COCCIÓN DE LA PASTA

La elección de la pasta es determinante para la cocción posterior. No cuece en el mismo tiempo una pasta fresca que una seca, una de harina normal que otra elaborada con harinas integrales o desde luego un fino espagueti respecto a un grueso macarrón. Es muy importante seguir las instrucciones indicadas en el paquete por el fabricante, teniendo en cuenta que prácticamente en todos los casos, se indican tiempos de cocción excesivos. La pasta muy cocida no es muy sabrosa, siempre es mejor intentar el famoso punto “al dente”, que desde luego es importante no confundirlo con el de “para partirse un diente”, o sea poco cocido. Poner abundante agua en una cazuela tapada, sazonada a razón de 10 g de sal por litro de agua. En el momento que hierva, añadiremos la pasta dejándola hervir a fuego suave, para no correr el riesgo de que se nos pegue al fondo ni se raje o se parta, por espacio aproximado de 2 minutos, si es pasta recién hecha, hasta los 8/10 minutos de las pastas secas más duras. Pero ojo, porque algunas pastas integrales, si es que las empleamos, requieren de muchos más minutos de cocción. La experiencia y nuestro gusto personal serán determinantes. Una vez cocida, escurrimos la pasta colándola a través de un colador y la utilizamos rápidamente, introduciéndola o cubriéndola con salsa, etc. es importante que no se enfríe y no sea necesario recalentarla. De todas formas si no la vamos a emplear de inmediato, la pasamos en el mismo colador por agua fría y la rociamos con una pizca de aceite de oliva, para que no se pegue, cubriéndola en un bol. Para calentarla, antes de añadirle la guarnición o la salsa, darle un calentón suave en el horno microondas.

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