Archivo de la categoría: CARNES DE CARNICERÍA

COSTILLA DE VACA GUISADA

2 Kg. de costilla de vaca troceada
4 dientes de ajo picados
2 puerros picados
2 cebolletas picadas
8 cucharadas de salsa de tomate
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
1 l. de caldo o agua
Sal

En una cazuela amplia poner a dorar en aceite de oliva los pedazos de costilla previamente sazonados, a fuego medio, dejando que se sofrían por todos sus lados. Hecho, bajamos la intensidad del fuego y volcamos todas las verduras, dejando que se sofrían sin quemarse por espacio de unos 10 minutos. Vertemos el vino blanco y dejamos que se evapore unos instantes. Entonces añadimos la salsa de tomate, damos unas vueltas y vertemos el caldo o el agua, dejando que se guise pausadamente unas 2 horas, hasta que se vuelva tierna y la salsa se adhiera a los pedazos, no debiendo quedar caldosa. Si vemos que se seca el fondo y la carne aún no se ha guisado, añadimos más agua. Veremos que la carne está lista cuando se contrae en el hueso y se desprende fácilmente de él. Antes de comerla, podemos añadirle unos cuadrados de patatas fritas en aceite o unos champiñones salteados para que hagan de guarnición del guiso. Servida con un puré de patata está mundial.

HIGADO DE TERNERA ENCEBOLLADO

1 Kg. de hígado de ternera cortado en escalopes y a su vez en pedazos medianos
6 cebollas cortadas en finas tiras
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 pizca de vino blanco
Sal

En una cazuela amplia introducimos las cebollas, sal y aceite de oliva. Arrimamos a fuego suave y las doramos lentamente, 45 minutos al fuego. Arrimamos al fuego una sartén con una pizca de aceite a fuego fuerte. Sin dejar que se queme en absoluto, introducimos el hígado, de poco en poco y dejamos que se dore en el aceite unos segundos, sin que se seque. Lo vamos volteando, de forma que bajo una costra dorada se esconda una carne sonrosada y jugosa. Deslizamos el hígado dorado en la cebolla caliente y echamos una pizca de vino blanco, dejando que hierva unos instantes a fuego suave. Dejamos reposar y servimos. Podemos añadir en el último momento, justo antes de sacar el hígado del fuego, unos dados de patata frita para enriquecer aún más la cazuela.

GUISADO DE MORCILLO DE VACA A LA CAZUELA

1 morcillo o zancarrón de vaca entero
2 cabezas de ajos
1 pizca de vino blanco
Aceite de oliva
Sal

El morcillo que nos lo prepare el carnicero bien limpio de telillas y de tendones o grasa. La elección de la cazuela es fundamental. Deberá ser de un tamaño justo, que entre la carne entera pero no queden muchos huecos, para que la cocción sea uniforme y no demos opción a que la grasa del cocinado se nos queme. Además deberá estar provista de tapa. Empezamos. Añadimos un buen chorro de aceite en el fondo y arrimamos a fuego vivo. Introducimos el morcillo sazonado y dejamos que se dore perfectamente, bien tostado por todos sus costados. Entonces, le añadimos los dientes sueltos de las dos cabezas de ajos, sin pelar y lo rociamos con un chorrito de vino blanco, cubriendo con la tapa y descendiendo la intensidad del fuego hasta el mínimo. Dejaremos que se vaya cociendo en su propio jugo a fuego muy lento y siempre tapado, dándole la vuelta constantemente cada 20 minutos aproximadamente. No es necesario más líquido añadido para que la carne se torne melosa y tierna en unas 3/4 horas de cocción ininterrumpida. Al final quedará un pequeña parte de jugo brillante adherido al pedazo de carne y ésta habrá reducido considerablemente su tamaño. La extraemos de la cazuela, la partimos en gruesas rodajas y la acompañamos con los ajos cocinados en su jugo y una ensalada o unas patatas fritas.

LENGUA DE TERNERA EN SALSA DE VINO

1 lengua de ternera
1,5 l. de agua
1 pastilla de caldo concentrado de caldo
1 cebolla cortada en tiras
2 dientes de ajo
2 zanahorias en rodajas
1 puerro en rodajas
1 pizca de aceite de oliva
1 vaso grande de vino tinto
Huevo, harina y aceite para rebozar

Dorar en una cazuela con una gota de aceite la lengua por todos sus los lados, hasta tostarla. Retirarla. Añadir entonces las verduras a la cazuela y pocharlas a fuego suave. Cuando estén hechas, añadir el vino y hervir hasta que evapore. Volver a introducir la lengua y cubrir con el agua caliente, añadiendo la pastilla de caldo. Cocer lentamente, hasta que la lengua esté tierna (pincharla, para comprobar su punto de cocción). Serán necesarias una dos horas (si utilizamos olla a presión, 50 minutos). Cocida y tierna, escurrirla. Una vez que se haya templado, pelarla. Filetearla y rebozarla con harina y huevo. Freírla en aceite abundante y depositar los filetes en papel absorbente, para eliminar el exceso de grasa. Triturar la salsa y pasarla por un colador fino. Sumergir en ella los filetes y rectificar el punto de la sal. Antes de servir, dejar que repose.

