1’5 Kg. de chipirones limpios de tripas y pluma, con piel
Aceite de oliva
1 pizca de ajo picado
Perejil picado
Sal
Los chipirones los separamos en cuerpos y tentáculos, pasándolos por agua y secándolos. Mucho cuidado con rasgar la piel y romperla, si son frescos, dará un gusto delicioso al salteado. Colocamos una sartén grande al fuego y añadimos un buen chorretón de aceite de oliva. Dejamos que humee, a fuego vivo y en dos o tres veces, volviendo a añadir aceite cada vez, los salteamos, de forma que queden bien tostados y dorados, al menos 2 minutos cada sartenada.
Es mejor hacerlos en 2 ó 3 veces para que no queden recocidos, sino bien tostados. Una vez que los vamos a sacar del fuego los sazonamos alegremente y les añadimos una pizca de ajo picado, muy poco, justo para perfumar. Espolvorearlos con perejil picado toscamente con una tijera.