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KAKIS CON YOGUR

1 Kg. de kakis
Yogur griego bien frío

Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura.
Para comerlos con yogur, los pelamos cuidadosamente, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en gajos no muy finos y los vamos estirando en un bol grande o varios pequeños. Cubrimos la superficie con el yogur griego, que si nos apetece puede estar endulzado de antemano con azúcar o con miel. Servimos.

KAKIS EN ENSALADA

1 Kg. de kakis
1 pizca de aceite de oliva virgen extra
Sal
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura. Para ensalada tienen que estar ligeramente firmes. Pelamos cuidadosamente los kakis, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en rodajas no muy finas y las vamos estirando en una bandeja o bol. Al terminar añadimos unos granos de sal y rociamos con unas gotas de aceite de oliva, sin exceso para que no nade la fruta en él, sería desagradable. Servimos.

KAKIS CON ACEITE DE OLIVA VIRGEN Y JAMÓN

1 Kg. de kakis
1 pizca de aceite de oliva virgen extra
250 g de jamón ibérico o serrano cortado en lonchas muy finas
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura. Para esta ensalada tienen que estar ligeramente firmes. Pelamos cuidadosamente los kakis, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en rodajas no muy finas y las vamos estirando en una bandeja o bol. Al terminar, esparcimos por la superficie las lonchas finas de jamón, dando volumen para que no queden apelmazadas y pegadas unas a otras. Rociamos la superficie con unas gotas de aceite de oliva, sin exceso para que no nade la fruta en él, sería desagradable. Servimos.