4 lenguados hermosos con piel, descamados, y limpios de espinas laterales
1 pedazo grande de mantequilla
1 pizca de vinagre de Jerez
Perejil picado
Sal
Sazonar los lenguados por sus dos caras. Colocar en una sartén amplia la mantequilla y arrimarla a fuego suave. Dejamos que la mantequilla empiece a soltar una espumita blanca, pero ojo, sin quemarse. Cuando la mantequilla se tuesta ligeramente y desprende un olor a avellanas es cuando hemos llegado al punto óptimo. Es importante que no se nos queme el suero, para que la grasa no adquiera ese sabor y olor desagradables y arruinemos el plato. Introducimos entonces en esa mantequilla avellana los lenguados, por el lado de la piel oscura. Los dejamos cocinarse a pequeña fritura, para no quemar la grasa, que vaya generando una espumita blanca, síntoma de que la mantequilla lleva buena cocción, rociándola por encima. Pasados unos 5 minutos, les damos la vuelta –los podemos hacer si la sartén es cómoda, de dos en dos- y dejamos que se hagan otros 4 minutos por el lado blanco, hasta que veamos que los lomos se despegan fácilmente de la espina. Los retiramos y freímos los otros dos de la misma forma. Una vez hechos –podemos darles a los dos primeros para atemperarlos un golpe leve de microondas-, añadimos a la grasa de freírlos el vinagre y dejamos que se reduzca unos segundos al fuego. Rascamos el fondo para despegar el tostado que pueda haber quedado en la sartén. Añadimos unas nueces de mantequilla fresca, damos un meneo, espolvoreamos con abundante perejil y un poco de sal y con este jugo muy sabroso, rociamos los lenguados recién hechos.
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LENGUADO A LA PLANCHA
4 lenguados hermosos, descamados, y limpios de espinas laterales
6 cucharadas de aceite de oliva
4 dientes de ajo laminados
3 cucharadas de vinagre de sidra
Perejil picado
Sal
Sazonar los lenguados por sus dos caras y tostarlos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva a fuego muy fuerte, por espacio de 4 minutos. Los retiramos antes de que se nos sequen. Si es necesario los introducimos en un horno, unos minutos a 160ºc. hasta que veamos que los lomos se despegan fácilmente de la espina central. Calentamos en la misma sartén limpia, el aceite y doramos en él a fuego medio los ajos laminados. Una vez tostados, con cuidado de las salpicaduras añadimos el vinagre de sidra y dejamos que hierva unos segundos, añadimos el perejil picado y rociamos este refrito sobre los lenguados. Los servimos.
LENGUADO MEUNIERE
4 lenguados hermosos con piel, descamados, y limpios de espinas laterales
1 cucharada de aceite de oliva
1 pedazo grande de mantequilla
El zumo de 2 limones
Perejil picado
Harina y sal
Sazonar los lenguados por sus dos caras. Colocar en una sartén amplia el aceite y la mantequilla y arrimarla a fuego suave. Dejamos que la mantequilla empiece a soltar una espumita blanca, pero ojo, sin quemarse. Pasamos los lenguados por harina, de uno en uno, conforme los vayamos a freír y les sacudimos el exceso, metiéndolos en la grasa caliente por el lado de la piel oscura. Los dejamos cocinarse a pequeña fritura, para no quemar la grasa, rociándola por encima. Pasados unos 5 minutos, les damos la vuelta –los podemos hacer si la sartén es cómoda, de dos en dos- y dejamos que se hagan otros 4 minutos por el lado blanco, hasta que veamos que los lomos se despegan fácilmente de la espina. Los retiramos y freímos los otros dos de la misma forma. Una vez hechos –podemos darles a los dos primeros para atemperarlos un golpe leve de microondas-, añadimos a la grasa de freírlos el zumo de limón y dejamos que se reduzca unos segundos al fuego, ligando y espesando el jugo. Rascamos el fondo para despegar el tostado que pueda haber quedado en la sartén. Añadimos unas nueces de mantequilla fresca, damos un meneo, espolvoreamos con abundante perejil y un poco de sal y con este jugo muy sabroso, rociamos los lenguados recién hechos.
Dicen los libros de Escoffier y de D.Teodoro Bardají –imagino que la Parabere dirá lo mismo- que la meuniere hay que acompañarla con patatas al vapor. Pues nosotros, para joder un poco decimos que cada uno coma la meuniere como le venga en gana, ensalada de lechuga, de tomate, patatas frita, bróculi salteado, etc.
LENGUADITOS REBOZADOS
16 lenguaditos descamados, con su piel
Aceite de oliva para freír
1 diente de ajo
Harina y huevo batido
Sal
Sazonar los lenguaditos. Colocar una sartén al fuego con el aceite y el diente de ajo entero, sin pelar, a fuego muy suave, de forma que el aceite se vaya calentando pausadamente y vaya repartiéndose en él el regusto del ajo. Pasados unos minutos subimos el fuego levemente, no permitiendo nunca que éste humee.
Al lado de la sartén, colocamos un plato con harina y uno hondo con el huevo batido, ligeramente salado. Vamos empapando bien los lenguaditos con la harina y seguidamente sumergiéndolos en el huevo batido. Pescarlos de nuevo y deslizarlos en el aceite caliente. Los volteamos rápidamente y los freímos 1 minuto por cada lado, escurriéndolos sobre papel absorbente. Los vamos friendo de esta forma hasta terminar con el último. Es importante ser prudentes con la temperatura del aceite y generosos con el huevo batido.