Archivo de la categoría: Legumbres

POCHAS CON ALMEJAS

 pocas-crudas.jpg

1 receta de pochas viudas, ya guisadas
600 g de almejas
1 pizca de aceite
1 pizca de ajo picado
1 pizca de vino blanco
Perejil picado
1/2 vaso de agua

Hacemos las pochas siguiendo la receta con mucho cuidado, para que queden bien enteras. En una cazuela hacemos unas almejas estilo marinera rehogando el ajo en el aceite y añadiendo las almejas, el vino blanco y el agua. Dejamos que se abran todas y las retiramos, reduciendo el jugo hasta que quede la mitad. En ese momento lo añadimos a las pochas calientes viudas, junto con las almejas, espolvoreando con el perejil. Servir.

POCHAS CON CODORNICES ASADAS

 pocas-crudas.jpg

800 g de pochas blancas, desgranadas
1 tomate maduro
1 pimiento verde
1 cebolleta en dos
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Agua y Sal

8 codornices partidas en dos
4 dientes de ajo enteros, con su piel
Aceite de oliva, una pizca de mantequilla y Sal

Poner las pochas bien limpias en una cazuela, cubriéndolas, dos dedos por encima, con agua fría y parte del caldo de cocer los morros, pero frío, muy importante. Añadir el aceite crudo, una pizca de sal, la cebolleta en dos, el pimiento verde bien limpio y despepitado y el tomate también entero. Tapar la cazuela y ponerla a fuego muy suave.
Es importante que hasta que aparezcan los primeros borbotones pasen al menos 25 minutos, de manera que una vez empezado el hervor, se mantenga este muy suave por un espacio aproximado de 25/35 minutos más.
Iremos retirando la espuma y las impurezas que se irán formando en la superficie, ayudándonos de una espumadera. Es importante que el hervor sea pausado para que la cocción de los granos sea uniforme y no revienten y se despellejen.
Pasado ese tiempo, sacar las verduras ?cebolleta, pimiento y tomate- e introducirlas en el vaso de una batidora, junto a un poco del caldo de cocción, accionando la máxima potencia. A través de un colador, volverlas a añadir a las pochas ya cocidas. Cocer a fuego suave otros 15 minutos más, de manera que se ligue el conjunto.
Mientras se están haciendo las pochas, colocamos una sartén a fuego vivo con una pizca de aceite, un pedazo pequeño de mantequilla y los dientes de ajo. En el momento que veamos que chisporrotea la grasa, colocamos las codornices por el lado de la piel, dejando que se tuesten bien y rociándolas con la grasa, con una cuchara. Les damos la vuelta y las dejamos soasar hasta que comprobemos que están hechas, a pesar de que deberán estar bien jugosas en su interior. El tiempo total será de unos 8 minutos a fuego vivo. Las dejamos reposar en un plato, cubiertas.
Verter las pochas en una sopera amplia y acompañar con las codornices asadas bien calientes. También podemos introducir las codornices en las pochas y servirlas junto con el guiso, añadiendo el jugo que suelten en el reposo. Es cuestión de gustos.

POCHAS CON CODORNICES GUISADAS

800 g de pochas blancas, desgranadas
1 tomate maduro
1 pimiento verde
1 cebolleta en dos
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Agua y Sal
8 codornices guisadas en su salsa

