300 g de lentejas
1/2 cebolleta
1 zanahoria
1 diente de ajo
100 g de tocineta ahumada
15 cucharadas de nata
3/4 l. de caldo (podemos emplear agua hervida con una pastilla de caldo)
Sal
Cubrir las lentejas con agua justo al ras, en una cazuela amplia y añadir una pizca de sal, la tocineta y las verduras enteras. Cubrimos con una tapa y arrimamos a fuego suave, hasta que comprobemos que las lentejas estén tiernas, aproximadamente unos 50 minutos. Deben quedar un poco secas, es decir, como hemos echado el agua justa, quedarán ligeramente apelmazadas. Entonces retiramos la tocineta, e introducimos en la cazuela el brazo de una batidora, accionando la máxima potencia. Añadimos el caldo caliente y la nata. Seguimos batiendo enérgicamente y rectificamos el sazonamiento. Según como nos guste de espesa la sopa, añadimos más o menos caldo. La tocineta la partimos en dados y los introducimos junto con unos costrones de pan en los platos o tazas sobre los que serviremos la sopa.
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LENTEJAS GUISADAS VIUDAS
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolleta picada
1 blanco de puerro picado
1 zanahoria picada
2 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de pimentón dulce de la vera
600 g de lentejas
Agua
Sal
1 diente de ajo fileteado
En una cazuela amplia que normalmente usemos para guisar legumbre, añadimos 3 cucharadas de aceite de oliva y la colocamos al fuego suave. Añadimos la cebolleta, el blanco de puerro y la zanahoria y rehogamos el conjunto sin que tome color unos 5 minutos, añadiendo unos granos de sal. Vertemos la salsa de tomate y el pimentón. Añadimos entonces las lentejas y damos vueltas al fuego unos 2 minutos más, cubriendo el conjunto con agua fría, unos dos dedos por encima. Volvemos a sazonar ligeramente y dejamos que cueza suavemente 50 minutos. Pasados, hacemos un refrito de ajos. Para ello, en una sartén a fuego fuerte añadimos las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen y en el momento que esté muy caliente, añadimos los ajos fileteados. Los doramos muy rápidamente, sin que se nos quemen y volcamos el conjunto sobre las lentejas que estarán al fuego. Dejamos hervir suavemente unos minutos, comprobamos que las lentejas están tiernas y sabrosas y retiramos del fuego. Están listas para comer.
Si queremos añadir chacina, podemos cocer aparte en agua chorizo tierno, morcillas, costilla de cerdo o algún corte a nuestro gusto y una vez troceado, añadirlo 5 minutos antes de retirar las lentejas del fuego.
ENSALADA DE LENTEJAS
1/2 Kg. de lentejas cocidas y escurridas
1 trozo hermoso de codillo de cerdo cocido y deshuesado, cortado en dados pequeños
1 tomate grande, maduro pero prieton y cortado en dados
Perejil picado
2 puñados de pepinillos en vinagre picados
2 cucharadas de mayonesa
2 cucharadas de mostaza de grano
8 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de vinagre de sidra
Sal y pimienta recién molida
En un bol mezclar las lentejas con el codillo, el tomate partido en dados, el perejil y los pepinillos. En una taza mezclar la sal y la pimienta con el vinagre y añadirle en fino cordón el aceite de oliva, batiendo con un tenedor. Añadir también la mayonesa y la mostaza.
Echamos este aliño sobre las lentejas y mezclamos perfectamente. Las enfriamos en la nevera un rato antes de comerlas.
LENTEJAS CON CHORIZO
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolleta picada
1 blanco de puerro picado
1 zanahoria picada
2 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de pimentón dulce de la vera
1 chorizo fresco con una pizca de picante
600 g de lentejas
Agua
Sal
1 diente de ajo fileteado
Pinchamos el chorizo con las púas de un tenedor y lo sumergimos en agua fría, en una cazuela al fuego. En el momento que hierva, lo retiramos y lo escurrimos. Hacemos esto para eliminar este primer rastro de grasa, para que no se nos quede en las lentejas.
En una cazuela amplia que normalmente usemos para guisar legumbre, añadimos 3 cucharadas de aceite de oliva y la colocamos al fuego suave. Añadimos la cebolleta, el blanco de puerro y la zanahoria y rehogamos el conjunto sin que tome color unos 5 minutos, añadiendo unos granos de sal. Vertemos la salsa de tomate y el pimentón. Añadimos entonces las lentejas y damos vueltas al fuego unos 2 minutos más, cubriendo el conjunto con agua fría, unos dos dedos por encima. Introducimos el chorizo anteriormente hervido y dejamos que cueza suavemente 50 minutos. Pasados, hacemos un refrito de ajos. Para ello, en una sartén a fuego fuerte añadimos las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen y en el momento que esté muy caliente, añadimos los ajos fileteados. Los doramos muy rápidamente, sin que se nos quemen y volcamos el conjunto sobre las lentejas que estarán al fuego. Dejamos hervir suavemente unos minutos, comprobamos que las lentejas están tiernas y sabrosas y retiramos del fuego. Rescatamos el chorizo y lo cortamos en rodajas gruesas, volviendo a introducirlas en el guiso. Están listas para comer.