GUISADO DE VACA CON CHAMPIÑONES

1?5 Kg. de carne de vaca para guisar, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
1 pizca de harina
10 cucharadas de salsa de tomate
1 Kg. de champiñones laminados
1 punta de guindilla cayena
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de vaca sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos la pizca de harina, damos una vueltas e introducimos también los pedazos de vaca ya tostada con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 10 minutos antes de terminar el estofado, añadimos los champiñones salteados aparte en una sartén con 1 pizca de aceite de oliva y la punta de guindilla, con una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

BLANQUETA DE TERNERA

1 Kg. de carne de ternera para guisar
2 zanahorias
2 cebolletas
1 puerro
1 hoja pequeña de laurel
1 ramita de tomillo fresco
1/2 Kg. de champiñones, lavados y en cuartos
1 pizca de mantequilla

Para la salsa:
3 cucharadas de harina
4 cucharadas de mantequilla
10 cl. de nata espesa o en su defecto nata líquida
1 yema de huevo
Sal y pimienta molida

O lo hacemos nosotros, o lo hace el carnicero, pero cortamos la carne en dados hermosos, como para guisarse. Metemos todos los pedazos de carne en una cazuela, los cubrimos de agua con un pizca de sal y lo arrimamos a fuego suave. En el momento que surja el hervor, escurrimos la carne y la refrescamos pasándola por agua fría del grifo. Entonces en la misma cazuela, volvemos a meter los pedazos de carne refrescados y los cubrimos de agua, añadiéndoles el puerro entero, el laurel, el tomillo, las zanahorias peladas, las cebolletas y una pizca de sal. Arrimamos la cazuela a fuego medio, tapada, y dejamos que cueza la menos durante 1 hora. Mientras con la pizca de mantequilla, salteamos los champis en una sartén, con una pizca de sal, dejándolos bien pochados.
Cuando la carne esté cocida, tierna, la escurrimos y la dejamos en un plato, pasando el jugo con todas su verduras a través de un colador, poniendo este jugo a hervir.
Aparte en un cazo, derretimos las 4 cucharadas de mantequilla a fuego suave, añadiendo las 3 de harina, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera, haciendo un roux, como cuando hacemos croquetas, siempre a fuego medio para que no nos coja color. La mezcla debe espumar, sacando burbujitas al fuego. Añadir entonces el jugo hirviendo encima de la mezcla de harina y mantequilla y dar vueltas para que se integre. Cocer al menos 10 minutos para que la harina pierda sabor. Mezclar aparte en un bol la nata y la yema y añadirla sobre la salsa, sin dejar de dar vueltas. Calentar hasta que veamos que la salsa espesa, salpimentando. Pasamos la salsa por un colador para que quede bien fina y la vertemos sobre los trozos de carne y los champis, rectificando de nuevo el sazonamiento.
Podemos servir la blanqueta con arroz blanco, pasta cocida o verduras. Es importante que la salsa cueza bien y sobretodo que cuando hagamos el roux, éste cueza el máximo tiempo posible sin coloración, pero que la harina esté bien hecha. Cuanto más cueza sin coger color, mejor estará la salsa.
Algunos antes de empezar a guisar, 12 horas antes, sumergen la carne en agua fría y la tienen en la nevera para que se desangre bien. Es aconsejable hacerlo.

MOLLEJAS DE TERNERA SALTEADAS

1 Kg. de mollejas de ternera limpias de pellejos
Aceite de oliva
1 pizca de mantequilla
3 dientes de ajo picados
Perejil picado
Sal

Colocamos abundante agua salada a hervir y en el momento que surja el hervor, introducimos las mollejas, añadiendo una pizca de vinagre. Dejamos que estén al fuego a borbotones continuos al menos 30 minutos. Pasados, las escurrimos y las dejamos enfriar. Con ayuda de un cuchillo afilado, retiramos todos los pellejos o bolsitas de grasa que pudieran tener en su exterior, dejándolas bien limpias. Las partimos en pedazos del tamaño de una nuez. Colocamos una sartén al fuego con 1 pizca de aceite de oliva y arrimamos a fuego medio. En el momento que veamos que se calienta, añadimos las mollejas y no las dejamos de menear, para que se vayan tostando lentamente. Subimos el fuego y si vemos que hace falta un poco más de grasa, vamos añadiendo aceite poco a poco, gota a gota. Si se pegan es porque el fuego es demasiado bajo, lo subimos hasta encontrar un punto en el que vayan tostándose y cogiendo color dorado. Deberán estar al fuego al menos 20 minutos, hasta que queden bien rubias. Justo al final, añadimos una punta de mantequilla, perejil y los dientes de ajo picados, dejando unos minutos más antes de servir, para que el ajo pierda el gusto a crudo.

