800 g de patatas medianas, peladas y cortadas en rodajas de 1/2 cm.
1 puñado de pasas bien carnosas y jugosas
1/2 l. de agua
1 pizca de pastilla de caldo concentrado
150 g de mantequilla
1 puñado pequeño de hojas de menta
Sal
Lavar las pasas y cortar en tiras muy pequeñas las hojas de menta. Colocar en una cazuela amplia y baja, en la que quepan holgadamente todas las patatas, la mantequilla, el agua, la pastilla de caldo, las pasas y las rodajas de patata. Echar una pizca de sal y arrimar a fuego suave, cociendo a fuego muy lento hasta que se evapore toda el agua y queden las patatas brillantes, tiernas y ligeramente empapadas de una salsita muy fina. Fuera del fuego añadimos las tiras finas de menta y servimos.