2 Kg. de cebollas cortadas en finas tiras
15 cucharadas de aceite de oliva
sal
10 cucharadas de pasas escurridas tiernas y sin pepitas, remojadas en agua o mejor, en moscatel
En una cazuela amplia, añadimos el aceite de oliva y la cebolla cortada. Colocamos una tapa y arrimamos a fuego fuerte, no dejando de dar vueltas en ningún momento. Añadimos una pizca de sal. Tenemos cuidado de que no se agarre al fondo y dejamos que vaya caramelizando y volviéndose oscura la cebolla. Así durante unos 35 minutos. Pasados, bajamos considerablemente el fuego, y siempre a cubierto, a fuego muy leve, dejamos que el conjunto se vaya cocinando más despacio, para que la cebolla además de marrón, se vuelva oscura. Así estará unos 90 minutos más. Los últimos 20 minutos destaparemos para que evapore el jugo que se pueda concentrar en el fondo de la marmita.
Pasados, añadimos las pasas, damos unas vueltas y dejamos que se cocinen unos 5 minutos, justo el tiempo de que se empapen de todo el gusto de la cebolla. Añadimos si es necesario unos granos más de sal.
Esta cebolla es una guarnición muy sabrosa para acompañar por ejemplo un paté o saltear en él una pasta cocida o unos granos de arroz blanco cocido. También añadiendo unas lascas de bacalao o una carne picada salteada, podemos tener unos excelentes rellenos para empanada o empanadillas.
Si la tenemos en la nevera bien cerrada en un tarro hermético, podemos utilizarla cuando sea necesario.