Poner las pochas bien limpias en una cazuela, cubriéndolas, dos dedos por encima, con agua fría y parte del caldo de cocer los morros, pero frío, muy importante. Añadir el aceite crudo, una pizca de sal, la cebolleta en dos, el pimiento verde bien limpio y despepitado y el tomate también entero. Tapar la cazuela y ponerla a fuego muy suave.
Es importante que hasta que aparezcan los primeros borbotones pasen al menos 25 minutos, de manera que una vez empezado el hervor, se mantenga este muy suave por un espacio aproximado de 25/35 minutos más.
Iremos retirando la espuma y las impurezas que se irán formando en la superficie, ayudándonos de una espumadera. Es importante que el hervor sea pausado para que la cocción de los granos sea uniforme y no revienten y se despellejen.
Pasado ese tiempo, sacar las verduras ?cebolleta, pimiento y tomate- e introducirlas en el vaso de una batidora, junto a un poco del caldo de cocción, accionando la máxima potencia. A través de un colador, volverlas a añadir a las pochas ya cocidas. Cocer a fuego suave otros 15 minutos más, de manera que se ligue el conjunto.
Verter las pochas en una sopera amplia y acompañar con las codornices bien calientes. También podemos introducir las codornices en las pochas y servirlas junto con el guiso, sin separar. Es cuestión de gustos. De todas formas las pochas mezcladas con la salsa de los pájaros queda deliciosa.

POCHAS CON MORROS DE TERNERA

800 g de pochas blancas, desgranadas
1 tomate maduro
1 pimiento verde
1 cebolleta en dos
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Agua y Sal
2 morros de ternera cocidos en agua, en olla rápida al menos 90 minutos

En una cazuela rápida amplia hemos cocido los morros como se indica en la receta de morros en salsa, con verduras, debiendo quedar muy tiernos. El caldo resultante lo podemos guardar para sopa, bien desgrasado o para arrancar, añadiendo un poco más de agua la cocción de las pochas.
Poner las pochas bien limpias en una cazuela, cubriéndolas, dos dedos por encima, con agua fría y parte del caldo de cocer los morros, pero frío, muy importante. Añadir el aceite crudo, una pizca de sal, la cebolleta en dos, el pimiento verde bien limpio y despepitado y el tomate también entero. Tapar la cazuela y ponerla a fuego muy suave.
Es importante que hasta que aparezcan los primeros borbotones pasen al menos 25 minutos, de manera que una vez empezado el hervor, se mantenga este muy suave por un espacio aproximado de 25/35 minutos más.
Iremos retirando la espuma y las impurezas que se irán formando en la superficie, ayudándonos de una espumadera. Es importante que el hervor sea pausado para que la cocción de los granos sea uniforme y no revienten y se despellejen.
Pasado ese tiempo, sacar las verduras ?cebolleta, pimiento y tomate- e introducirlas en el vaso de una batidora, junto a un poco del caldo de cocción, accionando la máxima potencia. A través de un colador, volverlas a añadir a las pochas ya cocidas. Cocer a fuego suave otros 15 minutos más, de manera que se ligue el conjunto.
Trocear el morro en pedazos medianos, retirando las partes cartilaginosas y duras que pudiera contener. Verter las pochas en una sopera amplia y acompañar con los pedazos de morro aparte, aliñados con aceite de oliva virgen extra. También podemos introducir los pedazos en las pochas y servirlos junto con el guiso, sin separa. Cuestión de gustos.

POCHAS CON SUS SACRAMENTOS

800 g de pochas blancas, desgranadas
1 tomate maduro
1 pimiento verde
1 cebolleta en dos
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Agua y Sal
1 chorizo fresco
1 trozo de costilla de cerdo
1 trozo de tocino de cerdo

