300 g de agua
240 g de azúcar
160 g de nata líquida
160 g de cacao en polvo
En un cazo pondremos a hervir el agua, el azúcar y la nata. Cuando haya hervido añadiremos esto a un recipiente o bol en el que habremos colocado el cacao. Mezclaremos con una varilla hasta obtener una salsa lisa y brillante y la colamos. Guardarla en la nevera, bien fresca para utilizarla.