ANCAS DE RANA SALTEADAS CON AJO Y PEREJIL

1 Kg. de ancas de rana limpias, separadas del esqueleto
4 dientes de ajo picados
1 puñado de perejil picado
8 cucharadas de aceite de oliva
1 limón en cuartos
Normalmente las ancas de rana vienen con todo el tronco del animal, ensartadas en un palo. Se trata, con ayuda de unas tijeras, de separar las ancas carnosas y prietas del resto del animal, que desecharemos. Una vez limpias, las sazonamos perfectamente y la pimentamos, con ayuda del molinillo de pimienta negra.
En una sartén con el aceite de oliva, arrimado a fuego fuerte, freímos sin que se nos quemen, los dientes de ajo picados. Una vez dorados, añadimos las ancas de rana y a fuego fuerte siempre, dejamos que se doren perfectamente por todas sus caras, adquiriendo un tono tostado. Si la intensidad de nuestros fuegos no es muy potente o la sartén que tenemos en casa es pequeña, aconsejamos dorar las ancas en dos o tres tandas, para que no se recuezan y el resultado sea el idóneo. Antes de sacarlas del fuego las espolvoreamos con el perejil fresco picado.
Una vez tostadas “al ajillo”, las servimos escurridas en una fuente, acompañadas de 1 limón en cuartos para rociarlas con su jugo, si nos apetecen acidillas.

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