2 Kg. de membrillo
1?6 Kg. de azúcar
El zumo de 1 limón
Es importante que el membrillo una vez pelado y despepitado de en la balanza los 2 Kg. de peso. Entonces lo colocamos en un bol amplio y lo rociamos con el azúcar y el zumo de limón. Lo dejamos reposar, así, bien tapado en la nevera unas 8 horas. Pasadas, añadimos el contenido del bol a una cazuela bien amplia y lo arrimamos a fuego vivo, de forma que hierva sin que se agarre, unos 60 minutos. Si es necesario, bajamos el fuego con tal de que no se agarre y no dejamos de dar vueltas para que la fruta no se pegue al fondo.
Pasado ese tiempo, pasamos la fruta a través de un pasapurés a un recipiente rectangular de plástico, que nos hará las veces de molde. Lo dejamos enfriar, lo cubrimos y lo almacenamos en la nevera bien tapado. Cuando enfría, cuaja, formando un bloque de apetecible color dorado. Bastará con cortar gruesas láminas para acompañalas con queso, chocolate negro, etc.