1 Kg. de kakis
Yogur griego bien frío
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura.
Para comerlos con yogur, los pelamos cuidadosamente, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en gajos no muy finos y los vamos estirando en un bol grande o varios pequeños. Cubrimos la superficie con el yogur griego, que si nos apetece puede estar endulzado de antemano con azúcar o con miel. Servimos.