Archivo de la etiqueta: Pasta

PASTA CON AJO Y PEREJIL

6 dientes de ajo laminados
8 cucharadas de aceite de oliva
Perejil picado
600 g de pasta recién cocida, al gusto (para este tipo de platos con salsa van bien los espaguetis o tagliatelles)
En una sartén añadimos el aceite y los dientes de ajo laminados, arrimando a fuego muy suave. Dejamos que los ajos se vayan haciendo muy despacito e impregnen de sabor el aceite. Pasados unos 10 minutos, subimos la intensidad del fuego y dejamos que los ajos se doren ligeramente. Entonces añadimos la pasta recién cocida y escurrida y la salteamos, para que se le infiltre el sabor del ajo y el aceite. Espolvoreamos el perejil y servimos.

PASTA CON ALMEJAS

1 cebolleta pequeña muy picada
1 diente de ajo picado
1 pizca de aceite de oliva
1 pizca de vino blanco
1/2 vaso de agua
1 Kg. de almejas de las llamadas “arroceras”
Perejil picado
600 g de pasta recién cocida, al gusto (para este tipo de platos con salsa van bien los espaguettis o tagliatelles)
1/4 l. de nata líquida
1 trozo hermoso de mantequilla
Abrir las almejas a la marinera. Para ello, bailamos en una cazuela amplia, en el aceite, el ajo y la cebolleta picada. Añadimos las almejas, el vino blanco y el agua, dejando hervir a fuego fuerte, retirando las almejas que se vayan abriendo. Una vez todas fuera, dejamos que se reduzca un poco la salsa, añadimos el perejil y la nata. Añadimos las almejas a esta salsa (les habremos retirado la concha que no contiene la carne, para que no abulten mucho) y la pasta recién cocida, además de la mantequilla. Servimos.

PASTA CARBONARA

8 lonchas de beicon ahumado cortadas en lardones
1/2 L. de nata líquida
2 dientes de ajo picados
1 cucharada de aceite de oliva
2 huevos batidos
Perejil picado
700 g de pasta recién cocida, al gusto (para este tipo de platos con salsa van bien los espaguetis o tagliatelles)
Sal
En una sartén añadimos el aceite y los lardones de beicon, dejando que se doren y vuelvan tostados. Dejamos que se vayan haciendo muy despacito. Pasados unos 10 minutos, añadimos los ajos y antes de que se quemen, escurrimos todo, añadiéndolo a la nata mezclada con los huevos batidos y el perejil picado. Una vez que escurrimos la pasta de su agua de cocción, la volvemos a meter en la cazuela en la que hirvieron, vacía pero aún caliente y le tiramos encima la mezcla anterior de beicon, lardones y huevos. Damos unas vueltas, de forma que espese y la pasta se empape de salsa y servimos rápidamente.

PASTA BOLOÑESA

1 cebolleta picada
3 dientes de ajo picados
3 cucharadas de aceite de oliva
600 g. de carne picada (cerdo, vaca y ternera bien veteada, para que sea jugosa)
1/2 l. de salsa de tomate
Perejil picado
600 g de pasta recién cocida, al gusto (para este tipo de platos con salsa van bien los espaguetis o tagliatelles)
En una sartén añadimos el aceite, los dientes de ajo, una pizca de sal y la cebolleta, arrimando a fuego muy suave. Dejamos que la verdura se vaya haciendo muy despacito por espacio de 20 minutos. Pasados, subimos la intensidad del fuego y añadimos la carne picada dejando que se haga por espacio de unos 20 minutos, sin dejar de mover con una cuchara de palo, para que no se apelmace y quede bien suelta. La sazonamos y añadimos la salsa de tomate, dejando reducir, para que la carne se torne melosa y la salsa espese. Añadimos el perejil y la pasta recién cocida y escurrida. Servimos.

