y servimos antes de que se enfríe. Podemos añadir un poco de pimienta recién molida.

PATATAS, CÓMO FREIR

Para freír patatas y que queden bien curruscantes, es importante hacer lo siguiente. Una vez peladas y cortadas en tiras o en rodajas o como prefiramos, las lavamos en agua para eliminarles el almidón y así cuando las friamos, ni se peguen, ni se rompan y además queden bien sueltas. Una vez bien lavadas en agua, las escurrimos y las secamos.
Las introducimos en una sartén con aceite de oliva que las cubra, e incluso con algún diente de ajo entero, sin pelar, arrimándolas a fuego muy suave, de forma que borbotee ligeramente, cociéndose las patatas por espacio de unos 20 minutos. Es importante ni voltearlas ni tocarlas con espátula o cubierto alguno, para que no se nos rompan. Conforme pasan los minutos, vamos subiendo la intensidad del fuego, para que empiece a surgir la fritura y las patatas, ya tiernas, empiecen a coger color y a freírse. Es entonces cuando sí podremos voltearlas para que se doren uniformemente. Ya doradas, las retiramos del aceite, escurridas, y las sazonamos con una mezcla de sal fina y sal gruesa. Las servimos rápidamente.

PATATAS, CÓMO COCER EN EL MICROONDAS

Quedan muy bien y no manchamos, para cuando tenemos un antojo de comerlas y no apetece limpiar cazos. Cogemos patatas de tamaño medio y las lavamos, las secamos y las pinchamos con un tenedor por todos sus costados. Las introducimos directamente en la bandeja, sin plato, en un microondas a potencia máxima, 650w. aprox., unos 10 minutos. Pasados, les damos la vuelta y las tenemos otros 8 minutos. Si la base del microondas no es giratorio, colocamos al darles la vuelta, las que estaban en los extremos en el centro y las que estaban en el centro en los extremos. Al sonar el timbre y acabar la cocción, las sacamos con cuidado de no quemarnos, las ponemos sobre la encimera de la cocina y las tapamos con un plato hondo o una bandeja, hasta que se enfríen y para que queden uniformemente cocidas y con la pulpa bien prieta. Las pelamos y las acomodamos como queramos, en ensalada, aliñadas con sal y aceite de oliva, con una pizca de mantequilla, etc.

PATATAS, CÓMO ALMACENAR

Parece algo tonto, pero las patatas llenas de flores, raíces y germinadas son una desgracia para la vista, además de una pérdida irreparable. Para que no pase, intentar siempre almacenarlas en un sitio oscuro, seco y al abrigo de elementos que las estropeen más rápidamente como las cebollas. Cebollas y patatas son un matrimonio imposible.Intentar que el fondo donde reposan esté protegido con un trapo, papel de periódico o algo similar y nunca pensar que es un ingrediente eterno. Envejecen lentamente y con belleza, como Marlene Dietrich, pero irremediablemente les llega su fin. Más de 3 semanas no es aconsejable tenerlas esperando para freírlas, guisarlas o hacer una tortilla.

PATATA. CÓMO COCER

Para cocer las patatas, lo mejor es cocerlas con su piel. Las lavamos, para eliminar cualquier rastro de suciedad o tierra y las colocamos en el fondo de una cazuela, cubriéndolas de agua fría y los siguientes ingredientes; un chorretón de aceite de oliva y otro generoso de vino blanco, un puerro, 1/2 cebolleta, unos granos de pimienta negra, una ramita de apio y un puñado de sal gorda. Cuando cocemos patatas hemos de intentar que todas sean de un tamaño calibrado, nada de meter en el mismo cazo unas grandes y otras minúsculas. Tapamos, arrimamos a fuego muy suave y dejamos que comience el hervor muy lentamente, momento en el cual comprobaremos el sazonamiento, añadiendo más sal si fuera necesario. Las dejamos cocer hasta que veamos que se pueden atravesar fácilmente con la punta de un cuchillo pequeño, tras unos 15-20 minutos de cocción aproximadamente.
Una vez cocidas, las escurrimos del agua, las volvemos a meter en la cazuela vacía en la que se cocieron, las cubrimos con su tapa y las dejamos así enfriar unos 20 minutos antes de pelarlas. Si obedecemos, la piel se levanta con la mirada y la pulpa de la patata estará homogénea, compacta y al partirla en rodajas, éstas no se quebrarán. Es muy importante que el hervor sea siempre continuado pero muy leve, para que las patatas no revienten.