1 Kg. de patata cocida (la patata se cuece con piel, después se pela y se pesa 1 Kg.)
600 g de mantequilla fría (No, no nos hemos equivocado).
1/2 vaso grande de leche
1/2 vaso de nata líquida
La patata, bien limpia y sin pelar, la cocemos en abundante agua sazonada, a fuego suave, hasta que podamos atravesarla con el filo de un cuchillo. Coceremos 1 kilo pasado para que una vez pelada, nos quede más o menos 1 kilo de pulpa.
Una vez cocida y pelada ponerla en un bol y echar la mantequilla, accionando la batidora. Para que la patata no tenga un aspecto de goma se debe hacer lo más rápido posible. Después echar poco a poco la nata y la leche hervidas aparte y mezclar hasta que el puré esté bien liso y sin grumos. Poner a punto de sal y comerlo. Si se enfría, podemos darle calor a fuego muy suave o mejor, en el microondas.
La manera más razonable pero engorrosa de hace el puré, es a la antigua, es decir, pasar la pulpa de patata cocida por un pasapurés y volcarla en una cazuela puesta a fuego muy suave. Con una espátula de madera, secar unos minutos la pulpa al fuego, sin dejar de dar vueltas y añadir la mantequilla fría, poco a poco. Pasados unos minutos, cuando esté totalmente absorbida, añadimos la nata y la leche hervidas, también poco a poco y sin dejar de dar vueltas, hasta que el puré que de cremoso y perfectamente ligado. Sazonar.
Algunos añaden nuez moscada al puré. Nosotros preferimos el puré sólo con sabor a patata.