TRUFA NEGRA, CÓMO CONSERVAR

No es pecado ser rico, sobre todo porque quién necesita almacenar trufas es un tipo con mucha tela en la cartera. Así que nos tememos que este consejo lo pondrán en práctica muchos menos lectores que los que utilicen, por poner un caso, la receta de “bocadillo vegetal”.Bueno, quien pille una trufa que no la suelte. Las dos maneras más sabrosas de conservarlas es entre huevos o escondida en un tarro hermético en arroz. Entre huevos, en la nevera, porque los huevos los muy bribones son porosos y absorben el delicioso aroma de la trufa negra. Si luego se hace una tortilla con ellos o un revuelto, en compañía de la trufa, el sabor es todavía mucho más intenso.Y entre arroz, por el mismo motivo. Los granos se empapan del aroma y luego cuando se hace un arroz cremoso el sabor es intenso a rabiar.Los hay quienes sumergen la trufa en aceite de oliva, pero no somos muy partidarios. El aceite, es verdad, queda delicioso, pero la trufa negra tiende a ablandarse y a perder terriblemente su textura y su sabor.De todas formas, cuanto antes comamos una trufa negra, más rica estará. Entre huevos unas horas será suficiente y en arroz, durará más, sobretodo porque los granos crean un ambiente seco, sin humedad, en el que la trufa retoza como una cerda. Podremos consevarla ahí durante unos 2 ó 3 días.

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