4 lomos de bacalao fresco de 220 g cada uno
200 g de caldo de pescado o agua
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 dientes de ajo picados
1 pizca de harina
Perejil picado
Sal
Poner en una cazuela amplia el aceite de oliva con el ajo. Arrimarla a fuego suave y cuando veamos que el ajo comienza a “bailar”, sin dorarse, introducimos los lomos de bacalao ligeramente enharinados, con la piel hacia arriba. Es importante que el fuego sea suave. Comenzamos a dar movimientos giratorios a la cazuela, en vaivén, de forma que no se agarre el pescado al fondo y este, por acción del calor comience a soltar sus jugos y gelatina y así consigamos ligar la salsa. Ir añadiendo además, poco a poco, el caldo de pescado o el agua calientes, de forma que ayudemos a emulsionar el guiso.
Pasados diez minutos de borboteo muy débil, agregamos el perejil. Dar unos últimos giros, rectificar el sazonamiento si fuera necesario y servir.