En una cazuela amplia introducimos la costilla y el tocino, cubrimos de agua y cocemos a fuego vivo, durante 1 hora. Cocer el chorizo durante los últimos 25 minutos de cocción de la costilla y el tocino, pinchado con un tenedor para que no reviente. El caldo resultante lo podemos guardar para sopa, bien desgrasado o para arrancar, añadiendo un poco más de agua la cocción de las pochas.
Poner las pochas bien limpias en una cazuela, cubriéndolas, dos dedos por encima, con agua fría y parte del caldo de cocer las chacinas, pero frío, muy importante. Añadir el aceite crudo, una pizca de sal, la cebolleta en dos, el pimiento verde bien limpio y despepitado y el tomate también entero. Tapar la cazuela y ponerla a fuego muy suave.
Es importante que hasta que aparezcan los primeros borbotones pasen al menos 25 minutos, de manera que una vez empezado el hervor, se mantenga este muy suave por un espacio aproximado de 25/35 minutos más.
Iremos retirando la espuma y las impurezas que se irán formando en la superficie, ayudándonos de una espumadera. Es importante que el hervor sea pausado para que la cocción de los granos sea uniforme y no revienten y se despellejen.
Pasado ese tiempo, sacar las verduras ?cebolleta, pimiento y tomate- e introducirlas en el vaso de una batidora, junto a un poco del caldo de cocción, accionando la máxima potencia. A través de un colador, volverlas a añadir a las pochas ya cocidas. Cocer a fuego suave otros 15 minutos más, de manera que se ligue el conjunto.
Colocar en una fuente la costilla y el tocino, además del chorizo troceado. Verter las pochas en una sopera amplia y acompañar con guindillas encurtidas y escurridas, aliñadas con aceite de oliva virgen extra y sal.

POCHAS VIUDAS

pochas-guisadas.jpg

800 g de pochas blancas, desgranadas
1 tomate maduro
1 pimiento verde
1 cebolleta en dos
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Agua
Sal

Poner las pochas bien limpias en una cazuela, cubriéndolas, dos dedos por encima, con agua fría. Añadir el aceite crudo, una pizca de sal, la cebolleta en dos, el pimiento verde bien limpio y despepitado y el tomate también entero. Tapar la cazuela y ponerla a fuego muy suave.
Es importante que hasta que aparezcan los primeros borbotones pasen al menos 25 minutos, de manera que una vez empezado el hervor, se mantenga este muy suave por un espacio aproximado de 25/35 minutos más.
Iremos retirando la espuma y las impurezas que se irán formando en la superficie, ayudándonos de una espumadera. Es importante que el hervor sea pausado para que la cocción de los granos sea uniforme y no revienten y se despellejen.
Pasado ese tiempo, sacar las verduras ?cebolleta, pimiento y tomate- e introducirlas en el vaso de una batidora, junto a un poco del caldo de cocción, accionando la máxima potencia. A través de un colador, volverlas a añadir a las pochas ya cocidas. Cocer a fuego suave otros 15 minutos más, de manera que se ligue el conjunto. Probar de sal y servir.

LENTEJAS GUISADAS VIUDAS

5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolleta picada
1 blanco de puerro picado
1 zanahoria picada
2 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de pimentón dulce de la vera
600 g de lentejas
Agua
Sal
1 diente de ajo fileteado
En una cazuela amplia que normalmente usemos para guisar legumbre, añadimos 3 cucharadas de aceite de oliva y la colocamos al fuego suave. Añadimos la cebolleta, el blanco de puerro y la zanahoria y rehogamos el conjunto sin que tome color unos 5 minutos, añadiendo unos granos de sal. Vertemos la salsa de tomate y el pimentón. Añadimos entonces las lentejas y damos vueltas al fuego unos 2 minutos más, cubriendo el conjunto con agua fría, unos dos dedos por encima. Volvemos a sazonar ligeramente y dejamos que cueza suavemente 50 minutos. Pasados, hacemos un refrito de ajos. Para ello, en una sartén a fuego fuerte añadimos las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen y en el momento que esté muy caliente, añadimos los ajos fileteados. Los doramos muy rápidamente, sin que se nos quemen y volcamos el conjunto sobre las lentejas que estarán al fuego. Dejamos hervir suavemente unos minutos, comprobamos que las lentejas están tiernas y sabrosas y retiramos del fuego. Están listas para comer.
Si queremos añadir chacina, podemos cocer aparte en agua chorizo tierno, morcillas, costilla de cerdo o algún corte a nuestro gusto y una vez troceado, añadirlo 5 minutos antes de retirar las lentejas del fuego.

