2 mazos de espárragos trigueros
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 trozo de queso Idiazabal recién rallado
Sal
Eliminar a los espárragos la base dura y terrosa. Esta operación suele hacerse doblándolos desde la base, con las manos. El espárrago rompe por donde está terso y así se desecha la base dura. Pelarlos. Si son muy gruesos, los partimos en dos, a lo largo. Colocar una sartén a fuego medio y añadir la mantequilla, hasta que veamos que comienza a espumar. Colocamos los espárragos, de forma que todos toquen el fondo de la sartén. Si es necesario, los hacemos en varias tandas. Los vamos volteando despacio, de forma que se vayan haciendo suavemente. Los últimos 5 minutos subimos ligeramente el fuego, con precaución de que no se nos queme la grasa. Añadimos la cucharada de aceite de oliva. Han de estar aproximadamente unos 6 minutos, dependiendo del grosor y la intensidad del fuego. De todas formas, la mejor manera de comprobar la cocción es comerse uno. Los sazonamos.
En el momento de sacarlos del fuego, los espolvoreamos con el queso rallado, delicadamente, puesto que no debe de quedar una papilla, justo un hilo de queso encima de cada espárrago. La eyaculación llegará si una vez terminado, se nos ocurriera y pudiéramos espolvorear la superficie de lascas finas de trufa negra de invierno. Pero eso ya es hablar con miss Noruega.
ESPÁRRAGOS TRIGUEROS SALTEADOS CON IDIAZABAL
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