1 kg de vainas
2 lonchas gruesas de jamón ibérico o serrano, cortado en tiras
2 puñados de aceitunas negras sin hueso troceadas toscamente con las manos
6 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas soperas de vinagre de sidra
1 diente de ajo picado
Sal
Limpiar y cortar las vainas en tiras, retirándoles los nervios y los dos extremos. Cocerlas en abundante agua hirviendo con sal, sin taparlas, por espacio aproximado de 7-8 minutos. Escurrirlas y refrescarlas en abundante agua fría salada helada, en la que nadarán cubos de hielo. De esa forma, se refrescan y mantienen su color verde vivo. Escurrirlas y reservarlas en un bol.
Mientras, preparamos una vinagreta con el aceite, el vinagre, la sal, las aceitunas y el ajo, batiéndola con las púas de un tenedor. Añadir el jamón al bol de las vainas y aliñar con la vinagreta, dando unos meneos.
Se puede comer templada, sin necesidad de refrescar las vainas una vez cocidas. Las dejamos entibiar y las aliñamos en ese momento. Si les añadimos unas patatas cocidas en rodajas ya nos curamos hasta la amigdalitis.