250 g. de nueces peladas
1/2 l. de leche
1/2 l. de nata líquida
250 g. de azúcar
1 rama de canela
Aplastar las nueces con un mazo de madera o en el mortero, hasta conseguir una pasta fina. Antiguamente este proceso se realizaba entre dos trapos finos. Hervir la leche y la nata con la canela, retirar la rama y agregar la pasta de nueces y el azúcar. Poner a cocer suavemente, aproximadamente durante 25 minutos hasta que nos quede una crema ligera. Si notamos que está demasiado líquida, dejar cocer un poco más; si queda muy espesa, aligerarla con leche antes de sacarla del fuego. Retirar y distribuir en cuatro recipientes. Se puede tomar tanto tibia como fría.
Aunque el resultado no es el mismo, las nueces se pueden majar en una batidora de vaso, en vez de hacerlo a mano, hasta reducirlas a grano muy fino. Proseguir como indica la receta.