1 Kg. de patatas de tamaño mediano
2 dientes de ajo picados
6 cucharadas de aceite de oliva
1 pedazo pequeño de mantequilla
Sal
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de 1 cm. de grosor. Las lavamos en agua para eliminarles el almidón y las secamos bien. Colocamos en una sartén antiadherente amplia el aceite y volcamos las patatas, arrimando a fuego fuerte, de forma que se vayan tostando. Si no tenemos una sartén muy grande, lo hacemos en dos tandas, el caso es que las patatas no deben estar muy amontonadas, hay que intentar que todas estén en contacto con el fondo de la sartén. Las vamos meneando frecuentemente, de forma que no se peguen y se vayan cocinando por todos sus lados. Si vemos que se quedan secas, les vamos añadiendo una pizca de aceite, siempre estar atentos para que en el fondo quede una película de aceite. Hay que jugar con la intensidad del fuego, subiéndolo o bajándolo en función de cómo transcurra la cocción de las mismas. Pasados unos 35 minutos, cuando las patatas estén muy tostadas y hechas, les añadimos el ajo picado y damos unas vueltas más, añadiendo la mantequilla que deberá impregnarlas. Las sazonamos ligeramente y las servimos.