¡Qué contradicción!, ¡Qué receta tan absurda! Y es que las frambuesas no se limpian. Lo explicamos: la única forma de comerlas es prácticamente recolectadas, porque no aguantan bien la refrigeración y se estropean rápidamente. Justo retirarles el tallo si es que alguna aún lo tiene, retirar alguna hojita que se haya podido colar, y al plato.
Cuando las frambuesas están mustias, blandas, oscuras y lacias, lo mejor es hacerlas puré, una salsa, hacer una bebida gaseosa o mezclarlas con yogur y hacer un batido refrescante. Y ojo con el frío de la nevera, porque si les da mucho el fresco, pueden lastimarse. En definitiva, las frambuesas son como un bebé frágil, para andarse con mucho ojo, no vayamos a liarla.
FRAMBUESAS, CÓMO LIMPIAR
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