1 Kg. de kakis
1 pizca de aceite de oliva virgen extra
Sal
Los kakis han de estar bien maduros, ser de un color anaranjado intenso y nunca estar muy blandos al tacto, puesto que será difícil pelarlos y trocearlos. Los kakis muy maduros son deliciosos, pero siempre que los comamos partidos en dos, dados la vuelta y con una cuchara, agarrándolos por su base para no mancharnos. Nos quedaremos con la piel vacía de pulpa y la tiraremos a la basura. Para ensalada tienen que estar ligeramente firmes. Pelamos cuidadosamente los kakis, igual que cuando pelamos tomates para hacer una ensalada. Los cortamos en rodajas no muy finas y las vamos estirando en una bandeja o bol. Al terminar añadimos unos granos de sal y rociamos con unas gotas de aceite de oliva, sin exceso para que no nade la fruta en él, sería desagradable. Servimos.
KAKIS EN ENSALADA
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