GUISADO DE VACA CON PATATAS

1?5 Kg. de carne de vaca para guisar, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
10 cucharadas de salsa de tomate
5 patatas hermosas cascadas a lo pobre
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de vaca sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos la vaca ya tostada con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 20 minutos antes de terminar el estofado, añadimos las patatas cascadas y una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito, para que las patatas no revienten y queden enteras. Será inevitable que algún pedazo se deshaga y de esa forma ligue aún más la salsa, que es de lo que se trata. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.

CALLOS DE TERNERA CON PATA Y MORRO A LA VIZCAÍNA

1/2 Kg. de morros de ternera
1 Kg. de callos limpios, cortados en cuadrados grandes
1/2 pata de ternera
1/2 pata de cerdo
1 hueso de rodilla de ternera
1 cebolla
1 diente de ajo
1 zanahoria
1 puerro
1 pizca de guindilla
200 g. de chorizo fresco picantillo
200 g. de morcilla para callos
1 pizca de jamón en daditos
1 pizca de pimentón picante de la vera
1 pizca de pimentón dulce de la vera
La pulpa de 6 pimientos choriceros remojados en agua
1/4 l. de salsa de tomate

Cubrir con agua en una cazuela los callos, el hueso, los morros y las patas. Arrimar a fuego fuerte y cuando hierva el agua, escurrirlos y refrescarlos. Volver a meter toda la carne y el hueso en la olla, cubrirla de agua limpia con las verduras y la guindilla y comenzar una ebullición lenta pero constante de unas 4 horas, bien tapado -si lo hacemos en olla rápida, será más o menos 1 hora de cocción-. Entonces, pasado ese tiempo, destapamos y añadimos la morcilla y el chorizo, prolongando la cocción 1 hora más.
Cuando la carne esté cocida, retiramos las verduras, el hueso, las patas, la morcilla y el chorizo. Pasamos las verduras por un pasapurés sobre la cazuela con los callos y añadimos también a los callos las patas deshuesadas y en trozos y la morcilla y el chorizo en rodajas. Dejamos que hierva despacito.
Mientras en una sartén, sofreímos el jamón sin grasa, añadiendo el pimentón, damos unas vueltas y añadimos la salsa de tomate y la pulpa de choricero. Volcamos el contenido de la sartén sobre los callos. Salar y dar un suave hervor para unificar el guiso. Es mejor dejarlos reposar al menos 24-48 horas antes de volverlos a calentar y comerlos.
Este guisote es mejor comerlo con chandal, para según terminamos correr unos kilómetros y aligerar la andorga, jeje.

MORCILLO DE TERNERA GUISADO CON PATATAS

1?5 Kg. de morcillo de ternera, en trozos medianos
2 pimientos choriceros remojados en 1?5 l. de agua templada unas dos horas
3 dientes de ajo picados
2 cebolletas grandes picadas
10 cucharadas de salsa de tomate
5 patatas hermosas cascadas a lo pobre
1 pizca de aceite de oliva
Sal

En una cazuela amplia doramos los trozos de morcillo sazonados, por todas sus caras, con una pizca de aceite de oliva. Una vez tostados, los reservamos en un plato. En la misma cazuela, retirando el exceso de grasa, añadimos la cebolleta y los ajos, una pizca de sal y damos unas vueltas durante 15 minutos a fuego suave. Entonces añadimos el morcillo ya tostado con el jugo que haya podido soltar, damos unas vueltas e incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de los choriceros y el caldo de remojo de los pimientos, cubriendo y dejando guisar a fuego muy suave durante al menos 2 horas. Si vemos que se queda seco, vamos añadiendo más agua de remojo de los choriceros, hasta que veamos que el guiso está tierno. 20 minutos antes de terminar el estofado, añadimos las patatas cascadas y una pizca de sal, dejando que hierva los últimos minutos muy despacito, para que las patatas no revienten y queden enteras. Será inevitable que algún pedazo se deshaga y de esa forma ligue aún más la salsa, que es de lo que se trata. La carne debe quedar tierna y con un salsa que empape los trozos. Podemos espolvorear una pizca de sal al final si vemos que le falta sazón.