LENTEJAS CON CHORIZO

5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolleta picada
1 blanco de puerro picado
1 zanahoria picada
2 cucharadas de salsa de tomate
1 pizca de pimentón dulce de la vera
1 chorizo fresco con una pizca de picante
600 g de lentejas
Agua
Sal
1 diente de ajo fileteado
Pinchamos el chorizo con las púas de un tenedor y lo sumergimos en agua fría, en una cazuela al fuego. En el momento que hierva, lo retiramos y lo escurrimos. Hacemos esto para eliminar este primer rastro de grasa, para que no se nos quede en las lentejas.
En una cazuela amplia que normalmente usemos para guisar legumbre, añadimos 3 cucharadas de aceite de oliva y la colocamos al fuego suave. Añadimos la cebolleta, el blanco de puerro y la zanahoria y rehogamos el conjunto sin que tome color unos 5 minutos, añadiendo unos granos de sal. Vertemos la salsa de tomate y el pimentón. Añadimos entonces las lentejas y damos vueltas al fuego unos 2 minutos más, cubriendo el conjunto con agua fría, unos dos dedos por encima. Introducimos el chorizo anteriormente hervido y dejamos que cueza suavemente 50 minutos. Pasados, hacemos un refrito de ajos. Para ello, en una sartén a fuego fuerte añadimos las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva virgen y en el momento que esté muy caliente, añadimos los ajos fileteados. Los doramos muy rápidamente, sin que se nos quemen y volcamos el conjunto sobre las lentejas que estarán al fuego. Dejamos hervir suavemente unos minutos, comprobamos que las lentejas están tiernas y sabrosas y retiramos del fuego. Rescatamos el chorizo y lo cortamos en rodajas gruesas, volviendo a introducirlas en el guiso. Están listas para comer.

HABAS SALTEADAS CON MOLLEJAS

800 g. de habas pequeñas tiernas, peladas
200 g. de mollejas de cordero o ternera
1 dl. de caldo de vainas de haba
1 cebolleta fresca picada
2 dientes de ajo fileteados
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
Sal
Mantener las mollejas en agua fría media hora. Secarlas y limpiarlas, retirando las partes duras y pellejos. Trocearlas en pedazos medianos y sumergirlas unos segundos en agua hirviendo. Escurrirlas y secarlas. Sazonarlas
Cocer en un litro de agua las vainas de las habas. Rehogar la cebolleta en una cazuela en dos cucharadas de aceite; Al cuarto de hora, añadir las habas. Proseguir cinco minutos más y cubrirlas con el caldo. Sazonar ligeramente. Dejar hervir a fuego suave otros cinco minutos.
Dorar los ajos en una sartén en el aceite restante. Saltear las mollejas a fuego vivo, hasta que se doren, cuidando de que no se sequen. Servir en una fuente las habas y, sobre ellas, las mollejas salteadas.

LIMPIEZA DE LAS HABAS

Abrimos las vainas de las habas y separamos los granos de su interior. Guardamos las vainas vacías y las limpiamos con agua. Las usamos para hacer un caldo de verduras con el que luego mojaremos las preparaciones en las que intervengan las habas.
Ponemos agua a hervir con una pizca de sal y en el momento que surgen los hervores introducimos los guisantes. En el momento que surgen de nuevo y dependiendo del tamaño de las habas, las hervimos de 10 segundos, si son minúsculas hasta 5 minutos, si son duras como perdigones. Las escurrimos, las introducimos en un baño de agua helada ligeramente salada, para fijar la clorofila y que queden bien verdes y las escurrimos. Estarán listas para cocinarse, salteadas, desperdigadas entre las hojas de una ensalada o como indique la receta. No necesitarán mucho más tiempo de fuego, puesto que están ya cocinadas. Las añadimos, si se cocinan en caliente, justo al final de la preparación en la que las utilicemos (si es una menestra, espolvoreadas al final, si son salteadas, justo al sacar del fuego el sofrito que hayamos preparado…).
Algunos exquisitos, sobretodo con paciencia y sin prisas, pelan una vez cocidas las habas de gran tamaño para eliminar el pellejo y comer sólo el grano verde y tierno del interior.