LASAÑA DE ESPINACAS

1 paquete de pasta para lasaña (comprar de la que no hace falta cocer de antemano)
2 cebolletas picadas
3 dientes de ajo picados
5 cucharadas de aceite de oliva
1/2 Kg. de carne picada (cerdo, vaca y ternera bien veteada, para que sea jugosa)
1 Kg. de espinacas limpias, sin el tallo duro
1/4 l. de salsa de tomate
1/4 l. de salsa bechamel
Perejil picado
Queso rallado graso
En una cazuela amplia añadimos el aceite, los dientes de ajo, una pizca de sal y la cebolleta, arrimando a fuego muy suave. Dejamos que la verdura se vaya haciendo muy despacito por espacio de 20 minutos. Pasados, subimos la intensidad del fuego y añadimos la carne picada dejando que se haga por espacio de unos 20 minutos, sin dejar de mover con una cuchara de palo, para que no se apelmace y quede bien suelta. Introducimos entonces las espinacas y las dejamos hacerse otros 10 minutos más, dejando que suelten su jugo y éste se evapore. Sazonamos ligeramente y añadimos la salsa de tomate, dejando reducir, para que la carne y la verdura se tornen melosas y la salsa espese. Añadimos el perejil y reservamos. En una bandeja profunda que pueda ir al horno, colocamos una capa de bechamel y extendemos las láminas de pasta para lasaña. Cubrimos con parte de la carne guisada con las espinacas, volvemos a echar una capa de bechamel y espolvoreamos una gruesa capa de queso rallado. Hacemos esto por capas, hasta terminar con los ingredientes. Es importante que la pasta de lasaña esté siempre en contacto con la bechamel. Tenemos que terminar por capa de lasaña, cubrimos de bechamel y espolvoreamos con queso rallado.Metemos la bandeja al horno, tapada con papel de aluminio y horneamos a 200º al menos 30 minutos. Los últimos 10, destapamos y dejamos que el queso se gratine para formar una costra dorada y apetitosa.
Es importante todo este tiempo de cocción, para que las capas de lasaña se cuezan en el interior y queden tiernas. Usando pasta de este tipo nos evitamos el engorroso trabajo de tener que cocerla de antemano. Si queremos hacer una lasaña totalmente vegetal, sustituimos la carne por el doble de cantidad de espinacas, haciendo un relleno exclusivamente verde.

LASAÑA DE CARNE AL HORNO

1 paquete de pasta para lasaña (comprar de la que no hace falta cocer de antemano)
2 cebolletas picadas
3 dientes de ajo picados
5 cucharadas de aceite de oliva
1 Kg. de carne picada (cerdo, vaca y ternera bien veteada, para que sea jugosa)
1/2 l. de salsa de tomate
1/4 l. de salsa bechamel
Perejil picado
Queso rallado graso
En una cazuela amplia añadimos el aceite, los dientes de ajo, una pizca de sal y la cebolleta, arrimando a fuego muy suave. Dejamos que la verdura se vaya haciendo muy despacito por espacio de 20 minutos. Pasados, subimos la intensidad del fuego y añadimos la carne picada dejando que se haga por espacio de unos 20 minutos, sin dejar de mover con una cuchara de palo, para que no se apelmace y quede bien suelta. La sazonamos y añadimos la salsa de tomate, dejando reducir, para que la carne se torne melosa y la salsa espese. Añadimos el perejil y reservamos.En una bandeja profunda que pueda ir al horno, colocamos una capa de bechamel y extendemos las láminas de pasta para lasaña. Cubrimos con parte de la carne guisada, volvemos a echar una capa de bechamel y espolvoreamos una gruesa capa de queso rallado. Hacemos esto por capas, hasta terminar con los ingredientes. Es importante que la pasta de lasaña esté siempre en contacto con la bechamel. Tenemos que terminar por capa de lasaña, cubrimos de bechamel y espolvoreamos con queso rallado. Metemos la bandeja al horno, tapada con papel de aluminio y horneamos a 200º al menos 30 minutos. Los últimos 10, destapamos y dejamos que el queso se gratine para formar una costra dorada y apetitosa. Es importante todo este tiempo de cocción, para que las capas de lasaña se cuezan en el interior y queden tiernas. Usando pasta de este tipo nos evitamos el engorroso trabajo de tener que cocerla de antemano.

GRATINADO DE MACARRONES

1/2 Kg. de macarrones gruesos
50 cl. de leche
100 cl. de nata líquida
200 g de queso Gruyère rallado
Sal y pimienta recién molida
La víspera, cocer en abundante agua sazonada los macarrones, dejando que hiervan por espacio de unos 5 minutos, debiendo quedar más bien duritos. Los escurrimos y los enfriamos ligeramente bajo el chorro de agua fría. Aparte, en un bol, mezclar la leche, la nata, la mitad del queso rallado y los macarrones escurridos. Salpimentamos. Los estiramos en una tartera que será en la que luego los gratinaremos. Deben quedar en una capa de no más de 3 cm. Los dejamos bien tapados en la nevera al menos 1 día, de forma que chupen bien la mezcla y se inflen ligeramente.
En el momento de comerlos, los sacamos de la nevera, les espolvoreamos por encima el resto de queso rallado y los horneamos a unos 200º por espacio de unos 20 minutos, hasta que queden bien tostados en su superficie.
Este plato es perfecto para dejarlo preparado con mucho tiempo en la nevera y en el momento de comerlo no tener más que encender el horno.

