Para 8 personas,
1 cordero lechal de unos 5 kilos, partido en canal en dos, y partir de la última costilla cada canal de nuevo en dos, para separarlo de las patas traseras, operación que pediremos al carnicero que nos haga ¡por amor de dios!
1 pizca de sal gorda
2 vasos grandes de agua
Sazonamos los cuatro pedazos con abundante sal gorda y los colocamos todos en una bandeja amplia con la parte exterior del animal hacia abajo. Rociamos el conjunto con 1 vaso de agua y lo introducimos al horno a 160º durante aproximadamente 1 hora y tres cuartos. Pasado ese tiempo, les damos la vuelta a los pedazos, volvemos a rociar el conjunto con el agua restante y terminamos de hornear otros tres cuartos de hora esta vez a 200º para que se doren y queden crujientes. Deberá estar siempre la bandeja húmeda y no secarse nunca, para lo cual estaremos atentos y añadiremos agua cuando el asado de cordero tenga sed. Servimos los cuartos asados y acompañados de su jugo, con una ensalada verde y un buen vino tinto.
Archivo de la categoría: CARNES DE CARNICERÍA
CORDERO AL CHILINDRÓN
1’5 Kg. de cordero lechal en trozos medianos
5 pimientos choriceros remojados en agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
1 cebolleta grande picada
10 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de aceite de oliva
Sal
En una cazuela amplia doramos los trozos de cordero sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos el cordero ya tostado con el jugo que halla podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y una pizca del caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy leve durante al menos 1 hora. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. Conforme vaya guisándose, vamos añadiendo pizcas de sal. El cordero al final sin nadar en salsa, debe quedar jugoso y con un salsa que empape los trozos ligeramente. Podemos espolvorear una pizca de sal al final.
COCHIFRITO DE CORDERO
1’5 Kg. de cordero lechal en trozos medianos, más bien pequeños
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
1 cucharada de perejil picado
1 pizca de pimentón picante de la Vera
Unos granos de pimienta negra machacados
1 pizca de aceite de oliva
Agua
1 pizca de zumo de limón o de buen vinagre
Sal
En una cazuela amplia doramos los trozos de cordero sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, en la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta, los ajos y el perejil, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Cuando el cordero ya queda bien tostado, damos unas vueltas e incorporamos el pimentón y los granos de pimienta machacados. Añadimos hasta cubrir con agua, sazonamos y dejamos que el fuego vaya consumiendo el caldo de cocción, muy despacito, hasta que el cordero se vuelva a refreír, por falta de jugo.
Entonces rociamos el conjunto con zumo de limón o con buen vinagre, damos unas vueltas y dejamos reposar el guiso al menos 10 minutos tapado y lo servimos.
Es importante anotar que después de frito y guisado, el cordero tiene que resultar seco de jugo, semejante a una fritada.
Se suele servir colocando en el centro la cazuela y comiéndolo sobre pan, que hará las veces de plato, como hacían antes los pastores. Podemos espolvorear una pizca de sal al final.
CHULETAS DE CORDERO VILLEROI
1’5 Kg. de chuletillas de cordero, con palo
1 pizca de aceite de oliva
Sal
Bechamel recién hecha, espesa
Harina, huevo batido y pan rallado
Aceite para freír
Sazonamos las chuletitas y las doramos en aceite de oliva, escurriéndolas rápidamente. Una vez frías las pasamos por la bechamel caliente, bien espesa, de forma que cojan una buena capa. Las apoyamos sobre una bandeja aceitada para poder despegarlas luego con facilidad. Una vez frías, las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado y las dejamos reposar unas horas antes de freírlas. Si vemos que el pan rallado se humedece en la nevera, las volvemos a pasar por pan, para que al freír queden bien crujientes. Las freímos en abundante aceite de oliva muy caliente, con unos dientes de ajo por ahí sueltos y las escurrimos. Las servimos con patatas fritas, ensalada o con lo que a cada cual apetezca.
PERRITOS CALIENTES, CÓMO HACER
4 bollos de pan alargados y estrechos
8 salchichas de buena calidad
1 pimiento verde picada
1 cebolleta picada
1 pizca de aceite de oliva virgen
Sal
Los panes los abrimos por un lado, a lo largo, y los dejamos listos para ser rellenados. En una sartén con la pizca de aceite, salteamos ligeramente la cebolleta y el pimiento verde a fuego fuerte para que pierdan el sabor a crudo. Sazonamos. Colocamos esta verdura sobre los bollos de pan y colocamos de nuevo la sartén al fuego, para tostar las salchichas pinchadas con un tenedor. Una vez doradas, las colocamos sobre los bollos. Podemos añadir si nos apetece unas cucharadas de salsa de tomate frito sobre las mismas, cerrar el pan y jamarnos esta golosina.
JAMÓN, CÓMO FREÍR EN EL MICROONDAS
Para cuando no apetece fregar y un bocata de jamón apedrea nuestra mente. Colocamos dos capas de papel de cocina sobre un plato llano. Sobre el mismo papel, estiramos las lonchas finas de jamón, sin importar que se monten unas sobre otras. Cubrimos con otras dos capas de papel e introducimos el plato a máxima potencia (650 w.) hasta que veamos que empieza a hacer ¡crisp, crisp! y comienza a ponerse tostadito.
