1?5 Kg. de fresas limpias, sin rabo
300 g. de azúcar
10 cucharadas de zumo de limón
1 rama de vainilla abierta y rascada
Metemos todas las fresas partidas en cuartos en una cazuela. Las cubrimos con el azúcar, la vainilla abierta y rascada y el zumo, dejándolas bien cubiertas en la nevera unas 12 horas, para que suelten todo su jugo. Entonces arrimamos la cazuela a fuego suave y dejamos que hierva a pequeños borbotones unos 45 minutos, hasta que la mermelada reduzca y quede bien espesa. La apartamos el fuego y la metemos en tarros, que se conservarán en la nevera, bien cerrados.