LEGUMBRES, CÓMO REMOJAR
Cualquier legumbre seca que remojemos para guisar, —garbanzos, alubias, lentejas, habas, etc.—, deberá reposar en la nevera, sobre todo si es tiempo de calores, puesto que corremos el riesgo de que fermenten. Podemos añadir una pizca de bicarbonato a esta agua y sobre todo no olvidar que al ponerlas a guisar, podemos emplear el agua de remojo, mejor que agua limpia del grifo.
LEGUMBRES TIERNAS, CÓMO HACER
Para que las legumbres queden tiernas hay un método tradicional pero efectivo. Cuando se dejan a remojo cubiertas de agua, añadimos una pizca de bicarbonato a la misma y una vez terminado el remojo, las ponemos a hervir en el mismo agua de remojo.
Normalmente cuando guisamos legumbre tenemos la costumbre de asustarlas con agua fría para que no encallen y además no se despellejen. Si en vez de añadir agua fría, añadimos uno o dos cubitos de hielo, el resultado será sorprendente, Ya lo veréis.
LEGUMBRES QUE SEPAN A EMBUTIDO, CÓMO HACER SIN EMBUTIDO
Es aconsejable, para alimentarnos mejor, acostumbrarse a comer las legumbres caldosas. Con esto matamos dos pájaros de un tiro. Por un lado, sacaremos más rendimiento a la cazuela, de manera que el guiso se “estirará”, al nadar la legumbre en más caldo de lo habitual. Y por otro, el caldo caliente, junto con la verdura y la legumbre, nos sabrá más rico y reconfortante, pudiéndose repetir varios platos más, con más facilidad debido a la ligereza de la preparación, facilitado por la ausencia de los tradicionales embutidos que acompañan a estas preparaciones. La verdad que es preferible guisar las legumbres sólo con verduras, para no ensuciarlas con grasas poco digeribles. Y si queremos embutido, cocerlo y acompañarlo aparte.
¿Cómo hacer que la legumbre sepa a embutido, pero sin embutido? El pimentón de la Vera arregla el problema. Al ser éste el ingrediente saborizante de chorizos y embutidos grasos, aromatizará cualquier legumbre, dejando el inconfundible sabor de los mejores chorizos y embutidos, pero sin una gota de grasa. ¡Nada de pesadez en nuestro estómago! Todo el sabor de las mejores legumbres de toda la vida, pero para alimentarnos sin pesadez.
Justo antes de sacar del fuego cualquier cazuela, añadiremos a ésta un refrito hecho aparte de aceite y ajos, o cebolleta, pimiento verde o puerro picado, rehogado, al que añadiremos justo al retirar, unas buenas cucharadas de pimentón dulce o picante, según gustos. Una vueltas al potaje y a comer.
JARRETE DE CERDO CON LENTEJAS
1 Jarrete de cerdo cocido al natural, con su caldo de cocción
1 cebolleta picada
1 blanco de puerro picado
1 zanahoria picada
1 pizca de pimentón dulce de la vera
300 g de lentejas
1 diente de ajo fileteado
Aceite de oliva virgen
Perejil picado
Agua y sal
Una vez cocido el jarrete, lo reservamos y escurrimos el caldo de cocerlo en la olla. Lo dejamos enfriar. En una cazuela aparte añadimos la cebolleta, el blanco de puerro y la zanahoria, las lentejas y el pimentón, con unos granos de sal, cubriendo el conjunto con el caldo de cocer el jarrete un dedo por encima. Dejamos que cueza suavemente unos 50 minutos.
Pasados, hacemos un refrito de ajos. Para ello, en una sartén a fuego fuerte añadimos una pizca de aceite de oliva virgen y en el momento que esté muy caliente, añadimos los ajos fileteados. Los doramos muy rápidamente, sin que se nos quemen y volcamos el conjunto sobre las lentejas que estarán al fuego. Dejamos hervir suavemente unos minutos, comprobamos que las lentejas están tiernas y sabrosas y retiramos del fuego. Si quedan muy caldosas, las escurrimos y el caldo resultante lo reducimos al fuego hasta que merme de volumen, añadiendo las lentejas escurridas. Rectificamos el sazonamiento.
Colocamos sobre las lentejas el jarrete desmigado, sin el hueso y las servimos espolvoreadas con perejil picado.
Si al reducir el caldo de las lentejas añadimos una punta de nata líquida, el resultado será mejor, pero justo eso, una pizca.