El sobrante de grasa se queda en el papel en vez de en nuestros michelines, el jamón se queda calentito y frito y hacemos un bocata de campeonato, por ejemplo. Si añadimos unas lonchas de queso al pan, se funde por el calor y ya esto es el no da más. Y sin manchar más que el plato que puede ir directamente al lavavajillas y lo perdemos así de vista. Sin fregar, claro.
HAMBURGUESAS CASERAS DE CARNE PICADA
1 Kg. de carne picada de distintos cortes y animales, cerdo, ternera y vaca
2 yemas de huevo
Perejil picado
1 buen pedazo de miga de pan remojada en leche, escurrida
2 cebollas medianas picadas
Aceite de oliva ara dorar las cebollas
Sal y pimienta
Primero en una sartén a fuego vivo, doramos las cebollas picadas, con una pizca de sal, hasta que quede bien dorada y tierna. La escurrimos.
Colocamos en un bol el resto de ingredientes sobre el que añadiremos las cebollas pochadas, salpimentando generosamente. Amasamos con las manos, bien limpias. Para probar de sal, si nos da asco comer la carne cruda, metemos una pequeña bola del tamaño de una avellana en el microondas y tras unos segundos de cocción la probamos para ver si el sazonamiento es el correcto.
Damos forma a las hamburguesas con la palma de la mano y las pasamos ligeramente por pan rallado, para guardarlas en una caja hermética si nos las vamos a cocinar inmediatamente. A la hora de comerlas, las freímos en una sartén bien caliente con una pizca de aceite de oliva y las acompañamos de salsa de tomate o de mostaza.
También podemos una vez fritas, sumergirlas en una salsa de cebolla o de guisado que nos haya sobrado y darles un hervor suave para que queden tiernas y melosas, hamburguesas en salsa caseras.
FONDUE SUIZO DE CARNE Y SUS GUARNICIONES
1 Kg. de carne de solomillo o de lomo de vaca o ternera, cortada en dados hermosos
1’5 l. de aceite de oliva
3 dientes de ajo
Para hacer la fondue es necesario tener el recipiente en el que luego la serviremos en la mesa. Es importante 1 hora antes de comer la fondue, sacar la carne de la nevera para que se atempere y no esté fría.
En una sartén, añadimos el aceite y los dientes de ajo, arrimando a fuego suave para que poco a poco éste se impregne del aroma ajo, pero sin quemarse. Gradualmente vamos subiendo la intensidad del fuego, pero con precaución para que el ajo no se nos tueste demasiado. Los retiramos antes de que se quemen, para que no den un sabor desagradable al aceite.
Vertemos el aceite en el recipiente de fondue que irá al centro de la mesa, bajo el cual situaremos un quemador regulable de alcohol para que la fondue esté siempre atemperada y el aceite listo para tostar la carne. Si vemos que pierde intensidad y temperatura, aumentamos la llama para que nunca la carne se nos recueza.
Pinchar los dados de carne con el tenedor de 2 dientes de la fondue e ir sumergiéndolos para que se hagan. Hay que pillar el punto según el tiempo, para que salga más jugosa o más hecha. Es importante siempre después de sacar, meter uno nuevo para no esperar entre trozo y trozo y así no andar esperando a que se fría la carne. La sazonamos en ese momento.
Acompañar con una ensalada verde y unas patatas cocidas. Es importante tener algunas salsas en cuencos para ir mojando los pedacitos de carne. Salsa brava, de soja, all-i-oli, holandesa, mayonesa con ajo, mojo picón, tártara, etc.
Además unos pepinillos en vinagre o unas guindillas encurtidas pueden ser complemento perfecto para esta cena divertida.
FILETE, CÓMO FREÍR
Para freír un filete, es necesario una buena sartén, buena mano y una gota de aceite. La carne no hay que sazonarla cruda nunca. Fileteamos un diente de ajo. Arrimamos una sartén a fuego muy vivo, sin nada y dejamos que comience a humear, momento en el que añadimos unas gotas de aceite de oliva y apoyamos el filete por uno de sus lados. Lo hacemos vuelta y vuelta, sin bajar el fuego para nada, en el punto que deseemos, más o menos hecho. Lo retiramos del fuego a un plato, bajamos el fuego y añadimos una pizca de aceite limpio. Doramos en él el diente de ajo, y vertemos el conjunto sobre el filete tostado, en el plato. Lo sazonamos ahora, con sal gruesa y nos lo comemos. También podemos añadir a ese refrito de ajos, al sacarlo del fuego, un poco de perejil toscamente picado, además de unas gotas de zumo de limón.
CHISTORRA, CÓMO FREIR EN EL MICROONDAS
Colocamos tres capas de papel de cocina sobre un plato llano. Sobre el mismo papel, colocamos los trozos de chistorra. Cubrimos con otras tres capas de papel e introducimos el plato a máxima potencia (650 w.) hasta que veamos que empieza a hacer ¡crisp, crisp! y la txistorra comienza a ponerse tostadita.
El sobrante de grasa se queda en el papel en vez de en nuestros michelines, la chistorra se queda calentita y frita y podemos hacer un bocata de campeonato, por ejemplo. Y sin manchar más que el plato, que puede ir directamente al lavavajillas y lo perdemos así de vista. Sin fregar, claro.