ENSALADA DE PASTA

1/2 Kg de pasta cocida y refrescada, tipo macarrón o galets
3 tomates maduros
1 pimiento verde picado
1 cebolleta picada
Sal
Pelamos los tomates y los cortamos en dados pequeños, les añadimos el pimiento y la cebolleta. Sazonamos y añadimos un buen chorretón de aceite de oliva virgen, siendo generosos. Añadimos la pasta y damos unas vueltas, volviendo a sazonar si fuera necesario.
A un arroz en ensalada de este tipo, podemos variarle los ingredientes, en función de nuestros gustos o los de los críos. Podemos añadir jamón cocido en dados, maíz desgranado en conserva, salchichas cocidas en rodajas, una pizca de mayonesa, aceitunas picadas, alcaparras, huevo cocido picado, una pizca de vinagre, etc.

COCCIÓN DE LA PASTA

La elección de la pasta es determinante para la cocción posterior. No cuece en el mismo tiempo una pasta fresca que una seca, una de harina normal que otra elaborada con harinas integrales o desde luego un fino espagueti respecto a un grueso macarrón. Es muy importante seguir las instrucciones indicadas en el paquete por el fabricante, teniendo en cuenta que prácticamente en todos los casos, se indican tiempos de cocción excesivos. La pasta muy cocida no es muy sabrosa, siempre es mejor intentar el famoso punto “al dente”, que desde luego es importante no confundirlo con el de “para partirse un diente”, o sea poco cocido. Poner abundante agua en una cazuela tapada, sazonada a razón de 10 g de sal por litro de agua. En el momento que hierva, añadiremos la pasta dejándola hervir a fuego suave, para no correr el riesgo de que se nos pegue al fondo ni se raje o se parta, por espacio aproximado de 2 minutos, si es pasta recién hecha, hasta los 8/10 minutos de las pastas secas más duras. Pero ojo, porque algunas pastas integrales, si es que las empleamos, requieren de muchos más minutos de cocción. La experiencia y nuestro gusto personal serán determinantes. Una vez cocida, escurrimos la pasta colándola a través de un colador y la utilizamos rápidamente, introduciéndola o cubriéndola con salsa, etc. es importante que no se enfríe y no sea necesario recalentarla. De todas formas si no la vamos a emplear de inmediato, la pasamos en el mismo colador por agua fría y la rociamos con una pizca de aceite de oliva, para que no se pegue, cubriéndola en un bol. Para calentarla, antes de añadirle la guarnición o la salsa, darle un calentón suave en el horno microondas.

CANELONES DE GALLINA

1 gallina bien gorda y limpia
1 zanahoria en rodajas
1 puerro en rodajas
1 cabeza de ajos
1 cebolla troceada
1/4 l. de vino tinto
Agua
1 pastilla de caldo concentrado
5 cebolletas hermosas picadas
1 puñado de champiñones picados
Aceite de oliva
16 tubos de pasta seca especial para canelón
Sal
Trocear la gallina en 8 o 10 pedazos, retirando el máximo posible de grasa. Sazonamos ligeramente los pedazos. En una cazuela ancha los doramos con aceite por todos sus lados. Añadir la zanahoria, el puerro, los ajos y la cebolla, dar unas vueltas y mojar con el vino tinto, agua y la pastilla de caldo. Poner la tapa y cocer durante unos 90 minutos. Dejar entibiar. Una vez podamos manejar la carne guisada con las manos, retirarle los huesos, de forma que podamos utilizarla posteriormente en elaborar el relleno. Colar el caldo y desgrasarlo, reducirlo al fuego hasta que quede muy concentrado y convertido en una salsa densa. Aparte cocinar en una cazuela con una pizca de aceite, las cebolletas picadas con una pizca de sal. Dejar sudar suavemente hasta que queden bien tiernas y doradas, lo que llevará aproximadamente 45 minutos. Añadir los champis y saltearlos junto con la cebolleta unos 20 minutos, hasta que queden dorados. Sazonar ligeramente. Dejar templar y mezclarle la gallina desmigada. Ligar con la mitad del caldo del guiso que anteriormente hemos reducido si es necesario hirviendo el relleno al fuego. Poner a punto de sal, mezclando bien. Debe quedar bien compacto Ahora rellenamos con esta masa los huecos de los canelones. Podemos hacer dos cosas. Colocarlos en una bandeja con el jugo restante reducido de gallina, unas nueces de mantequilla y un poco de vino blanco y hornearlos suavemente, sin dejar de rociarlos hasta que la pasta se hidrate y los canelones queden melosos y cocidos, o sumergirlos en una base de tomate y bechamel, cubiertos de más bechamel y queso rallado y hornearlos al menos 20 minutos hasta que hagan una costra dorada y apetitosa.